Los 4 elementos el renacer del agua

Capitulo 38

Clara, Carolina y Mark estaban esperando a Natalia y a Sonny en la puerta del hospital. Mientras esperaban, Mark decidió poner un poco al día a Carolina.

-¿Entonces Johan está atrapado? - preguntó intrigada

-Sí, lo tiene el maestro encerrado mientras preparan lo necesario - explico Clara brevemente

-No se que tramará, pero Johan se ha perdido para siempre, tanto él como su hermana - dijo Mark apoyandose en la pared

-Así que no hemos ganado - dijo entristecida - Quería recuperarle

-Carolina, no se ha podido y lo hemos intentado todo - dijo Mark acercándose hacía ella y dándola un fuerte abrazo. Los cálidos brazos de Mark la tranquilizaron un poco. Pero no salían los problemas de su cabeza.

-Ya estamos perdón por la tardanza - dijo Natalia saliendo del hospital junto a Sonny

-No pasa nada, estábamos poniendo al día a Carolina - dijo Clara sonriendo

-Será mejor irse - dijo Mark agarrando de la mano a Carolina

El grupo se subió al coche y puso rumbo al templo, donde acabarían por fin con Johan. Durante el viaje apenas hablaron entre ellos. Había sido un fuerte shock enterarse de todo el tiempo que estuvieron encerrados. 

Tras unos minutos llegaron al templo y se reunieron con el maestro.

-Me alegro que esteís todos bien - dijo con una sonrisa 

-Bueno, aún estamos tocados - dijo Sonny sonriendo - Pero vamos a lo que nos interesa. ¿Qué pasa con Johan?

-Bueno, es delicado, pero casi esta echo ya - dijo mirando a Carolina fijamente - ¿Qué te ha pasado en la cara?

-Ah...esto no es nada - dijo algo agoviada - Un corte que está tardando en curarse

-Es raro, pero ahora tenemos otros asuntos, luego vuelvo contigo - dijo muy serio - Gracias a Carolina ha sido más fácil todo, el golpe que le dio a Johan lo dejó en un estado de trance, en el cuál no despertará nunca, pero no podemos arriesgarnos a ello, por lo que hemos preparado un ritual - explicó de la forma más clara posible

-¿Un ritual? ¿Como los satánicos? - preguntó Natalia curioseando

-Parecido, pero con la diferencia que lo que haremos es destruir a los dos espíritus que viven dentro de él - dijo mientras echaba a andar

Los demás lo siguieron en silencio a través de los pasadizos del templo. Hasta que llegaron a una gran sala donde estaban varios miembros antiguos y Johan en el centro.

-Bueno, toda esta gente, son antiguos elementos y maestros del templo, no ha sido fácil reunirlos a todos y han faltado muchos, pero creo que servirá - dijo el maestro pensativo

-¿Y nosotros que haremos? - preguntó Mark mirando a la sala

-Lo mismo que los demás - dijo uno de los asistentes - Deberemos dar parte de nuestra sangre para liberar su cuerpo y encerrar a los espíritus

-¿Me estaís diciendo que tenemos que dar sangre? - pregunto Mark molesto - ¿Que clase de salvajada es esta?

-No podemos matarle sin los demás elementos, por lo que siempre estará aquí - dijo el maestro calmadamente - Es la mejor opción

-A ver, se que somos los nuevos - dijo Carolina algo tensa - Pero hemos peleado miles de veces con él y se que se le puede matar, estamos todos - dijo señalando a sus amigos 

-No tenéis ni idea, venís como salvadores y solo habéis empeorado todo - dijo un señor encapuchado - Nosotros salvamos al mundo miles de veces y encerramos al espíritu del agua todas las veces, ahora tenemos que encerrar a dos.

-!Miré a mi no me diga que lo hemos empeorado porque hemos echo lo posible por proteger a todos¡ - gritó Carolina en la sala - Así que cierra la boca

Por un momento todos se quedaron callados al ver la reacción de Carolina, no era algo normal que saltara tan pronto y mucho menos a una persona mayor.

-Esta chica tiene coraje - dijo un presente riendo - Ojala hubieran sido así en nuestra época ¿eh?

Mark agarró la mano de Carolina para que no hiciera nada de lo que pudiera arrepentirse. Carolina se giró enfadada hacía Mark, pero al ver su rostro se calmó la situación.

-Estaís cansados, lo entiendo, pero os necesitamos para hacer esto - dijo el maestro aliviado

Carolina le dió la mano a Natalia, y se llevó a Mark y a Natalia hacía el centro de la sala.

-Clara ven tu también - dijo sin girarse

Carolina espero a que Clara estuviera con ellos. Se puso de rodillas al lado de Johan y junto sus manos. Un brillo apareció de entre sus palmas y una espada transparente apareció de la nada.

-Mark, Nat y Clara ponen vuestras manos en la espada - dijo mirando a Mark a los ojos .Este no puedo evitar ver como las escamas negras sobresalían de la venda casi alcanzando el ojo derecho de Carolina. Se notaba en su mirada que estaba preocupada, pero no iba a frenarla ahora.

-Te ayudaré en cuanto acabe esto - susurro en el oido de Carolina

-Gracias - dijo sonriendo - Ahora concentrar vuestro poder en la espada y dejad que haga el resto.

La espada comenzó a brillar en muchos colores, negro, amarillo, verde y rojo mezclados en la hoja de la espada. Carolina había echo la espada de los elementos. Los asistentes de la sala no podían creer lo que estaban viendo. 

-Vale, ahora debemos clavarla en el pecho de Johan - dijo algo nerviosa 

La mano de Mark se apoyó en la mano de Carolina para que se calmará, pero por más que lo intentaba las escamas aparecían de nuevo. 

Los cuatro juntos clavaron la espada en el pecho de Johan de un solo golpe y un fuerte grito emanó del borde de la espada. Una figura fantasmal salió volando, pero fue absorbida por la espada y una débil figura azul se alzó débilmente del filo de la espada con una gran sonrisa mientras la espada lo absorbía. 

la figura fantasmal aparecío de nuevo rugiendo y gritando miles de palabras hasta que se detuvo frente a Carolina y sonrió. 

-Esto no acaba aquí - dijo mientras se dejaba absorber por la espada sin oponer ninguna resistencia

El espectáculo de luces y fantasmas finalizo y la espada quedó clavada en el pecho de Johan, mientra los asistentes se recuperaban de aquel gran poder. Carolina se desmayó en el suelo, pero antes de que golpeara su cabeza con el suelo Mark la sujetó con todas sus fuerzas.

-La llevó a una cama - dijo rápidamente - Nat, Clara, explicad esto y nos vemos ahora

Mark salió corriendo hacía la habitación de Carolina mientras iba mirando a ver su rostro. 

Las escamas se habían detenido al borde de su ojo. No parecía que hubieran avanzado más, pero todo era muy extraño. Carolina podría estar en peligro.

Mark dejó a Carolina en la cama y tras un beso en la frente se quedó a su lado hasta que su pulso se volvió estable.

-Lo siento pequeña, te ayudaré - dijo rozando las escamas suavemente