CAPÍTULO 10

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Nina

Llego al final de las escaleras cuando de repente, alguien me tira del brazo y hace que me gire de golpe. Es Dave. Intento evitar su mirada, no quiero que me vea llorar. No quiero que me vea débil.

-Ey, Nina... No llores... -me dice con dulzura, secándome las lágrimas que huyen de mis ojos mejilla abajo con el pulgar, con una dulce carícia.- Las chicas bonitas no lloran.

Me hace una cálida sonrisa y me abraza, rodeándome con sus brazos alrededor de mi cintura. Rodeo su cuello con mis brazos y apoyo mi cabeza en su pecho, y por fin en mucho tiempo me siento reconfortada. Me siento a salvo.

Me calmo y decido volver a las clases, pero antes debo pasar por el baño para limpiarme la cara, ya que mis ojos rojizos me delatarían. Una vez allí me lavo la cara y me siento renovada. Con tansolo hacerme a la idea de que debo sentarme con quien menos quiero ver me hace vomitar. Creo que he exagerado un poco, pero no es comparable con la humillación que he llegado a sentir, y encima delante de mis amigas.

Me dirijo a la clase y entro con naturalidad. Como siempre, los estudiantes me miran como si nunca hubiesen visto a un humano, que es lo que pasa cuando alguien llega tarde o entra después de que todo el mundo ya esté dentro.

Me dirijo a mi sitio, y sin otorgarle ni una mirada a Josh, me acomodo y me preparo para aprovechar la clase. Voy tomando apuntes, a veces dibujo, y a veces intento evitar a Josh, aunque es muy complicado hacerlo mientras esa persona intenta hacer todo lo contrario. Josh me mira con ojos de corderito degollado, y con sólo una mirada hacia sus ojos, me ha vuelto a debilitar. Veo que saca de su mochila su libreta azul y un bolígrafo, y de repente empieza a perfilar sobre el papel. Arranca la parte escrita y me la enseña.

"Lo siento, no sabía que era tu primer beso."

Me digno a cogerlo y a contestar debajo.

"Sí, yo también lo siento. Siempre dicen que acaba siendo con quien te arrepientes más. Así que supongo que tenía que ser así."

Le paso el papel con inexpresividad. Josh lo lee y puedo ver en su mirada el dolor que le causan esas palabras. Con dificultad coge el bolígrafo y le da la vuelta al papelito. Escribe unos segundos y me lo devuelve.

"No quiero que te arrepientas, Nina."

Río con incredulidad silenciosamente y agarro el bolígrafo con decisión.

"¿Cómo no quieres que me arrepienta, si sé de sobras que sólo me has hecho caer en tu juego? Sólo me has besado para demostrarme que no puedo contigo."

Le paso el papel con un movimiento rápido, y lo lee con la misma velocidad. Su cara va cambiando a medida que pasa de línea. Al terminar, vuelve a lu libreta y escribe en ella, ya que nos hemos quedado sin espacio para añadir nada más. Se pasa como mínimo tres minutos escribiendo, demasiado para alguien que en estas circunstancias no debería decir nada. Me lo pasa, y lo leo.

"¿Te crees en serio que es un juego? ¿Realmente crees que jugaría con alguien que me enseña a ver el mundo en otra prespectiva? No lo he hecho con el fin de hacerte daño. Sinceramente, creo que me hubiera hecho daño a mí mismo si no te lo hubiése dado, porque mis ganas de besarte eran tan grandes que si no calmaba esa droga me hubiese terminado matando. No eres como las demás, Nina. Eres tú misma."

Vaya, me ha dejado impresionada. No lo creo posible, pero se me ha dibujado una sonrisa entre mis lábios, y este acto le hace sonreír a Josh también, que me mira con atención. Fijo mi mirada con la suya, con dulzura, y me muerdo el labio inferior apartando la vista. Me coloco un mechón de mi pelo por detrás de la oreja, pero rápidamente Josh me lo vuelve a tirar hacia delante. Entonces se acerca a mi oído y me susurra:

PERDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora