capítulo 4

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La noche se fue acercando poco a poco, y aún no había movimiento de los elementos. Mark seguía tirado en el suelo sin poder moverse, Carolina seguía en el tejado con la mirada perdida en el cielo nocturno y Natalia y Sonny habían logrado moverse levemente arrastrándose por el suelo, pero sin mucho éxito.
La luz de la luna golpeó directamente en Mark y las heridas comenzaron a arderle. Un grito desgarrador sonó en la noche.
Mark se levantó dificultosamente con el cuerpo ardiendo y las heridas en carne viva.

-Odio está sensación - dijo Mark mirando el escenario - ¿Cuánto tiempo habrá pasado?

Mark miró a Natalia y a Sonny y se acercó a ellos. Les midió el pulso y al notarlo los llevó dentro del templo.

-¿Dónde estará Carolina? - se preguntó Mark mirando a todos lados

Tras buscar cerca del templo, Mark notó una leve respiración encima de él. Mark subió rápidamente al tejado del templo y se encontró con una Carolina destrozada y con heridas por todo el cuerpo.

-Tranquila, ya estás bien - dijo Mark abrazándola con cuidado
-Gracias - dijo con una débil voz

Mark bajó con cuidado a Carolina y entró en el templo con ella. La colocó al lado de Natalia y comenzó a preparar algo de medicina para curar las heridas.
Poco a poco los demás miembros del templo regresaron del escondite, y al encontrar el panorama no sabían que hacer.

-Mark, ¿Qué ha pasado? - dijo Sirius asustado
-Johan se ha unido al espíritu del aire, es imposible que le derrotemos ahora mismo - dijo Mark aplicándole un ungüento a Natalia en las heridas - Vamos a tener que entrenar mucho más
-No creo que podáis al menos no así - dijo Sirius mirando las heridas de Mark
-Lo sé, pero no vamos a dejarle que vaya a su libre albedrío - dijo Mark enfadado
-Mark, tus heridas apenas se han curado con tus poderes, ¿crees que tenéis una posibilidad contra él? - dijo Sirius agarrándole del brazo

Mark le miró fijamente a los ojos, y siguió curando las heridas de sus amigos.

-No voy a dejar que esto se repita - dijo mientras una pequeña gota se escurría por su mejilla

Mark terminó de curar a Carolina y los fue llevando uno a uno a sus habitaciones. Mientras los demás miembros del templo se ocupaban de recoger los destrozos de la batalla.
Una vez Mark dejó a Carolina en la habitación se marchó hacía la biblioteca del templo.
La biblioteca era la única habitación que permaneció intacta durante la anterior pelea. Aunque algunos libros de dañaron. Mark comenzó a buscar los libros relacionados con los elementos y allí permaneció toda la noche leyendo sin descanso.

Un leve rayo de sol entró por la habitación de Carolina. La luz jugueteó por su rostro hasta finalizar en sus parpados haciendo que se despertará.
Gracias al ungüento de Mark tenía las heridas casi curadas.

-Gracias Mark - dijo en voz baja

Carolina se levantó algo dolorida, había sido una batalla desastrosa para ellos. Apenas consiguieron rozarle un par de veces.
Carolina estaba enfadada consigo misma, siempre había ganado cada batalla y está vez perdió sin hacer nada, y además Mark tuvo que salvarla.
Poco apoco bajó hasta la entrada del templo, pero no encontró a quien buscaba, solo una Natalia algo despistada.

-Hola Nat, ¿Qué tal? - preguntó Carolina sonriendo
-No lo sé, ha sido todo demasiado fuerte - dijo Apretándose el brazo - ¿Mark está bien?
-Espero que sí, no sé dónde está - dijo Carolina preocupada
-Ya vendrá - dijo Natalia para animarla

Ambas se quedaron mirando la entrada del templo, donde hace apenas un día estaban medio muertas. EN ese momento Sonny apareció con bolsas repletas de armas.

-¿Qué es eso? - preguntó Natalia intrigada
-Voy a entrenar, no pienso quedarme fuera está vez - dijo Sonny seriamente
-Debes descansar - dijo Natalia preocupada
-Mark no ha parado en toda la noche, no voy a quedarme atrás - dijo molesto
-¿Sabes dónde está? - preguntó Carolina con un brillo en los ojos
-En la sala de entrenamiento, no ha parado - dijo Sonny sonriendo - A este ritmo te pasa Carolina

Carolina no hizo caso a las últimas palabras de Sonny y fue corriendo lo más rápido que podía a la sala de entrenamiento.
Cuando llegó lo primero que vio fue la puerta abierta y sangre goteando del picaporte.
Al entrar el panorama no era mucho mejor, la sangre cubría parte de la sala y el tatami y en el centro del tatami Mark estaba sentado cubierto de sangre por todos lados.
A Carolina le dio un vuelco el corazón al verlo, pero la mirada cálida de Mark la hizo calmarse un poco.

-Mark, ¿Qué ha pasado aquí? - preguntó Carolina evitando los charcos de sangre
-La sangre no es mía - dijo sonriendo - Es un nuevo programa de entrenamiento - dijo Mark levantándose del suelo
-Menos mal - dijo Carolina aliviada - ¿Entonces de quién es?
-¿Recuerdas los monstruos del ejército del aire? - Dijo Mark sonriendo - HE conseguido recrearlos para poder usarlos para entrenar y la sangre es porque uso trozos de carne para que sean más resistentes
-Estás loco Mark - dijo Carolina asustada - Tú no eres así
-Tenemos que ganar - dijo Mark molesto
-Pero no así - dijo Carolina enfadada - Quiero que vuelvas a ser tú, no un científico loco

Esas palabras llegaron al corazón de Mark que lo dejó sin respuesta. Carolina abandonó la sala de entrenamiento dejando a Mark solo y con un fuerte dolor en el corazón

Los 4 elementos el renacer del aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora