El Peligro De La Atracción. (Robert Downey Jr y Leighton Meester)

Capítulo 3

Al parecer Marcus no jugaba. Pasó a la hora acordada.

Justo en este momento estábamos pisando los pasillos de el edificio de la empresa "American Downey". Era grande y también lujosa, en vez de paredes la mayoría era de cristal, el edificio contaba con al menos unos 20 pisos, la mayoría de los colores eran oscuros, simplemente era un lugar de negocios.

Marcus y yo habiamos entrado al último piso del edificio después de una larga espera en el ascensor para poder llegar a la planta.

-Tranquila, - dijo Marcus colocando en la parte baja de mi espalda su mano - ya verás que todo irá bien.

Yo solo asentí un poco asustada, pero por qué rayos me sentía así, yo ya no era una niña, podía controlar esto, podía controlarme. Vamos Amber, solo es el familiar de aquel hombre guapo cuya persona lo acabas de conocer, no tienes de que preocuparte. Nada.

- Sr. Hedbrandh, un gusto volver a verlo después de tanto tiempo. - le dice aquella rubia detrás de aquel enorme escritorio.

- El gusto es mío Dina, ya extrañaba esa sonrisa.

¿Acaso le estaba coqueteando?

-Bien, el Sr. Downey se desocupara en unos minutos. - está le sonríe.

-Bien. - ahora se dirige a mí- ¿Lista?

- Para serte sincera, no. Marcus, eres un buen hombre y dudo que no lo seas, pero tienes que entender que no estoy lista para esto... digo... parece...

-Parece...

- Parece... parece como si me fueras a presentar como a una de tus novias...

-¿Novias? - me sonríe pícaramente, lo cual me hace sonrojar.

-Marcus... te acabo de conocer y de un día para otro ya me traes al negocio familiar y si no son nervios lo que esperas de mí entonces no sé que es lo que esperas.

-Amber, la razón por la que te trage aquí no es para presentarte como a unas de mis conquistas, la razón por la que te trage aquí es para que me conocieras, conocieras el lugar el cual trabaja mi familia, solo eso.

-Okey - dije un poco más tranquila y un poco avergonzada después de todo lo que había dicho - te pido una disculpa.

-No tienes de que disculparte...

Cómo había dicho, estaba ya tranquilizando me, pero se me revolvió el estómago en cuanto escuché aquellas palabras.

- El Sr. Downey los recibirá...