Percabeth en Goode

The Makeup

Annabeth Chase

Mi cabeza dolía, y mi cuerpo se sentía casi adormecido. Deseé nunca haber venido a esta escuela. Deseé nunca haber sido tan ingenua.

Me quedé acurrucada en mi edredón. Bastille suavemente sonando en el fondo. Mi laptop colocada en mis rodillas mientras intentaba terminar mi ensayo de historia, incluso en mi estado.

Knock Knock, vino de alguien fuera de la puerta.

—Pase —llamé.

Piper asomó su cabeza —¿Haz visto a Leo? —dijo ella.

—No, ¿por qué? —pregunté.

—Oh, probablemente no es nada. Él y Percy no están en casa todavía y ya son casi las siete.

—Oh.

—¿Estás bien? —preguntó ella, preocupada.

—Bien —mentí, forzando una sonrisa.

—Okay, ¿quieres que te haga algo de pasta?

—Oh dioses, si.

Piper rió y se fue, cerrando la puerta. ¿Dónde estaban Percy y Leo? ¿Que posiblemente podrían estar haciendo?

Decidí que dormir era el mejor remedio para mi dolor y eventualmente mis párpados se cerraron y caí dormida.

En algún punto, sentí la mano de alguien sobre mi hombro, sacudiéndome ligeramente. Mis ojos se ajustaron a la luz y se encontraron con un par de verdes ojos asombrosos. Percy me sonrió levemente, y sentí el color dejar mi cara.

—Hey —susurró. No dije nada.

—Mira, se que ahora mismo probablemente me odies, y puedo entender por qué. Pero Annabeth, te lo prometo, nunca besé a Bridgette. Y puedo probarlo.

El abrió mi laptop e introdujo una memoria y abrió uno de dos archivos en ella. Un vídeo se reprodujo, un vídeo de una cámara de seguridad de lo que vi en aquel pasillo. Miré atentamente y casi me desmayé cuando vi que el chico que yo pensé que era Percy se daba vuelta y se quitaba una peluca. Max.

—P-Percy...

—Espera, uno más —dio click en el otro archivo, y era un vídeo de otro pasillo. Confundida, miré a la pantalla, hasta que vi como Percy caminaba al otro lado de la pantalla.

—Ese era yo, en ese corredor, a la misma hora en la que tu "me" viste —cerró la laptop silenciosamente.

—Percy —dije en estado de shock, ahora llorando —Lo siento, estaba molesta y salté a conclusiones y te lastimé y...

Percy me abrazó, enrollando sus brazos alrededor de mi y atrayéndome a él. Pasó su mano por arriba y abajo de mi espalda, calmándome.

—Está bien, no te culpo, nunca podría, no es tu culpa —plantó un beso en mi frente, y lo siguió con uno en mi mejilla, luego en mi barbilla, luego en mi cuello, mandando una sensación de estremecimiento por todo mi cuerpo.

—Te amo —murmuré —Te amo, te amo.

—Yo también te amo, Annabeth. Siempre —los labios de Percy se encontraron con los míos, moviéndose juntos en armonía. Solo ahí me di cuenta de cuanto había extrañado su toque, su presencia. Cuanto había extrañado a Percy.

Sus manos encontraron mis caderas, y el las apretó suavemente, sus labios aún contra los míos. Una de sus manos pasó por mi cara, su pulgar frotando levemente mi barbilla.

—Siempre te amaré —dijo cada palabra entre besos, sonriendo ampliamente.

—Eres un idiota —no pude evitar reír, y el me soltó para recostarme a su lado en la cama.

Me miró silenciosamente, un silencio cómodo, su mano en la mía.

—Percy —comencé —Tal vez seré expulsada de Goode.

Sus ojos se ampliaron —¿Qué? —farfulló.

—S-si, ellos atraparon a alguien en la cámara incendiando un almacén en propiedad escolar, y piensan que fui yo.

—¿Fuiste?

—¡Zeus, no! Me han culpado, y si no puedo encontrar al verdadero culpable para el fin de semana, el baile, estaré expulsada y estaré de vuelta en el campamento, estaré separada de ti —enterré mi cabeza en su pecho, casi llorando de nuevo.

—Annabeth, Iría a donde sea que vallas. Pero te prometo que encontraremos al verdadero culpable. No estaría sorprendido si fuera Bridgette —suspiró, molesto y exasperado ante el pensamiento de ella.

—Gracias, Percy. Ahora, puedo oler la pasta de Piper, y estoy tan hambrienta.