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Al día siguiente de la fiesta, Amy llegó a mi casa. Llegó para exigir una explicación sobre el por qué de mi salida tan repentina. Le conté qué Alex me había invitado antes a ir a esa fiesta. Y que después me vio y no me saludó.

- ¿Y? - dijo Amy sin aún comprender la gravedad del asunto.
- Y, que si me había invitado era porque quería que fuera con él. Y, que si quería que fuera con él, lo mínimo que tuvo que haber hecho al verme debió ser saludarme.

- ¿Y qué importa si te saludó o no? ¿Qué acaso no te cae mal? - touché, querida. Pero sigues sin entender

- Creo que no me has entendido. - dije, intentando formular de nuevo mi argumento sobre por qué me enojó que Alex no me saludara. Pero Amy puso su mano frente a mi rostro, indicándome que no hablara.

- Entiendo. Entiendo muy bien, bae. Estás enojada con Alex porque él no te saludó al verte en la fiesta a la que se suponía que no irías. - reprochó mi amiga, cruzando los brazos. Esperando dejarme callada con su gran argumento.

La verdad, dicho así, mi enojo sonaba estúpido

- Bueno. Quizás tú tengas un poco de razón. - dije resignada. Amy puso un rostro victorioso. - Un poco, eh.

- Claro... - se quedó callada un momento. Como siempre estuviera maquinando una idea genial. - Oye, Alex te invitó a la fiesta. Y a una cita. Dijiste que no a ambas.

- Sí. ¿Qué hay con eso?

- ¿Qué hay con eso? - dijo ella como si lo que hubiera con eso fuera muy obvio. - Lo que hay es que debes decirle que sí a la cita.

- ¿Qué? ¿Por qué? - repliqué. No le hallaba lógica a aquello.

- Porque, ya has sido suficientemente mala. Sin necesidad, Blue Emily

- - - - - - -

- Estás bien, Blue. Además, es con Alex. No es para tanto. - me dije a mí misma viéndome en el espejo. Después de casi una semana del consejo de Amy, acepté salir con él. No era que me quisiera hacer la interesante, es sólo que es enero, casi todos los días hace mucho frío como para salir.

Pero hoy es un día bueno, hace un poco de frío, pero no llueve. Es más, está un poco soleado.

-¿Por qué hablas sobre el clima? No creo que le interese a nadie.- dijo mi conciencia.

Necesitaba la aprobación de alguien. Pude haber llamado a Amy, sin embargo la desconsiderada ni siquiera se dignaba a contestar el celular ni a ninguno de mis mensajes. Pero bueno, no importaba. No la culpo, su vida no gira en torno a mis llamadas.

Me encuentro nerviosa y ni siquiera se por qué. Digo... No es una cita con alguien que me guste. Me gustó, es cierto. Pero, creo que ahora ya no. Es Alex, ¡por el amor de Dios!

Necesito aprobación de alguien acerca de mi atuendo. Sin embargo, en vista de mi soledad, tuve que darme consuelo a mi misma. Lo sé, es deprimente.

El sonido de mi celular hizo que saliera de mis pensamientos. Leí en la pantalla el nombre de Alex.

- ¿Hola?

- Hola Blue, estoy afuera.

- Oh. Esta bien, en un segundo te abro. - dije un poco sorprendida. No se suponía que viniera ahora. Entonces, vi mi reloj. Demonios, eran las 5:30. Entre a mi habitación para vestirme hace dos horas, no sentí el tiempo. Oí como mi celular sonaba al recibir un mensaje.

Hay un perro acá afuera. Parece enojado. No es por presionarte pero... ¿puedes abrirme?

Era de Alex. Salí de mi habitación y fui corriendo hacia la puerta. Al abrirla ahí estaba Alex, sonriendo. Claro, como siempre.

Hola rarezas. Espero que les guste este capítulo. Por favor, voten y díganme que les pareció. Por cierto, dejo el outfit de Blue en multimedia. Besos .

Eva ❤

Antes De Morir (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora