Infinito por Privilegio

Capítulo 20.

Estuvimos platicando sobre Johanna otro rato, decidí seguir los consejos de las chicas. Esperar a que ella me escriba.

También estuvimos hablando sobre mi salud mental, creo que eso nos hace cada vez más fuertes. Resulta que cada quien tiene problemas serios, Mónica nos confesó que ella antes pensaba en quitarse la vida, pero al tener una relación tan honesta con su madre, decidió contarle y tomó terapia con ella. Es algo increíble, yo solía no creer en la terapia, pero después de que Mónica nos contara su experiencia, pude ver que si hay un salida para lo que sea que estoy pasando.

Me siento bien, estar con ellos me hacen sentirme en un lugar seguro, no pido nada más, no necesito nada más.

Se nos pasó la tarde hablando sobre nosotros y nuestros sentimientos, ordenamos pizza y terminamos bebiendo la última botella de vino que Wendy y Sam habían traído.

Está por atardecer. Es nuestro último atardecer en Nueva York.

Estoy sintiéndome un poco nostálgico por todo; por Johanna y por que es el último día que pasamos aquí. Mañana tendremos que salir a las 4:00 PM para llegar antes de la madrugada a Cleveland.

La amiga de Brittany, Ashley, nos ha invitado a un club llamado Downtime, ella dice que por lo general solo mayores de dieciocho son los que entrar, pero que afortunadamente conoce al dueño del lugar y al cadenero, y nos espera ahí.

Qué loco, parece que Ashley conoce a todas las personas indicadas en Nueva York.

Creo que es el cierre perfecto para nuestro viaje, ir a un club nocturno. Nunca he ido, espero pasármela bien.

Todos se están arreglando, se ponen sus mejores atuendos. Yo estrenaré la ropa que he comprado.

Estoy algo corto de dinero, ya me he gastado todo lo que mi papá me ha dado para el viaje, por suerte traigo un poco de mis ahorros. Espero sobrevivir la noche y lo que queda de mañana para el regreso a casa.

Pasamos a cargar gasolina antes de irnos para Manhattan, ahí está ubicado Downtime.

Brittany nos ha dicho que por ser jueves, este abre y cierra más temprano, además de que no habrá tanta gente, también por el día, o al menos eso cree. Leer las reseñas en Google no es siempre confiable.

Hemos llegado al club, Ashley y otras tres chicas nos estaban esperando en la entrada. Era cierto, nos dejaron pasar como si nada.

Creo que Brittany mintió, pues hay muchísima gente, todos beben y bailan como si fuera el fin del mundo, es increíble.

Nos pusieron a todos en dos mesas, en estas hay una botella de champaña por cada una, Ashley dice que es un regalo de despedida. Sigo sin poder creer el poder que tiene ella en la ciudad.

Brindamos por nuestras vacaciones, por mí y por nuestro futuro.

Comenzamos a bailar, junto a muchos extraños, pero todos tienen una excelente vibra, no me siento juzgado, creo que ninguno de mis amigos se siente así, todo es tan divertido, tan cómodo, se siente muy bien.

Ya he estado en un par de fiestas, y no se comparan con esto, es un mundo diferente, y honestamente estoy agradecido por descubrirlo, siento como si todos mi problemas no existieran, solo la música y la gente que amo.

Estoy en la fila para el baño, avanza muy despacio y yo muero por orinar, Ethan y Matt están conmigo, también mueren por entrar.

–¿Por qué tardan tanto? –pregunta Matt.

Habla fuerte, pues la música es bastante alta.

–Tal vez deben estar besándose entre sí o algo –dice Ethan.