Cazadores de Sombras: Ciudad del Infierno Infinito

Prólogo

Clary gritando de dolor dando a luz a una pequeña criatura en el instituto junto a Izzie y junto a su novio Jace, su madre y su marido. El dolor recorría todo el cuerpo de la muchacha, un dolor agudo en el vientre. La pequeña criatura lloró en los brazos de su abuela, cuando se acerca el padre de la niña.

- ¿Puedo cogerla? - Preguntó Jace al ver a su pequeña muñeca.

Jocelyn cogió mejor a la niña y se la pasó al padre con sumo cuidado. El pelo de él estaba enganchado en su nuca, con el sudor, mientras aguantaba a su hija. Se dirigió a Clary, que estaba agotada, con la cabeza echada hacia un lado con los ojos cerrados.

- Mira Clary, parece una muñeca como las de los mundanos.

Ella giró la cabeza en su dirección y puso los brazos para sostenerla. El chico se la situó.

- Bienvenida al mundo de las sombras Serena.

17 AÑOS MÁS TARDE

La sala estaba totalmente oscura y solitaria, la única luz provenía de la ventana. Era la luz de la luna entrando a través de los cristales. La cadena de música empezó a sonar, apareció una silueta de la nada. Era de una chica, de pelo largo, en una cola y delgada. Sus movimientos eran elegantes y cuidadosos con un punto asalvajados. En ese momento entra una silueta massculina, mucho más alto que ella, se pone justo detrñas y la coge por la cintura girandola hasta que se miran a los ojos. La atrae hacia él, sus labios se rozan y acaban besandose con pasión y deseo. Ella encima de la baranda de baile, mientras él la besa por el cuello y sus manos suben cintura arriba, hasta que ella le frena y baja de la barra conrriendo por la sala juguetona. Él la sigue del mismo modo, pero antes se frena para parar la música.

- ¡Serena, espera! - Grita el chico.

- Dean Lightwood eres demasiado lento cariño.