Infinito por Privilegio

Capítulo 26.

Le he contado a mi padre sobre la columna, él está fascinado. Nunca lo he visto tan feliz.

Todavía no estoy listo para contarle lo que intenté hacer en mi fiesta de cumpleaños, y no sé si deba hacerlo. No quiero volver a preocuparlo, no lo merece. Creo que es mejor seguir trabajando con la mamá de Mónica y dejar eso atrás.

Cenamos y vimos Pulp Fiction, papá se ha quedado dormido en la sala, lo despierto para que se vaya a su cuarto. Nos despedimos y nos damos un gran abrazo. Cada quien se dirige a su habitación.

Me siento feliz, creo que he mejorado bastante, y quiero seguir haciéndolo.

Mañana es la gran fiesta doble de Wendy y Sam, el chat grupal no deja de sonar, las notificaciones de mi celular están a punto de estallar, son más de quinientos mensajes.

No quiero verlos, ya pasé mucho tiempo frente a mi computadora y frente al televisor. Tengo que descansar la vista, así que me acuesto a dormir, y lo hago.

Es el día siguiente, me levanto temprano para desayunar con mi padre, él prepara huevos revueltos y yo sirvo jugo de naranja en nuestros respectivos vasos.

Platicamos un buen rato, nuestra relación es más fuerte, le he contado sobre Johanna y todo lo que omití durante el viaje. Él está muy feliz, yo también.

Después de un rato, se fue al trabajo, yo dediqué mi tiempo libre para revisar todos los mensajes que venían de nuestro grupo, ahora son más de mil. ¿Están locos?

He pedido un pequeño resumen, resulta que primero iremos a un parque que rentó la mamá de Wendy solo para nosotros, nadaremos y asaremos hamburguesas, después nos arreglaremos e iremos a un salón de fiestas que la familia de Sam consiguió para su fiesta.

La cita para la primera parte de la fiesta, es a las 2:00 PM. Comienzo a empacar en mi mochila un traje de baño, y un cambio de ropa para más tarde, al igual que mi atuendo para la fiesta de Sam en la noche.

Mónica y Ethan han pasado por mi, estamos en camino a la fiesta, ellos hablan entre sí, yo termino de leer todos los mensajes que siguen enviando, es una locura.

Hemos llegado, el lugar es enorme, y está vacío, tiene dos piscinas y cada una tiene tobogán, también hay un pequeño lago artificial que rodea todo el parque. Somos los primeros en llegar, pues solo está Wendy, junto con su madre.

–¡Wendy! –grita Mónica–. ¡Feliz cumpleaños!

–¡Gracias! –responde Wendy–. Gracias por venir.

–¿Cómo íbamos a perdernos esta fiesta? –dice Ethan.

Los tres nos acercamos y abrazamos a Wendy.

–Feliz cumpleaños –digo.

–¿Quieren comer algo? –pregunta.

–Es mejor que esperemos a los demás –digo.

–No tardarán –dice Wendy.

–¿Y si nos metemos a nadar? –pregunta Ethan.

–Acepto –dice Mónica–. Me estoy muriendo de calor.

Nos ponemos nuestro traje de baño en unos probadores, después vamos directo a la piscina.

Ya han llegado todos, estamos nadando y escuchando música, mientras Drew y Jorge asan carne para hamburguesas.

Una autentica fiesta de verano, todo es tan divertido, todo parece marchar bien.

Vemos como se estaciona un taxi, todos dejan de hacer lo que están haciendo para ver quien sale de este. Se abre la puerta, es Johanna.