Llevo por lo menos veinte minutos sentada en el frío sillón de cuero gastado de la oficina de Will. Observo el reloj de la pared por cuarta vez, "06:45". Me abrazo a mi misma, el viento helado se cuela por todas partes y mi uniforme no parece ser suficiente para enfrentar el gélido clima.
Me pongo de pie y comienzo a pasearme, Will está tardando demasiado, no me agrada estar en este lugar y mucho menos sola. Me acerco lentamente al escritorio, paso un dedo por la vieja superficie, mi mano llega a la manilla del único cajón de éste; hecho un vistazo a la puerta antes de abrirlo.
En su interior encuentro una carpeta, algunos lápices y una que otra chuchería. Saco la carpeta y la ojeo rápidamente haciendo un escaneo superficial de lo que contiene. Hay varios documentos personales de alumnos y otros que debo leer con tiempo para comprender de que se tratan, entre ellos uno llama mi atención, es una ficha escolar, no cualquiera, es la de Will. Quiero leerla, pero persivo el suave golpe de las pisadas acercándose.
Guardo todo rápidamente y corro al sillón, me lanzo a este justo en el momento en que la puerta se abre dejando ver a un somnoliento Will.Entra sin prestarme atención, lleva puesto un suéter azul marino que sólo deja ver el cuello y mangas de su camisa, un gorro gris cubre su cabello y está usando botas al estilo militar que lo hacen parecer más rudo de lo que ya simplemente puede llegar a ser.
Me mantengo en silencio un minuto esperando que diga algo. Quinta mirada al reloj, "6:58". Tomo el paquete que se me fue entregado ayer el cual se mantuvo en el suelo todo este tiempo. Me acerco al escritorio y lo dejo allí, al ver que Will no me mira decido marcharme. Doy media vuelta para caminar hacia la puerta cuando él tomó la manga de mi sueter.
Me volteo a mirarlo.
—Te sentarás en mi mesa en la comida. Necesito que te encargues de algunas de mis tareas.—Soltó mi manga y volvió a ignorarme mientras se encargaba del paquete. Me quedé parada allí un momento procesando sus palabras. Levantó la vista y alzó una ceja hacia mi.—¿Por qué sigues aquí?, vete ahora o llegarás tarde a clases.
Asentí lentamente mientras caminaba hasta la puerta, notando lo extraño de su comportamiento. ¿Por qué no está gritando? ¿Por qué no parece enojado por lo de Sasha?. Por el contrario parece cansado.
Me marcho del lugar sin decir nada. Si bien esperaba que me hechara la bronca por mentir, siento un gran alivio de que no lo hiciera.
Cuando llego a mi primera clase Lou me resive junto a un batallón de preguntas. Puedo entender que ella sienta que algo extraño pasa, es muy obvio; Will es muy obvio.
—¿Como es que de un día para otro Will a comenzado a hablar contigo? No encuentro una excusa necesaria para eso Alice.—Fue una de las primeras balas que disparó. Bajo la mirada a mis dedos entrelazados en mi regazo, no quiero mirar su cara porque siento que su cabeza dará vueltas y sus ojos se saldrán en cualquier momento. Lou no ha parado de hablar desde que entré y dije la palabra "hola".
—Hay un asunto que estamos resolviendo.—Levante la vista. No pude evitar no decir más que eso, por alguna razón si decía lo del trato con Will me daba la impresión de que la cabeza de Lou explotaría.
—¿Asuntos?—Levantó una de sus perfiladas cejas.—¿Que clase de asuntos puedes tener tú con él?
—Es cosa mía Lou.—Me encogí de hombros tratando de que ella no continuara con el tema.
—¿Que pasa contigo?, ¿Estás mal de la cabeza? ¡Alice, ese idiota trató de ahogarte!—Cerré los ojos mientras ella levantaba la voz. Podía comprender su exasperación, para mi esto también es muy loco, pero no puedo decirle aún que estoy de mensajerita y trabajadora personal de Will. Ella me mataría.
ESTÁS LEYENDO
Lágrimas de cristal
Teen FictionUna historia apasionante que te envolverá en el encantador misterio del amor entre Will y Alice. Un renegado y una chica condenada a pagar por un crimen no cometido se sumergirán en conflictos y sacrificios para superar la barrera del amor y odio. ...