El evento se estaba llevando a cabo en la sala magna de la editorial. Un enorme recinto con paredes acolchonadas y piso alfombrado en tono gris. Con dos grandes pantallas, una a la entrada y otra al fondo, donde se proyectaba el itinerario. Un banner vertical anunciando a nuestro autor invitado, quien ya se encontraba sentado en su sillón giratorio color hueso sobre una tarima, frente a él, estaban dispuestas aproximadamente unas treinta sillas. Pocos, pero eficaces, fueron los meseros que se encontraban sirviendo vino tinto a los presentes bajo los acordes de la música de cóctel que flotaban por toda el área. Todo era tal y cómo lo había imaginado. Me agradaba, y Zuri, quien se encontraba reunida con varios hombres de traje, no hacía más que agradecerme en silencio.
En punto de la una de la tarde Austin –Bastille- se adueñó del micrófono y todos nos concentramos en su versión de la historia, al tiempo que interactuaba con varias lectoras. Quise seguir el ritmo, pero no podía. Harrick seguía ignorándome y ya no me estaba dando buena espina. Kennedy quería algo con él, y él estaba molesto conmigo, se encontraba vulnerable a la tentación. Me escabullí hacia la esquina, detrás de una planta alta, y saqué mi móvil. El mensaje que le había enviado cuarenta minutos atrás, seguía solitario en mi bandeja de entrada. Caminé cabizbaja hacia Bastille para seguir escuchándolo, pero en mi camino me topé con la secretaria de Zuri. Sin pensarlo la acorralé con preguntas.
— ¿Sabes algo de Harrick? —le cuestioné a Sheryl, no podía contenerme más.
—Salió —respondió sin más. Abrí mi boca.
— ¿Él estaba aquí? —pregunté incrédula.
—No, él salió rumbo a Manchester —dijo un poco temerosa— él y Kennedy salieron a un congreso.
—Ah —asentí varias veces en silencio y me alejé de ahí, dejándola perpleja. Tomé una copa de vino de la charola de un mesero y la vacié en mi garganta rápidamente.
Mi proyecto estaba saliendo a la perfección. Tenía derecho a festejar ¿No?
Para cuando todo terminó me sentía muy orgullosa, del trabajo que habíamos hecho, de la editorial, pero sobre todo de mí. Me había demostrado que estaba hecha para grandes cosas. También me sentía mareada y ebria, pero lo ignoré. Avancé hacia Zuri, Sheryl y demás empleados para tomarnos una fotografía. De hecho fue más de una fotografía, pero estaba muy feliz como para decir que no. Un chico de un departamento que desconocía, tomó la botella que estaba en la mesa contigua y sirvió más tragos. Todos elevamos una copa y brindamos por el éxito obtenido. Con cada gota de alcohol recorriendo mi garganta, el coraje que sentía porque Harrick no había respondido se iba evaporando. Era mi momento, ahora que se joda.
Regresé a mi oficina para cambiarme los zapatos y tomar mis pertenencias. El celular vibró en mis manos y yo solté una risita estúpida del susto. Era Harrick. Oh, vaya, por fin se acordaba de mí. Presioné la tecla ignorar y elevé ambas cejas mientras veía la pantalla. ¡Toma esta rizado estúpido! Me apoyé contra el escritorio para retirar mis tacones, pero inmediatamente las imágenes de mi cuerpo siendo sometido contra el frío cristal me entumecieron el sentido. Ahora estaba deseando que él volviera a llamar. Al menos quería escuchar su voz. Quería que llamara de nuevo.
Deseo cumplido. Contesté al segundo tono.
—Yo aquí tú allá —bromeé.
— ¿Zoé? —preguntó con su misterioso tono ronco y seductor. Revisé mi reloj, eran ya casi las nueve de la noche. ¡Santo Dios! — ¿Bebiste?
Y ahí iba de controlador. ¿Qué le importaba? ¿No estaba muy ocupado en Manchester con Kennedy? La ira se arremolinó en mi vientre.
—Eso no te importa —mascullé. Todo rastro de felicidad se había ido— estoy ocupada Harrick ¿Necesitas saber algo respecto al evento de hoy? Porque déjame decirte que fue todo un éxito, digo, por si tenías alguna duda — mi voz cargada de ironía.
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El reencuentro ©
Fiksi RemajaCuando las cosas no van bien en el amor, dicen que la solución está en el tiempo y la distancia. ¿Será este el caso? Pudiera ser que sí, solamente que debemos ser conscientes que en ocasiones puede ser demasiado tarde para volver...