Entre sudor y las sabanas, gemidos y placer, pude disfrutar de sus presencia un poco más.
Eran alrededor de las no sé que de la madrugada, no sabia nada estando cerca de él.
Dios... Daria todo lo que tuviera por sentir un millón de veces estas sensaciones maravillosas.
Llegamos a nuestro limite y nos sumergimos poco a poco a la realidad, no quería que se fuera, no ahora. Y sin pensarlo, me rodea con uno de sus brazos y me atrae hacia él.
- Hueles tan delicioso. - dice mientras da un largo suspiro a mi cabellera castaña, depositando un beso en el.
Ese tipos de cariños son los que mas me confudian de él, pero a la vez me hacia sentir como la mujer que nunca fui. No dije nada al respecto de su comentario.
Nos sumergimos en una burbuja de silencio, todo era tan callado ya que nadie más estaba en departamento más que nosotros y Ana, pero era más que obvio que ella estaba dormida desde hace horas.
- ¿Qué tanto piensas? - me pregunto, rompiendo la pequeña burbuja que habíamos creado, dirigiendo su mirada hacia mí, no pude verlo pero sí sentirlo.
- La verdad, nada en concreto. - con ayuda de mis manos, hago espirales imaginarios sobre su piel, húmeda por nuestros actos salvajes. Se detuvieron al momento de escuchar de nuevo sus palabras.
- Eres una excelente mujer, Amber. - tragó saliva. Notaba su nerviosismo, creo que no sabia y no estaba preparado para este tipo de cosas, fuera lo que fuera esto, lo peor, es que yo tampoco lo estaba.
Después de lo que fueron varios minutos, escuche por fin el sueño que cayo sobre él. Al verlo dormir, se veía tan pacifico el ambiente. Durante toda la noche no deje de pensar en las cosas que me han pasado durante mi hospedaje en Los Ángeles, y de lo mucho que giro mi vida al estar a su lado.
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El Peligro De La Atracción. (Robert Downey Jr y Leighton Meester)
FanfictionAmber tiene un plazo de cuatro meses, pero nunca se imagino lo que le podría pasar. Ella se considera una mujer lista y atrevida, teniendo una fuerza que acaba con cualquier problema que se le atraviese. Entre familia y trabajo, el camino le abrió l...