CAPÍTULO 21

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Desconocido

Hoy Nina no se ha dignado a aparecer por el bachillerato. Quizás ha descubierto que la espío y no se siente cómoda que sepa a dónde va a todos lados. Pero Josh tampoco ha venido, y sólo espero que por su propio bien no estén juntos.

Estoy navegando por Internet, en el glorioso Google, hasta que algo me llama la atención, una página en particular. Entro decidido a hacer la mejor compra que podré hacer contra Nina y Josh. La mejor inversión para evitar que ambos estén juntos de nuevo. Aunque quizás no lo vaya a necesitar del todo.

De repente, me llega un mensaje.

Lara, 20:13 pm

Sé lo que quieres hacer, y no dudaré en contárselo a Josh y a Nina a menos que...

Me quedo de piedra en leer el mensaje. ¿Cómo puede esta niña repelente saber sobre mi glorioso plan? Quizás va tansolo de farol... Pero no me puedo arriesgar.

Yo, 20:15 pm

¿A menos que...?

Lara, 20:15 pm

Que me dejes colabrorar. Se la forma perfecta para que esos dos no estén juntos. Nina me debe una muy grande, no me puedo permitir que esa estúpida gane.

Yo, 20:16 pm

Cuidado con lo que dices, bonita. Ni se te ocurra poner un dedo encima de mi Nina, porque de bien seguro que te las haré pagar muy caras.

Lara, 20:16 pm

¿En serio, a ti también te gusta? Sois una panda de descerebrados. Pero lo que hagáis con vuestras vidas me importa un comino, yo lo único que quiero es que Josh sea mío.

Me lo pienso unos instantes. ¿Realmente dejarla entrar en mi plan maestro es una buena idea?

Yo, 20:17 pm

De acuerdo. Será nuestro secreto.

Nina

He vuelto a casa justo a tiempo antes de que volviese mi primo de la universidad, y esa escapada con Josh me ha hecho relajar mis culpas interiores. Casi nunca he ido a visitar a mi madre a la cárcel, no es algo que me entusiasme. Lleva ahí des de que era pequeña, y ya me he acostumbrado a vivir sin ella.

-Hermanita, ve preparándote -me grita mi hermano des de abajo. Seguramente lo habrán escuchado hasta los vecinos de al lado.

-¿Arreglarme para qué? -pregunto extrañada. He tenido que alzar un poco más la voz, al estar en mi habitación, no se escucha muy bien si hablas con alguien des de la otra punta de la casa.

-Para la fiesta. Es hoy -me responde él.

-¿¡Qué?! ¡Ya podías haber avisado con más tiempo! -me quejo con un gruñido mientras corro al armario, para ver qué puedo ponerme. Realmente no tengo mucho que valga la pena, pero he encontrado un vestido negro ajustado que me compré hace un año, y que es sencillo y elegante a la vez. Mis pies se visten en unos tacones negros, no muy altos, pero que me estilizan las piernas. La realidad es que no se andar con tacones, parezco un pato mareado. Pero intentare ser lo menos catastrófica posible.

Bajo las escaleras como puedo, y noto como mis primo y su amigo fijan la mirada en mí.

-¿¡Qué llevas puesto?! -exclama escandalizado mi primo. Noto como se queda impactado. Yo doy una ojeada a mi vestimenta, y lo vuelvo a mirar.

-Yo creo que está bien... -respondo.- Es elegante pero sencillo.

-Y corto. Creeme, yo soy chico, y eso nos vuelve locos -dice sin quitarme ojo de encima.- Vas a tenerlos en tus pies, reina.

PERDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora