Nina
Llego a casa después de mi exhaustivo día lleno de importunios, y lo último que quiero es que mi primo y mi padre me hagan preguntas sobre mis ojos rojos, juntamente con mis labios hinchados después de haber llorado durante todo el camino de vuelta. No entiendo por qué lloro por él. No se merece mis lágrimas. Supongo que simplemente, Josh me importa.
-¡Wow! ¿Cuántas veces te he dicho que no consumas sustancias psicotrópicas? -me dice con una carcajada, Alan. Le dirijo una mirada asesina y le lanzo con mucha punteria y mucha fuerza el libro contra la cara, sin arrepentimientos. Él responde con un pequeño grito silencioso.
-No estoy de humor, por si no te has dado cuenta -le ladro, enfurecida.- ¡Y sabes de sobra que yo no fumo!
-De acuerdo, Bestia. ¿Qué tienes pensado hacer hoy? -me pregunta curioso.
-A ver, te digo las diferentes opciones que tengo. La primera es arruinar mi vida, la segunda es arruinar mi reputación, la tercera es arruinar mis amistades, y por último, arruinar mis sentimientos. ¿Cuál crees que hoy debo elegir? -digo con media sonrisa. Él la esboza también.
-¿Hay algo en la carta del menú que no tenga el entrante de arruinar? -me pregunta, chistoso. Se remueve un poco en su asiento.
-Lo siento, pero se nos han acabado los optimismos. ¡Vuelva mañana! -digo con una sonrisa más grande que antes.
-Ves cómo es muy fácil hacerte sonreír? -me dice Alan. Yo lo miro atentamente.
-No, no es fácil. Sólo necesito la persona adecuada y las palabras adecuadas -le replico. Seguidamente le doy un abrazo, y subo escaleras arriba hasta mi habitación, donde me tumbo en la cama débilmente. A través de la puerta del balcón veo una figura estirada en el verdor del patio de su casa, ignorando mi mirada por completo. Cae una lágrima nuevamente por mi mejilla mientras corro las cortinas para no torturarme más.
No llores por quien no se merece tus lágrimas, Nina. Ahora vístete. Tienes un evento importante hoy.
Y así hago, esperando impaciente la noche.
● ● ● ● ● ●
He quedado hoy con Jake en una cafetería para conocernos mejor, pero son en punto, la hora acordada, y no ha aparecido todavía. No soporto a la gente impuntual, pero no me puedo quejar, ya que yo también lo soy. Miro el reloj: las seis y cinco minutos. Vuelvo a mirar el reloj: las seis y diez minutos. Lo peor de que alguien llegue tarde es que me pone en tal grado de mal humor, que luego resulto ser demasiado cortante. Pero soy de enfado rápido: se me causa fácilmente y desaparece fácilmente. También es llamado bipolaridad.
-Lo siento Nina, me he tenido que quedar hasta que los padres de Tim viniesen -dice una voz detrás mío, casi sin respiración. Jake está jadeando, y su respiración, intermitente.
-¿Tim? -pregunto, interesada. No conozco a nadie de su família que se llame así.
-Tim es un niño de seis años del cual hago de canguro -me dice con una media sonrisa, esperando que el hecho de nombrar a un niño pequeño me derrita. Y lo consigue.
Entramos en la cafetería y nos sentamos en una mesa bastante alejada de la puerta, y me sitúo en el sillón cuya visibilidad enfoca directamente a ésta. Me gusta controlar quien entra, por si en un momento dado tenemos que salir corriendo por algo... Imagínate que nos encontramos a Lara... no sería de buen gusto, ni jurarlo. Por eso está bien controlarlo todo un poco, aunque debo reconocer que me gusta tenerlo todo bajo control. Seguramente será por esto por lo que Josh me frustra tanto: me lo pone todo patas arriba.
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PERDIDA
Teen FictionUna chica. Un sueño. Un destino. Dos personas. Nina se encuentra en un conflico: no sabe si dejarse llevar por sus sentimientos, o evitar lo inevitable. Una persona, la cual menos sospecha, le hará la vida muy difícil. ♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡ -Te odio. -Yo tambi...