A las puertas del palacio dos figuras conversaban en voz baja y con desgana. A cada momento volvían la vista al reino, aguardando la llegada de los que sobrevivieran.
- Yo me ocuparé de esto.
- No, no lo harás sin mí. Sabes que soy el mas fuerte de los dos.
- Eso ya no importa. Toda tu vida me has protegido, ahora me toca a mí actuar.
- ¿Estás loco? Esas marinas son más poderosas de lo que imaginas...
Su conversación fue interrumpida cuando vislumbraron una figura que se acercaba a todo correr, con pasos temblorosos a la par que rápidos. Por su facilidad para caminar entre la nieve, supieron que era uno de los suyos.
- Alberick... ¿qué hace aquí? No creo que haya terminado con todos. Aún siento el cosmos de seis.
- Lo averiguaremos, pero desconfía. Ya sabes cómo es él.
Megrez continuó ascendiendo hasta llegar ante ellos. Se detuvo mirándolos, jadeante.
- Debo hablar con Hilda – murmuró Alberick.
- ¿Qué ha sucedido, Alberick? Creí que luchabas con las marinas...
- Y eso hacía, pero traigo un mensaje de parte del Dragón de los Mares. Quiere negociar. Debo ver a Hilda.
Las dos figuras intercambiaron una mirada de desconfianza. Uno de ellos asintió.
- Adelante, está en la sala del Trono, con Sigfried.
Alberick pasó de largo y penetró en el palacio.
- No sé qué pensar... ¿Crees que Kanon lo dejaría marchar vivo realmente? – preguntó uno de ellos.
- Sabes que no. Pero hasta hace poco habíamos sentido los cosmos de Alberick y Siren, luchando el uno contra el otro. Y cuando parecía que el de Megrez iba a extinguirse, el combate se detuvo bruscamente.
- Temo de veras que nos haya traicionado.
- Yo también, pero no podemos acusarlo sin tener una prueba. Lo último que necesitamos es una lucha interna. Perderíamos a uno de los mejores. Sin embargo, sería terrible que atacase a Hilda...
- Por eso no te preocupes, Sigfried la protegerá.
>> De todos modos, no aguanto un solo segundo más aquí esperando mientras todos los demás defienden Asgard.
- ¿Qué propones?
- Kanon y Siren están juntos – repuso -. Si los vencemos a ellos los otros no sabrán qué hacer. Siren es realmente poderoso, y Kanon es quien ha planeado todo esto.
- ¿Y pretendes dejar el palacio desguarnecido?
- Penril y Mime se acercan, siento sus energías. Y Sigfried está con Hilda. Debemos confiar en ellos.
El otro volvió los ojos al palacio, y después al mundo helado que se extendía a sus pies.
- Está bien, vamos.
* * *
Penril dio la espalda al guerrero de Eta.
- ¿Te encuentras bien?
- Sí, ya te lo dije.
- Entonces vayamos hacia el palacio. Tres generales se dirigen hacia allí mientras nosotros perdemos el tiempo. Conocemos el terreno mejor que ellos, llegaremos a las puertas con tiempo suficiente para aguardarlos.
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Kanon de Géminis: Asgard vs Poseidón
FanfictionTras la derrota de Poseidón, Kanon y una misterios sacerdotisa, logran reunir de nuevo a las marinas para vengarse de los habitantes de Asgard por haber ayudado a Atenea en su cruzada. Comienza una nueva guerra entre los guerreros de Asgard y las ma...