XVII

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- Serena, ¿cuantas veces te hemos dicho que no salgas del Instituto? - Gritó Jace.

- ¿Ninguna?

- Ah, bueno... Pues ahora ya lo sabes. No salgas del Instituto.

Serena estaba sentada en una de las butacas de la vieja biblioteca. Dean, sentado frente a ella intentaba no mirarla. Clary y Jace estaban paseandose en circulos por una determinada zona de la sala. Scott, intentado enfilarse en una de las estanterias para coger un libro para la chica, el cual cayó de espaldas en el suelo de la biblioteca haciendo que temblaran todas las filas de libros que estaban a su alrededor.

- Scott. - Dijo Serena.

Este obedeció a su llamada y se situó a su lado. Los padres de esta seguían caminando dando circulos, Jace pensativo y Clary intentando calmarle. Izzie y Simon aparecieron por la puerta de la habitación precedidos por Alec que estaba junto a Magnus. Ya estaban todos al completo. Ninguno de ellos se había cambiado de vestimenta desde la última vez que se habían visto. Serena y Dean iban con los trajes negros de combate. Jace y Clary vestidos casuales, y esta con las manchas de pintura aún en la ropa. Simon en pantalones tejanos y una camiseta de The Walking Dead e Isabelle con una camiseta violeta oscura y unos pantalones pitillo con botas altas. Alec con una camiseta de cuello alto azul, y Magnus... Bueno, nadie se giró curioso al verle, iba tan despampante que siempre.

- ¿Qué ha pasado ahora? - Preguntó el brujo.

- Mi tío intentó matarme. - Informó Serena. - Pero tranquilos, estaba todo bajo control.

Scott miró a la chica sorprendido. No tenía nada bajo control en la circumstancia que la había visto. La chica estaba aterrada y asustada, no tenía esa seguridad en si misma que hacía que él se sintiera inferior a ella. En ese momento Serena era una chica normal llena de tatuajes extraños por el cuerpo.

- No tenías nada bajo control, un mundano te salvó. - Cortó Dean.

- Callate Lightwood.

La tensión que había entre ambos era evidente. Los adultos los miraron con asombro. La relación entre ambos nunca había sido de esa manera, siempre se habían tratado con respesto, incluso cuando no eran pareja, pero en esos instantes todo era diferente.

- A ver parejita, ¿qué pasa entre vosotros ahora? - Preguntó Alec mirando a los dos muchachos.

- Nada. - Dijeron al unísono.

Scott mantenía la mirada fija en la muchacha. Tenía el puño apretado en uno de sus costados. Los nudillos los tenía rojos, y en su piel blanca se podían ver las venas que fomaban el sistema sanguinéo de sus extremidades. En pocas palabras, Serena estaba furiosa. Notó la mirada de su amigo fijada en él, sentía el dolor del muchacho pero la cuestión es que lo había decidido él, Dean había decidido finalizar su historia con Serena y así poder abrirle camino a él. Pero Scott seguía sin entender nada, seguía sin comprender como de un día para otro Dean había dejado de querer a Serena de aquella manera que lo hacía él, porqué había intentado distanciarse de ella, había intentado salir con otras chicas, pero jamás había sido capaz de olvidarse de ella. Serena marcó un antes y un después en su vida. Los adultos seguían mirando a la pareja, mientras estos se miraban con irritación.

- ¿Podeis dejar de miraros así? me estais asustando. - Susurró Scott.

- Claro.

Serena bajó su rostro y cogió aire. Alzó la cara y miró a todos los que tenía a su alrededor.

- No saldré más del Instituto. Me voy a entrenar.

La chica calió por la gran puerta sin hacer ruido alguno.

Cazadores de Sombras: Ciudad del Infierno InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora