capitulo 21

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Clara estaba asustada no sabía a donde ir, ni que hacer, estaba en un futuro desolado, donde apenas quedaban restos de civilización.

-Oye niña, ¿puedes ayudarnos? - dijo un anciano cansado
-¿Qué ocurre? - dijo Clara preocupada
-Están atacando nuestras aldeas y no tenemos donde ir - dijo el anciano asustado
-¿Quién os está atacando? - preguntó Clara intrigada
-Son unos saqueadores que antiguamente eran conocidos como guardianes - dijo el anciano apoyándose en la pared - Son muy fuertes y nadie puede con ellos, pero tú tienes un brillo que me ha dado esperanza
-Intentaré hacer lo que pueda - dijo Clara con el pulso a mil

Clara dejó sentando en el suelo al anciano, mientras le decía dónde encontrar su aldea.
SI realmente eran ellos, Clara no podría hacer nada.

-Si en diez minutos eran más rápidos que yo en diez años, no quiero imaginármelo - dijo Clara en voz baja - Espero poder con ellos - dijo mirando las pistolas

Clara no se detuvo mucho, peor durante el camino vio los grandes edificios derruidos y hechos polvo. Los guardianes se habían excedido está vez.
Clara iba mirando a todos lados mientras entraba en la aldea destruida, por el humo y las llamas hacia muy poco que habían estado.

-Perdona, ¿vienes a ayudar? - dijo un hombre con el rostro tapado por una capucha
-Sí, bueno, venía a ver qué había pasado y ver si encontraba a los guardianes - dijo Clara sorprendida por el ambiente.
-No te molestes, los guardianas atacan y se van, no hay forma de dar con ellos - Dijo el hombre mirando la aldea
-Y usted, ¿Qué hace aquí? - preguntó Clara intrigada por el hombre misterioso
-Llegué tarde, mi grupo se encarga de detener a los guardianes, pero he llegado tarde de nuevo - dijo algo decaído
-Bueno, seguro que la próxima vez los detenemos - dijo Clara intentando animarle

En ese momento un pitido interrumpió el incómodo silencio que había entre Clara y el hombre.

-Oh, perdona - dijo arremangándose la manga del jersey que llevaba debajo de una especie de poncho - Mierda, están a quinientos kilómetros, no vamos a llegar a tiempo - dijo el hombre enfadado
-¿Cuánto tardan en destruir una aldea? - preguntó Clara sonriendo
-cuarenta minutos, pero no llegaremos nunca - dijo el hombre confuso
-EN cinco estamos allí - dijo Clara sonriendo
-¿cómo? - dijo el hombre mientras Clara lo empujaba contra su espalda y empezaba correr

Clara corrió lo más rápido que podía con una persona encima y en siete minutos estaban en la aldea atacada.

-Increíble - dijo el hombre - hacía años que no veía anda así
-Venga, no hay tiempo que perder - dijo Clara entrando en la aldea

Nada más pasar cinco personas estaban atacando hacía todos lados, viento, truenos, gas, lluvia, relámpagos se juntaban en las manos de aquellas personas.

-Esos no son los elementos de verdad - dijo Clara en voz baja
-Vamos - dijo el hombre echando a correr

Mientras el hombre corría la capucha se desplazó hacía a tras dejado visible un oscuro cabello negro y debajo del poncho, en sus manos se extendían dos cuchillos negros.

-¿Mark? - dijo Clara en voz baja

Omitiendo lo que vio Clara fue rápidamente y comenzó a disparar a los elementos en las piernas para que no pudieran correr más. Mientras el hombre se movía ágilmente entre ellos provocándole pequeños cortes en las manos para que no usaran los poderes. Pero al ver su estado los elementos que estaban destrozando la aldea se disiparon en el aire.

-Mierda - dijo Clara golpeando el suelo con el pie
-AL menos no han destruido la aldea - dijo el hombre enfundando los cuchillos
-No es Mark - dijo Clara decepcionada
-¿Decías? - dijo el hombre sorprendido
-Nada, pensaba en alto - dijo Clara sonriendo - Por cierto me llamo Clara - dijo extendiendo la mano
-Mucho gustó, te diría mi nombre, pero lo olvidé todo hace mucho tiempo, me suelen llamar Gladius - dijo sonriendo
-Un placer - dijo Clara sonriendo
-No creo que ataquen más por hoy, y el refugió está cerca de aquí, ¿quieres venir? - dijo Gladius sonriendo
-Claro y ¿cómo es que tu refugió está a quinientos kilómetros de donde te encontré?- preguntó Clara riendo
-Bueno, vamos buscándolos siempre, y me alejé demasiado y terminé allí - dijo Gladius riendo

Clara y Gladius fueron al refugio que se encontraba en una gran casa abandonada cerca de la playa.

-Bueno, somos tres más sin contarme a mí - dijo Gladius sonriendo - Espero que os llevéis bien

Clara entró en la casa y se encontró a una chica con el pelo rojizo, aunque algo apagado, una chica practicando con un arco y monje estudiando unas tablillas. Clara no tenía dudas de que eran ellos, pero se veían tan diferentes

Los 4 elementos el renacer del aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora