Bienvenida al mundo real

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Cuando crees que todo va bien, es porque en realidad todo va mal.

Cuando todo se cae alrededor y ni siquiera estás enterado porque ayudas más a los demás de lo que te ayudas a ti mismo.

La Fé que debería ser para ti se la entregas a otra persona porque crees que eso te hará sentir mejor, pero no.

Se va toda tu Fé, tú esperanza y tu confianza.
Solo porque querías dárselas a alguien que creías no tenía.

Hasta que te das cuenta del lugar en donde estás.

No abajo, sino muy abajo de los otros sueños que empiezan a crecer y hacerse realidad mientras que a ti te tocó verlos sentado desde una esquina, muy lejos, donde los sueños llegan muy tarde a millones de años luz donde todo muere.

Donde te recuerdan que ellos lo han logrado y tú no.

Pero eres demasiado bueno aún para reclamar, alterarte y perder los estribos y lo único que puedes hacer es callar y mostrar una sonrisa rota, aunque nadie lo sepa, tú sabes que se cae a pedazos.

Que esta vez nadie recogerá.

Ni siquiera tú mismo.

Y aunque lo logres.. Te toca arrastrarte hasta el final.