PERDIDA

CAPÍTULO 14

Veo como Josh coge de la cintura a Lara y la arrincona en una columna, donde empieza a besarle el cuello y a pasar su mano por todo su cuerpo. "Lo hace con todas..." pienso con repugnancia. Y no me falta razón. No dejo de fijar los ojos en ese par de víboras, entonces Lara me mira directamente a los ojos. No aparta la mirada mientras Josh la besa, como queriéndome provocar. No la soporto, y a él tampoco. Desvío la mirada, incómoda, y la dirijo a Jake, que también está atónito.

-Bueno, parece que no le importo tanto como parecía -le digo a Jake.

-Me... me sabe mal, Nina -tartamudea.- No tenía presente que podía llegar a ocurrir esto. No quería darte ilusiones.

-¿Ilusiones? Perdona, pero tampoco tenía intención alguna de salir con él. Ni siquiera intención de ilusionarme.

-Ah, pues disculpa de nuevo -dice arrepentido.

-Jake, no te disculpas todo el rato -le replico.- No tienes culpa de nada, así que no hace falta atribuírtela.

-Vale, perd... -lo miro inquisitivamente y antes de continuar me sonríe.- De acuerdo.

He perdido la fe en una persona, pero ha aparecido en otra, en Jake. No pensaba que llegase a ser tan abierto ni que me intentara apoyar en los peores momentos.

-Oye, ¿te gustaría algún día... no sé... tomar un café conmigo? -me dice nervioso. Yo me lo pienso. No quiero que pase lo mismo que con Josh, pero aún así, me arriesgo.

-De acuerdo, aunque detesto el café -digo con una sonrisa. Jake suelta una carcajada tímida.

-No pasa nada, siempre puedes tomarte un helado mientras yo bebo dos litros de esta deliciosa bebida -dice haciendo un poco el tonto. Jake me cae bien.

Josh se despega de su nueva víctima y se apoya en la fachada de la pared, y se queda hablando con ella. No puedo llegar a escuchar lo que hablan, pero viniendo de ellos dos mejor no saberlo. Al fin y al cabo, son tal para cual: falsos, interesados y creídos. Me alegro que compartan mutuamente esas características y no con el resto del mundo inocente.

Me pido ser dama de honor para la boda, para meterle todos los pétalos a Lara por donde no brilla el sol.

Estamos a pocos metros de distancia, y puedo observar como Josh fija su mirada con la mía. Josh esboza una pequeña sonrisa de satisfacción, y yo le muestro la mía, juntamente levantando mi queridísimo amigo llamado: dedo del medio. Josh se ríe y aparta la mirada.

-¿Tienes alguien que te lleve a casa? -me pregunta Jake. Yo dirijo mirada en él.

-No, y sinceramente, me gustaría irme de este fiasco llamado fiesta. No quiero que...

Unas luces azules y rojas cegadoras vienen por el largo de la calle, emitiendo su sirena ruidosa que te ensordece los tímpanos.

-¡La pasma! -grita un desconocido que está en la puerta.

De repente, toda la multitud de la gente huye de la casa pasando por el jardín, y cada vez hay más. No comprendo nada, Jake ha salido corriendo y no sé que ocurre. Veo como los coches aparcan y los agentes saliendo del coche. Un chico pasa cerca de ellos y lo cogen, esposándolo y llevándoselo arrestado. Una muchedumbre corre en dirección contraria de donde estoy parada, y veo como un agente fija la mirada en mi y se acerca. Pero de repente, alguien me estira de la muñeca y me hace correr detrás suyo, arrastándome.

-¿Estás bien? -me pregunta casi gritando. No se oye con todo el escándalo que hay. Yo sigo un poco desorientada.

-Sí, sí... -entonces es cuando me doy cuenta de quién es. Es Josh.- ¿Por qué haces esto, Josh?