El Peligro De La Atracción. (Robert Downey Jr y Leighton Meester)

Capítulo 8

Idiota, idiota, idiota...

Decía para mis adentros.

Aquel tarado me había utilizado. Había terminado con lo que el mismo había comenzado aquella noche.

Pero como dije, me las pagaría, no se quedaría así.

Mi enojo fue interrumpido por el tono de mensaje. Era de Marcus.

Marcus:
Quisiera hablar contigo. Paso por tí departamento en 20 minutos.

Genial. Ahora tenía que ver al otro.

La verdad no tenía ganas de salir, me sentía utilizada, pero la verdad no quería quedar mal con Marcus, así que decidí levantarme y arreglarme.

No tenía ganas de lucir, así que decidí ponerme un short y una sudadera negra. Quería sentirme cómoda.

Como siempre Marcus tan puntual, llegó en tiempo acordado.

Abrí la puerta y definitivamente era él.

- Te invito un café.

...

- Mi tío me contacto, dijo que tenía que resolver algunos asuntos contigo. Dijo que eran asuntos de su socio que al parecer es tu padre. - dijo apoyando ambos codos en aquella mesa blanca.

Nos encontramos en el Hard Rock Café, disfrutando ambos del café americano.

-Sí. - fue lo único que pude contestar.

-¿Sí? ¿Por qué no me lo dijiste? -sonaba enojado.

- ¿Qué? - y yo sonaba tan cortante.

- La parte en la que mi tío y tu padre eran socios.

- ¡Porque no tenía ni una puta idea Marcus! - dije ya algo alterada, empezaba a irritarme la situación.

-Oye ya, perdón. ¿Quieres decirme lo que pasa?

En ese momento quedé decirle todo. Y cuando digo todo, me feriero a todo. Lo que comenzó SU TÍO y lo que terminó. Quería consultarle cada parte de la situación, pero era tan cobarde que no se lo diría.

- No eh tenido un buen día. - pero Marcus sabía que era la peor mentira que ha escuchado. - Solo quiero irme.

-Claro, te llevaré.

- Sí, lo sé.

Y como respuesta me regaló una sonrisa.

...

Había anochecido. Marcus había insistido en caminar un poco, me convenció de que me serviría para poder relajarme.

Abrí la puerta de mi departamento pero me detuve antes de cerrarla.

- ¿Quieres pasar a tomar un café? - le dije a Marcus, quien no se le veía intenciones de irse.

- Sí...

Me sujeto de la cintura y pasó. Ambos sabíamos que no íbamos a tomar café.