Same Mistakes (One Direction y tú)

RULES(Cap. 9)

Desperté y vi el reloj, 9:00 a.m, eh despertado más temprano de lo que acostumbre en fines de semana. Salí de mi habitación en camino a las escaleras pero me encontré a Zayn con una charola de comida.

- Señorita, justo ahora iba a dejarle el desayuno.

- Oh, claro, claro, ven.- Caminé hacía mi habitación como pude, los nervios que él me provocaba en buena manera me mataban. Entramos y dejó la charola en la mesita al lado de la cama.

- Por cierto señorita. Su abuela me pidió que le dijera que los desayunos en esta casa son a las 7:00 a.m.

- ¿Qué? ¿Tan temprano?

- Así es señorita.

- ¿Y la comida y la cena? Dime de una vez antes de que tenga problemas con esa viej... Con la abuela.- Sonreí.

- A las 3 y a las 8. ¿Se le ofrece algo más señorita?

- No. Bueno, sí ¿podrías hablarme de tú y dejar de decirme señorita? Desde que llegué aquí todo es "señorita esto", "señorita aquello".

- No puedo hacer lo que me está pidiendo, son ordenes de la señora Denisse.

- ¿Acaso vez a la señora por aquí? No ¿verdad? Así que puedes decirme _tn_.

- Está bien... _tn_

- Tienes una linda sonrisa.- Mierda, ¿por qué dije eso? Debo controlarme.

- Y tú eres la chica más hermosa que eh visto.- Inmediatamente me ruboricé.

- ¡Zayn!.- Mi abuela gritó desde abajo.

- Debo irme.- Salió.

- Hasta al rato Zayn.- Hablé lo suficientemente alto, volteó y sonrió.

Caminé hacía la charola que había dejado y tenía el desayuno más completo que nunca antes había visto: Tazón de manzanas picadas, hotcakes con miel, un vaso con jugo de naranja y otro con leche y como postre una porción de brownie con chispas de chocolate. En cuestión de minutos ya había devorado todo en la charola. Se me ocurrió visitar a mi compañero de cuarto del otro lado del pasillo.

- Niall.- Dije golpeando la puerta.- Abre.

- Ya voy.- Pasaron unos segundos y abrió la puerta, estaba cubierto solo de la cintura para abajo con una toalla dejando al aire su pecho, nunca antes lo había notado pero ¡tiene cuadritos!. Me quedé embobada viéndolo.

- _tn_ ¿sigues ahí?.- Dijo chasqueando los dedos enfrente de mi cara. Volví al mundo.

- Ah, sí, sí, perdón... Es que me mareé.- Tratando de justificar el quedarse viendo como idiota el cuerpo, el hermoso cuerpo de tu mejor amigo.

- No sabía que iba al gym.- Dije pasando a su habitación que era lo mismo que la mía pero con colores plateados en lugar de dorado y azul cielo.

- No voy al gym ¿por qué lo dices?.- Comenzó a reír.

- Ajá sí, se nota por tu cuerpo.

- ¿Qué tiene mi cuerpo? ¿Te gusta?.- Me ruboricé una vez más.

- Parece un cuerpo de gym, eso es todo. Eres un maldito.

- ¿Por qué lo dices?.- Puso su cara de desconcertado.

- ¿Qué por qué lo digo? Te la pasas comiendo y en lugar de subir de peso te salen cuadritos. Yo ya me siento obesa pero de comida, aún falta que se note el embarazo.- Me acosté en su cama.

- No estás obesa, obviamente no eres un saco de huesos, pero obesa no estás.

- Gracias por aclararme lo obesa que estoy de una forma delicada.