Yo me quede bastante extrañada y algo asustada al escuchar su respuesta. "Yo un... Shiku?" Pensé anonadada.
-Miyuki, tengo que estar vigilandote hasta que despiertes tu poder y sepamos cual es, para mantener a la gente a salvo. - dijo seriamente.
-Po... porque? Como es posible que yo sea uno de esos humanos raros? - dije intentando convencerme a mi misma.
-Eres una de las 50 personas que nacen con ese don... - dijo intentando tranquilizarme.
-Y... ahora que, que tengo que hacer. - dije tragando saliva.
-Simplemente espera y si fuera posible no acercarte a la gente ya que te localizamos porque estas apunto de conseguir tus poderes... - dijo sin apartar su mirada de la mía.
-Esperar... suena fácil... - dije suspirando.
-Yo voy a comunicárselo a la central, ya que están bastante preocupados por este tema. - dijo mirando mi cabello rubio.
-Qué? Me vas a dejar aquí sola, después de explicarme todo esto? Y si me pasa algo, o hago daño a alguien? - dije preocupada.
-Tu no salgas de casa, seguramente venga Yukiko pronto... - dijo abriendo la puerta.
-Vale... - dije sonriente.
Haru salio de mi casa y se quedó parado unos segundos mirando al cielo. En ese instante, se giro hacia mi y me guiño el ojo, sonrojada baje la mirada y de pronto Haru creo una fuerte onda con sus pies elevándose hacia el cielo.
-H... Haru... - dije bastante impresionada.
Me quedé mirando hacia el cielo con la esperanza de volver a verlo, pero este no apareció. Entre en casa aun algo sorprendida y después de cerrar la puerta, me tire de plancha en el sofá intentando entenderlo todo.
-Uff... menudo día... - dije algo cansada.
Todo esto parecía una típica historia de hadas, era casi imposible que mi mente aceptara que todo es real...
Me senté bien y decidí comenzar a mover las manos como una tonta intentando convocar mi "poder". Nada de esto funcionaba y cada vez me estaba poniendo más de los nervios.-Siempre me tienen que pasar las cosas más extrañas... - dije suspirando.
Anochecio enseguida y el bosque volvió a iluminarse por la intensa luz de la luna. Agotada por todo lo que había pasado, me acurruque en el sofá tapandome con una manta y comencé a observar las cálidas llamas del fuego de la chimenea. Esas se elevaban un poco y luego desaparecían rápidamente. Cambiavan de color de intenso rojo a amarillento. El agotamiento enseguida pudo con migo y me dormí nada más cerrar los ojos más de 10 segundos.
Me desperté algo incomoda tirada en el suelo con la manta cubriendo me la cabeza. La retire de mi rostro rápidamente y me di cuenta de que ya era de día, y por los rayos de sol un entraban en la sala por la ventana, no parecía que fuera muy pronto. Me levante del suelo cuidadosamente y me estire un poco.
Estaba vestida y la verdad es que necesitaba más respuestas. Así que coji mi cartera y salí en dirección al pueblo para poder hablar con Yukiko, ya que el 24 horas estaría abierto.
Mientras caminaba por el pequeño sendero, no paraba de pensar en Haru, el me había explicado todo lo que podía pero aún así, sabiendo que yo no soy "peligrosa", su rostro era de preocupación y eso me hacía pensar si había algo más que me debiera decir.
Llegue bastante rápido, porque el tiempo pensando se me había pasado volando.
Entre a la tienda y vi a la abuela que al mirarme me sonrió agradablemente.-Hola Miyuki, se e ha olvidado comprar algo? - dijo amablemente.
-Bueno... en realidad venia a ver a Yukiko... - dijo con algo de vergüenza.
-Ah... es que hoy se ha pedido el día libre... - dijo suspirando.
-Ah, vale... - dije algo desanimada.
La abuela me mira con preocupación y eso me dio la oportunidad de preguntarle más sobre su sobrio, ya que en ese momento el no estaba.
-Olle... sobre Yukiko, en realidad a venido por un problema familiar? - dije con vergüenza.
-Bueno, si... el ha llevado una vida difícil... - dijo suspirando.
-A que te refieres con... difícil? - dije con curiosidad.
-Yukiko, es adoptado. Y desde pequeño siempre lo ha sabido, por eso, muchas veces se lleva mal con sus padres adoptivos y llego al límite cuando paso eso en su entorno familiar... - dijo algo entristecida.
-Así que es adoptado... - dije pensantivamente.
-Si, algo así. Su madre adoptiva lo encontró tirado en medio de unos arbustos mientras ella paseaba. Como nadie reclamo al bebé y no supieron de quien era, le concedieron la adopción y lo criaron como si fuera su verdadero hijo. - dijo sin casi pestañear.
-Pobrecillo. - dije algo desanimada.
-Pero ahora puede comenzar una nueva vida, aquí en Fhusi. - dijo sonriente.
-Me podría dar su dirección, necesito hablar con el urgentemente. - dije amablemente.
-Si... espera... te la apunto. - dijo buscando un bolígrafo y un papel.
-Gracias. - dije agarrando la hoja.
-Dile que recoja su casa de mi parte. - dijo la abuela sonriente.
-Si, se lo diré. - dije amablemente.
Salí de la tienda y comencé a andar rápidamente hacia la dirección que me había dado. No estaba muy lejos del pueblo y en menos de 10 minutos llegue a su casa. Mire hacia el frente y la casa de Yukiko era bastante grande. Su fachada era del mismo color de madera que los robles que la rodeaban lo que la hacia bastante acogedora. Además tenia un bonito jardín al lado del sendero que llevaba a la puerta principal.
Rápidamente toque el timbre e intente calmarme un poco.-Voy... - dijo una voz desde el interior de la casa.
"Sí que esta en casa" pensé aliviada...
CONTINUARÁ EN EL CAPÍTULO 7.
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Cuerpo Helado...
FantasyEn una tormentosa noche de nieve, una persona aparecerá a los pies de nuestra protagonista. Podría ser alguien que solamente se había perdido, pero al rescatar a dicha persona comienzan a surgir cosas muy extrañas que asombran a la chica. Una intrep...