Capitulo 24: Pared de cemento.

209 17 17
                                    

Sin casi poder respirar, ya que una amordaza me lo impedía, intentaba moverme por todos los medios.
Vi a Yukiko tirado en el suelo, atado de pies y manos. Parecía estar herido y esto me incitó a intentar soltar me de esas verdosas raíces para ir a ayudarle. De pronto, alguien entro el la habitación rompiendo el silencio profundo de esta, lo que hacia que fuera un sitio más tenebroso. De un fuerte puñetazo, alguien cayo al suelo y de nuevo, se cerro la puerta con un sonido estremecedor. En el suelo, yacía un chico herido al igual que Yukiko, en el cuello.
Intenté concentrarme y quemar lentamente con mis manos, las raíces que me tenían incómodamente atrapada.
Después de unos segundos de esfuerzo, conseguir hacer cenizas la mayor parte de ellas, haciendo que pudiera salir de allí. Solté un suspiro ya que me sentía algo debilitada de ante mano. Me arrodille ante Yukiko y poco a poco queme las cuerdas, que desgastadas, rozaban con sus muñecas enrojeciendolas.
Por mas que intentaba reanimarlo, el no reaccionaba y esto hacia que me pusiera aun mas nerviosa y ansiosa.
Me acerque con cuidado al otro chico y me di cuenta de que se trataba de Haru. Poca iluminación que entraba por una diminuta ventana, me permitió ver su rostro con mas claridad. Tenía varios golpes por los brazos y el cuerpo. Su cara, demostraba debilidad y algo de tristeza. Tenia inflamadas las mejillas y una de ellas se tiñio rápidamente de un color púrpura y azulado que se debía al golpe que le había dado aquella persona. El tampoco despertaba y con preocupación, me senté en frío suelo apoyada en la pared de cemento. Al ver aquello, una angustia profunda me hacia notar un nudo en el estomago. No podía quedar aquello así, tenía que hacer todo lo posible para sacarlos de aquí. Me levante decidida y me dirigí a puerta, la cual parecía completamente de hierro. Cogí el pomo de esta y cerré los ojos con la intención de derretir el metal y así poder abrirla. Pero esto no funcionó, me frustró bastante y comencé a golpear fuertemente, con el lado derecho de mi cuerpo, la puerta, cogiendo también algo de carrerilla.

-Para tonta... - dijo una voz que parecía entre cortada.

Me di la vuelta sorprendida y vi que Yukiko se intentaba levantar del suelo débilmente. Rápidamente fui y sin pensarlo, lo que luego me hizo arrepentirme, le di un fuerte abrazo mientras de nuevo se me empañaban los ojos con lágrimas de alegría.

-Aparta, me haces daño. - con algo de descaro me miro y se levantó del suelo.

-Menos mal que estas bien. - dije un poco molesta por su comentario.

Agarrando con su mano, fuertemente u hombro, que parecía dañado, se acerco a Haru y lo miro fijamente.

-Esta bien... Despertara pronto. - dijo el.

Esas palabras me aliviaron bastante y de seguido, me levante del suelo y me puse al lado de Yukiko. Inconscientemente, le cogí de la mano y el ni se inmutó. Yo temblaba algo temerosa pero a la vez, con ganas de aniquilar a el responsable.

-Si sigues cogiendo me de la mano, no voy a poder abrir la puerta. - me dijo el mirándome fijamente.

Con vergüenza me aparte de el y por una parte me sentí aliviada, ya que no dijo que le diera asco que le estuviera sujetando la mano ni nada por el estilo. Yukiko miro el pomo derretido que se había fundido completamente y se había unido con la puerta.

-Tonta, así nos has encerrado mas en este sitio. - con enfado y descaro me miro y de nuevo se giro hacia la puerta.

Los dos nos sentamos minutos después en el suelo y apoyados sobre la puerta. Estaba cansada y no sabía como salir de aquella situación la cual tenia a mi cabeza intrigada pensando el porque de que una persona que parecía tan dulce he inocente, hiciera algo así. Mi cabeza cayó rendida en el hombro de Yukiko y este me rodeo tranquilamente con su brazo. Solté un suspiro de desesperación y minutos después mis párpados comenzaron a pesarme de nuevo, tentando me a dejar que el sueño pudiera de nuevo con migo. Los cerré y a los pocos segundo caí en un profundo sueño que hizo que i corazón se relajara y descansara un poco de todo lo que había pasado.

CONTINUARÁ EN EL CAPITULO 25.

Cuerpo Helado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora