Cazadores de Sombras: Ciudad del Infierno Infinito

Epílogo

El instituto parecía estar vacío, pero se podía oír como en el gran comedor había música. Iglesia caminaba con elegancia por los pasillos hasta llegar a la puerta donde Jem y Tessa le estaban esperando.

- Solo faltabas tú. - Le dijo el muchacho al gato.

Este ronroneo, y las grandes puertas de madera del comedor se abrieron de par en par. Kat estaba abrazada a Dom, mientras que Matt se mantenía unido a Klau, dos de los cazadores de sombras del Instituto de Barcelona que habían conocido a Magnus ese mismo año. Luke y Jocelyn estaban junto a Robert y a Maryse, con copas de un líquido rosa en sus manos. Danielle estaba junto a Daniel, y con Cody y Dylan, los cuales no podían dejar de pelearse entre ellos. David, Will, Cole, Dalton, Dana y Gabe estaban en el escenario cantando con toda su energía, mientras que Cassidy, Alex y Sam bailaban a un lado del escenario donde sus amigos cantaban.

- ¿Dónde están? - Preguntó Jace a Clary.

- Aun no han bajado, estarán arriba preparándose.

- ¿Los tres? - Preguntó Simon. - Espero que no estén haciendo nada indecoroso.

- Cariño, nuestro hijo no es como nosotros. - Dijo Isabelle apareciendo detrás de ellos.

- No quiero saber que significa esto. - Dijo Alec detrás de su hermana. - Izzy, en serio, a veces me das miedo.

- Yo no quiero saber que hacéis Magnus y tú. - Contestó Simon.

- Nosotros empezamos en la ducha, pasamos por la cocina...

- ¡Magnus! - Chilló Alec.

- Cómo si no fuera normal lo que hacemos. - Dijo Magnus encogiéndose de hombros.

Alec se separó de él y se acercó a su parabatai. Este se puso hablar con él mientras Tessa, Jem y Scott se acercaban a ellos. Se colocaron junto a los Herondale, y estos sonrieron al verlos.

- ¿Están bien? - Preguntó Isabelle a ver a Scott.

- Nerviosos. - Dijo el muchacho con una sonrisa. - Pero, ambos están felices.

- Normal, es algo que no pasa todos los días. - Contestó Magnus.

- Una vez al año si, lo que pasa es a ti ya no te importa esta fecha. - Murmuró Jace en voz baja.

- Te he oído Herondale.

Jem, Tessa, Clary y Alec rieron. Pero entonces la música desapareció y las puertas se abrieron. Dean y Serena aparecieron con una sonrisa en el rostro, mientras que Will y Scott se acercaban a ellos. Dean iba vestido con un traje con corbata negra, mientras que Serena iba vestida con una falda negra y una camiseta de color roja, y unas botas de tacón.

- No entiendo porque lo han querido hacer del modo mundano. - Dijeron Jace y Isabelle a la vez.

- Dejadlos, están felices y eso es lo que cuenta. - Respondieron Clary y Simon a la vez.

Siguieron mirando a sus hijos mientras avanzaban con sus parejas hacia el escenario. Los cuatro subieron y todos sus amigos se tiraron encima de ellos, abrazándolos con fuerza.

- ¡Felicidades Serena! - Gritaron. - ¡Felicidades Dean!

Los dos chicos empezaron reír y a llorar por la felicidad que sentían al estar ahí con todos aquellos que les importaban. Dean se separó de sus amigos, cogió un micrófono y habló en dirección al público.

- Yo quiero decir algo. - Dijo el chico. - Solo quería agradecer todo lo que habéis hecho por nosotros, tanto como por mi como por mi parabatai, y quería agradecer que hoy, en nuestro décimo octavo cumpleaños, hayáis venido todos a celebrarlo con nosotros.

- Yo quiero agradecer que sigamos vivos después de todo lo que ha pasado. Que nuestras familias estén aquí, sanas y salvas, y que Scott siga vivo después de todo. - Dijo Serena apartando a su parabatai con un culazo. - Me alegro que todo haya salido bien, y que incluso nuestros amigos de otros rincones del mundo hayan venido hasta aquí solo para estar con nosotros.

En ese momento la puerta se abrió, y un chico rubio de ojos verdes que se intentaba colocar la corbata cuando todas las miradas se colocaron en él.

- ¡Felicidades Serena! - Chilló el chico con la corbata a medio hacer. - ¡ Felicidades Dean!

La chica soltó a su mejor amigo y salió corriendo hacia el muchacho.  Se tiró encima de él y lo abrazó con todas sus fuerzas.

- Gracias tío Jonathan.