Same Mistakes (One Direction y tú)

LITTLE BLACK DRESS(Cap. 24)

Siete y media de la noche, ya estoy lista; me eh puesto un vestido negro que mi madre siempre odió que "porque está demasiado corto", pero me llega casi a las rodillas así que no le veo problema, esta vez uso mis zapatillas plateadas que tienen tan solo la mitad de altura de las que mi abuela está intentando acostumbrarme a usar, cabello suelto como siempre y maquillaje. Tocaron la puerta.

- Luz, pasa.- Abrí y Luz entró.- Andy ahorita está durmiendo, es raro que se despierte después pero si pasa se tranquiliza cuando la cargas.

- Entendido, ¿ya te vas?

- No, aún faltan veinte minutos para que Harry pase, pero creo que iré bajando.- Sonreí.

- Bien, por cierto.- Me hizo dar una vuelta.- Luces hermosa.

- No más que tú.- Sonreí. Por alguna extraña razón solo me sonrojo cuándo es un hombre el que me hace un cumplido, por más tonto que suene.- Bueno, ya bajaré.- Me despedí y salí de mi cuarto con mi celular en la mano. Acostumbrando a la altura de los tacones bajé lento y bien agarrada del barandal de las escaleras. Llegué abajo y me senté en el último escalón. Vi el celular buscando perder tiempo y se me ocurrió mandarle un mensaje a Niall.

- Holaaaa.- (7:42).- Leído (7:43).- Esperé a que respondiera, pasaron cinco minutos y volví a escribir.

- ¡Hey! ¿Por qué no respondes?.- (7:49).- Leído (7:51).- Esto comienza a ser irritante.

- Ok.- (7:53).- Leído (7:53).- Ahora sí me enojé. A una mujer nunca jamás en tu vida le debes dejar en leído, tienes que responder a los pocos segundos; eso es lo que deberían saber todos los hombres. Drew entró por la puerta principal.

- Señorita, el joven Harry le está esperando afuera.- Me estiró la mano y ayudó a levantarme.

- Gracias Drew.- Caminé hasta la puerta, salí y vi a un lado de la puerta que estaba cerrado; estaba Harry tan elegantemente guapo como siempre. Se acercó y me tomó de la mano.

- Exactamente a ¿qué club iremos? Entre más normal y de fácil admisión mejor.- Caminamos hacía su auto.

- Ya lo verás.- Abrió la puerta del copiloto y entré, por el retrovisor vi como corrió por detrás el auto, tan hermoso con su cabello volando. En el camino íbamos hablando de música, siempre tenemos prácticamente la misma conversación sobre eso cuando no hay otro tema de conversación. Aunque cuándo hay momentos de silencio entre nosotros nunca es un silencio incomodo, al menos no para mí.

- Odio esto.- Me hice hacía atrás con el asiento.

- ¿Qué cosa?.- No despegó la mirada del camino y las manos del volante.

- Mi vida.- Bajé la mirada.

- Se nota. Siempre que hablas de tu vida bajas la mirada, yo no hago lo mismo y apuesto a que no se nota que yo igual odio mi vida.- Sonrió.

- No, pero por lo que hemos hablado yo lo sé, ¿qué haces para aparentar que todo está tan bien?

- Simplemente no me la paso pensando en eso, por lo regular me lo reservo para mí. Ya cuándo las luces en la casa están apagadas comienzo a llorar, nadie me puede ver así. Y menos con la sociedad queriendo hacerme un "hombre".- Paramos en un rojo.

- Que porquería.- Reí irónicamente.-Antes me repetía mínimo más de tres veces al día "vida es solo una, vinimos a ser felices sin importar lo que piensen los demás, sin sufrir en ningún momento".- Me quedé pensado, pasó a verde el semáforo y continuamos.- Pero bueno eso era antes cuándo mi único problema y preocupación en la vida era no conocer a mi padre, y ni siquiera sé si pueda contar como problema.- Volteé la mirada hacía la ventana de mi lado.