Capítulo 19

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Lauren POV


-Ya estoy aquí- dije con un pequeño grito mientras cerraba la puerta de casa tras de mi.

El ambiente se notaba muy frío, lo que hizo que mi cuerpo temblara a consecuencia de haber estado horas atrás disfrutando a mi antojo de la energía que me transmitía Camila.

Se creó un nudo en mi garganta al ver que mi padre estaba sentado con un semblante serio en el sofá.

-Lauren, ven aquí por favor.

-No puedo, nos han mandado 3 trabajos y debo terminarlos a tiempo.

-He dicho que vengas aquí- insistió con un tono mas firme rozando lo violento y provocando que mi trasero tomara su lugar justo en la silla de enfrente a donde estaba el.

Mi mente empezó a catalogar todas las razones por las cuales una gran discusión podía comenzar pero no había ninguna razón de peso para que yo estuviera allí sentada desaprovechando mi tiempo.

Al menos no una que yo supiera.

-Lauren- carraspeó con dificultad- He intentado de todas las formas posibles el saber que hice mal, el averiguar por que tu, la niña de mis ojos, has insistido tanto en llevarme la contraria. Soy tu padre y solo quiero tu bien, por eso voy a darte la oportunidad de que te expliques.

-Papá ¿de que estás hablando?

Con dificultad y controlando que las venas de su cuerpo no se tensaran mas, puso su móvil ante mi.

-Dime que no eres tu, por favor- tragó con dificultad.

Observé la pantalla mientras el se cubría la cara como signo de desesperación.

Una serie de fotos impactaron contra mis retinas.

Efectivamente era yo.

Eran mis manos y mi cuerpo y mis labios junto al pequeño cuerpo de Camila.

Mi mente empezó a buscar al responsable casi con desesperanza pero frenó en seco pensando en como esto estaría afectándole a ella.

-Dime que no eres tu.

-¿De donde has sacado esto?

-Lauren, respondeme.

-Antes dime quien te ha mandado esto.

-¡Dime ahora mismo que mi hija no ha tenido sexo con una mujer!- golpeó la mesa provocando que mi corazón se saltara un latido.

Ya no podía romperse mas. No podía ni imaginar las consecuencias que esto traería.

-Vas a subir a tu habitación, ha hacer tu maleta y esta misma noche ingresarás en el centro Wells.

-¡Yo no estoy enferma!- grité con desconsuelo.

-Lauren, he tolerado demasiado tiempo esta clase de comportamientos. Estás fuera de control y allí te podrán ayudar.

-Que me pongan las tias no es una enfermedad, es un hecho.

Mi silencio segundos después fue la consecuencia de un dolor agudo en mi mejilla izquierda.

-No permitiré que mi hija no sea un ser humano normal.

Subí corriendo las escaleras hacia mi habitación. No podía soportar estar en la misma habitación con alguien que no entendiera lo que realmente era el amor.

Dinah POV

-Respira- le insistí a mi mejor amiga, la cual estaba sollozando entre mis brazos.

Hacía unas horas que Lauren me había dado la noticia.

El centro Wells era como el infierno para gente como nosotras.

Al entrar allí tu día a día se basaba en olvidar todos y cada uno de los sentimientos y pensamientos que habías sentido de manera sexual hacia una mujer.

De alguna manera te reeducaban y te hacían pensar que el amor es de una manera aunque tu corazón sienta de otra. No importaba lo que hicieras, al final siempre te acababan cambiando. Era como si te arrancaran el alma y te pusieran una de robot para así seguir las ordenes que allí te dictaban. Al entrar allí, hacían desaparecer cada ápice que tenías de libertad.

-Habla con el por favor- sollozó sobre mi hombro- No quiero dejar de ser yo.

La aparté delicadamente y me dirigí al salón donde Mike me esperaba.

-Dinah, debes entender que esto lo hago por su bien.

-La matarán- dije con frialdad- La anularan totalmente, Mike.

-Eso es mejor que seguir permitiendo que tire su vida por la borda.

-Es su vida, no la tuya. Tendrías que dejarla tomar sus propias decisiones.

-Se que sois amigas desde hace años pero creía que tu punto de vista era un poco mas objetivo.

-Lo siento pero mi novia y yo no estamos en absoluto de acuerdo con esto.

-¿Novia?- susurró con dificultad tras un pequeño silencio.

-Si Mike, novia. Me gustan los coños casi tanto o mas que a tu hija y no tiene nada de malo.

El ambiente se resquebrajó en mil pedazos.

-Pensaba que era el único que había cometido errores con su familia pero ya veo que no- dijo escupiendo las palabras- Parece que en esta casa los hombres somos los únicos que pensamos con un poco de claridad.

-¿Fue Chris?- pregunté intentando recuperar la respiración.

No le dejé responder y con unos pocos pasos llegué hasta la puerta de su habitación.

Sin delicadeza, abrí la puerta y  con un gran golpe le aparté de encima de su cama.

La ira me cegaba y solo podía golpearle sin controlar las palabras que salían de mi boca.

-¡Como puedes hacerle esto a tu hermana!

-¡Tu no lo entiendes!- respondió cubriéndose la cara e intentando evitar los golpes que le propinaba.

-¡Basta!- gritó una voz a mi espalda.

Lauren, mas pálida de lo habitual. ayudó a su hermano a levantarse del suelo.

-Eres un hijo de puta- exclamó tras alcanzar su cara con la palma de su mano- Y quiero que sepas que acabas de joder mas de una vida. Espero que te pudras en el infierno por esto.

Al ver que se alejaba hacia la puerta de su casa decidí seguirla pero la impotencia le impidió llegar hasta la mitad de su recorrido.

-Díselo tu por favor- dijo finalmente con un hilo de voz saliendo de sus labios- Dile que pase lo que pase no lograran que me olvide de ella.

Tumbada en el suelo, con las manos sobre su cabeza como protegiéndose, la abracé lo mas fuerte que pude, aun sabiendo que en el centro Wells se encargarían de que olvidara que Camila realmente existía.

Una parte de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora