III

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Serena estaba apoyada en su taquilla, junto a su chico, mirando los libros de las materias que les tocaban esa misma mañana.

- Me toca literatura a segunda hora... y no me he leido nada. - Dijo la chica cabizbaja.

- Eso por quedarte toda la noche entrenando. Tendrias que descansar y aprovechar para leer los capitulos de literatura que nos tocaban para hoy...

La chica mira al muchacho con cara enfadada, sabía perfectamente porque su chico estaba tan decepcionado con ella por no haber hecho la tarea.

- No has leido nada del libro ¿verdad?

Dean asiente sonriente cuando ella cierra la taquilla de golpe.

- Al menos has hecho matematicas.

Mira a su chica sonriente y saca su libreta de la mochila con todos los deberes hechos. A Serena tanto numero la marea y eso su chico lo sabe. Ambos se dividen las tareas para no gastar tanto timepo individual, cada uno hace las materias que mejor se le dan, Serena las de letras y literatura y filosofia y Dean las de numeros, ciencias e historia. Haciendo eso ambos tienen tiempo para ir más tarde a entrenar juntos, y más tarde comparten los ejercicios que hayan hecho anteriormente. Al entrar en el aula de historia ambos se sientan en sus pupitres, uno a cada lado de la clase. Dejan sus cosas en la mesa y aprovachan para estar un rato juntos antes de que aparezca el profe.

- Podriamos hacer campana y faltar a historia. Los baños están libres Sere. - Le susurraba Dean, al oido, a su chica mientras la abrazaba por detrás.

- Cariño, como nos vean, nos matan y no quiero tener mi cuchillo serafín lleno de sangre de mundano. - Informaba ella antes de que entrará un chico nuevo por la puerta, con el profesor.

- ¿Chico nuevo? - Preguntó Dean sorprendido.

- Ese mundano es mono.

Dean miró a Serena celoso.

- Y sabes que tú eres el más guapo entre todos estos mundanos.

El chico sonrío y soltó a su chica. La besó con dulzura y se dirgió a su pupitre donde se sentó y sacó todos sus apuntes. Serena miró a su chico detenidamente mientras iba hasta su sitio, donde se sentó de lado.

- Señorita Herondale, sientase bien. - Le llamo la atención el profesor al verla como se sentaba.

Dean se río por lo bajo.

- Lightwood, usted también se podría sentar bien, si no es molestia, claro.

Serena se río al ver a su chico algo humillado. Él sacó su estela, y Serena se asustó.

- No. - Articuló Serena en direcció al chico.

Él la miró y dejó la estela en su lugar.

- Chicos, me gustaría presentaros al nuevo alumno, su nombre es Scott Martín. Epero que le trateis como se merece y que le deis una buena bienvenida.

En ese instante la clase se llenó de murmullos, pero Frank, el chico malo de clase, como él se hace llamar, habló.

- Chicas ¿quién se ofrece a ir al baño con él y darle una buena bienvenida?

Todo el mundo estalló entre risas, a carcajada viva. Dean y Serena miraron al pobre chico nuevo.

- Que maduro. - Soltó Serena al ver la cara de Scott. - Seguro que a ti no te ofrecieron esa oferta cuando llegaste aquí... O si y te la hicieron mal.

- Serena, si me la haces tú, voy encantado. - Dijo Frank sonriendo en dirección a la chica. - Dean, me dejas a tu chica un momento ¿verdad? Viendo tu cara de felicidad, seguro que lo hace bien.

Cazadores de Sombras: Ciudad del Infierno InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora