Capítulo 18

4.3K 298 14
                                    

Lauren POV

-Eres realmente preciosa- suspiré su nuca mientras mis manos acariciaban su abdomen.

Por primera vez en años estaba realmente tranquila. Mi respiración era lenta, mis manos no estaban tensas y mi corazón bombeaba sangre a un ritmo acelerado pero, por una vez no me importaba. Solo pensaba en cerrar los ojos y aferrarme aun mas fuerte al cuerpo de Camila, quien aun desnuda yacía sobre su cama. Era demasiado mía en esos momentos como para dejarla ir.

Llevábamos mas de 8 horas  juntas, el máximo tiempo que habíamos pasado no solo en la misma habitación, si no queriéndonos y perdiéndonos la una en la otra. Yo no quería dormirme, no quería perder la gran oportunidad que tenía literalmente en mis propias manos.

-Déjame dormir ya, pesada- escuché en un pequeño susurro- Llevas como 3 horas repitiéndome mierdas romántica y me has agotado ¿vale?

-Por que mis padres crearían a una diosa sexual...

-No te lo tengas tan creído, Jauregui. Solo hemos echado un buen polvo.

-¿Un polvo?- susurré en su oído intentando que mi aliento chocara contra su cuello- Pensaba que a esto se le llamaba hacer el amor.

-El simple hecho de mirarte ya se podría considerar hacer el amor- reí entrecruzando mis dedos con los suyos por décimo novena vez.

Adoraba escucharla reír. Era tan increíble el intentar memorizar todos aquellos detalles, todos aquellos gestos y curiosidades que hacían de ella algo tan único.

Su cuerpo se giró poniendo su cara frente a la mía.

-Llévame a cualquier sitio y hazme el amor en todos los países que quieras.

-¿En todos?- tragué saliva- Hay demasiados sitios que quiero visitar.

-Tienes el mundo a tus pies- susurró sobre mi boca capturando mi aliento.

Sus labios disfrutaron de los míos con una lentitud espasmódica pero no había necesidad de profundizar el beso. Todo era demasiado perfecto. Tenía miedo de que si presionaba mas de lo habitual, si rozaba mucho mas su cuerpo, todo se rompería y despertaría en un lugar vacío y sin sentido donde lo único que pudiera rescatarme, fuera ella.

-No quiero que te rompas- dije en el momento en que ambas necesitamos tomar un poco de aire.

-¿Que?

-No quiero que te rompas nunca mas. No puedo imaginar un momento ni un lugar mejor que este. Yo no quiero llevarte mil sitios y hacerte el amor sin parar y hacer que sonrías y que sonriamos y darte los mayores orgasmos que cualquier ser humano te podría dar. Yo solo quiero mirarte sin descanso e intentar convencer a mi cerebro de que tu si existes fuera de el. Tengo mucho miedo de que no existas Camila.

-Me estas sonando como a una novela romántica de mierda.

-Es enserio, imbécil- respondí frunciendo el ceño.

-Hagamos una cosa. Demuéstrame de nuevo que las dos estamos vivas para algo mas que hablar de sentimientos.

Camila POV

Amaba la mente de Lauren mas de lo que cualquier ser humano existente o por existir pudiera llegar a imaginar en 10 vidas. Adoraba todos y cada uno de sus pensamientos, pero en estos momentos lo único que deseaba era volver a sentirla como nunca antes lo había hecho.

-Ahora mismo vas a coger tu mano derecha y vas ha hacerme sentir- susurré en su oído mientras acariciaba lentamente sus dedos.

-¿Entonces tu eres la pasiva o...?

-Cállate de una vez- respondí con una pequeña sonrisa mientras me dirigí decidida a devorar cada parte de su ser.

Mi cabeza imaginó todas las escenas que alguna vez había leído en un libro mientras notaba como las manos de Lauren empezaban a rozar mi cuerpo.

Su boca se negaba a separarse de la mía y no me importaba dejar de respirar en cualquier momento. Sería la muerte mas feliz y mas digna posible.

No sabía donde colocar mis manos y mi mente visionó la única manera de hacer que el resto funcionara.

Mientras su piel seguía chocando con la mía, mis dedos se dirigieron hacia su pelo.

- Te juro que si te detienes te mato- gemí en su boca suponiendo hacia donde se dirigían las yemas de sus dedos.

Enganché mis piernas a su cintura, necesitaba notarla mucho mas cerca aunque pareciera imposible que nos pudiéramos unir mas.

-Sigue, dios santo- exclamé sobre su cuello mientras mis dedos seguían jugando con su pelo.

Sus manos no dejaban de acariciarme y solo con eso mi corazón estaba apunto de estallar.

Noté sus dedos dentro de mi y mis ojos se cerraron al instante procurando quedar hipnotizada  por aquella sensación. Su respiración agitada estaba unida perfectamente a la mía. Todo era  lento pero oportuno, aunque  que fuera despacio hacia que me pusiera histérica.

Segundos después se detuvo y estando aun dentro de mi, decidimos descansar unos instantes, disfrutando la una de la otra. Su nariz hizo un recorrido por toda mi cara, luego mi cuello, finalizando sobre mis labios donde deposité un pequeño mordisco. No hacia falta hablar, el silencio por una vez, daba un gran beneficio.

Era extraño notarla tan dentro de mi, tan cerca, vivir una intimidad tan grande y a la vez poder mirarla, observar sus rasgos y entender la gran suerte que tenía de tenerla. En el momento en que estaba mas relajada noté como despacio se movió, haciendo convulsionar mi cuerpo de manera inesperada.

-Shh, tranquila- susurró sobre mi.

Era demasiado perfecto para ser real, demasiado puro.

-Tómame solo para ti- dije sobre su boca aferrándome mas a su cuerpo, provocandome un gemido causado por que ella estaba aun mas dentro de mi.

-Todos y cada uno de los días de mi vida.

Lauren POV

Acabó agotada encima de mi, dormida aun permaneciendo yo dentro de ella.

Me retiré despacio intentando que no se despertara y milagrosamente lo único que conseguí es que gimiera en sueños.

Era demasiado bello verla dormir, tan relajada y feliz, siendo mía.

-No puedes imaginar todo lo que significas para mi- dije apartando un mechón de pelo tras su oreja- Cada uno de estos instantes son como pequeños tesoros que pase lo que pase permanecerán siempre en mi corazón.

Parecía aun mas frágil de lo que me había parecido siempre.

-Ojalá todo fuera mas sencillo- suspiré conteniendo y ocultando de nuevo el dolor que había en mi pecho. No pude evitar besar sus labios con una delicadeza nunca antes conocida. 

Minutos después me quedé dormida, entrelazando sus dedos con los míos, intentando memorizar que se notaba al rozar cada pocos segundos su piel.


Una parte de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora