El desperador me levanta y al recordar lo de anoche toda una energía rara pasa por mi cuerpo envolviendolo. Me siento como una adolescente enamorada que espera a su principe azul, solo aue este principe es cualquier cosa menos azul. Sacando estoa pensamientos incómodos de mi cabeza me levanto y sin hacer ruido me fijo como está mi niña. Ella sigue durmiendo plácidamente por lo que me meto en el placard y me pongo a elegir que ponerme. Si, estoy eligiendo y no se que mierda ponerme. Inconscientemente quiero que me vea perfecta asique estuve mas de una hora probandome toda clase de ropa sin que quedara conforme con ninguna.
- ese te queda perfecto- la voz adormilada de Marlene me hace girarme de un salto y con mis manos en el pecho.
- Joder, Marlene, casi me matas- suspiro recuperando el aliento.
- pues tu me despertaste con tus ruidos asique no te quejes- me devuelve la regañina, y como tiene razon no me queda otra que sonreirle a modo de disculpa.
- Mami, mami- llama Alexa con voz asustada. Entra corriendo y me abraza las piernas. Miro por un segundo a Marlene con el ceño fruncido pero ella está igual que yo, no entendemos nada. Acaricio el pelo de mi hija para que se tranquilice.
- que sucede, mi cielo?- pregunto desenganchando sus manitos demi pierna y agachándome a su altura.
- pesadilla- susurra llorando. Le sonrío con dulzura y la abrazo.
- ya paso, mi amor- digo y beso su frente.- ya pasó- susurro. Le hago señas a Marlene para que se vaya. Asiente y cierra la puerta con cuidado. - hija- susurro haciendo que me mire y se limpie las lágrimas, termino de hacerlo y le sonrío. - hoy conocerás a tu padre- sigo un tanto más seria.
- padre? que es eso? yo no tengo padre- dice firme y cruzándose de brazos.
- si tienes padre, mi cielo, pero él no estaba aqui. Pero volvió y quiere conocerte- digo. Claro que nunca le hablé de él, y una niña de dos años y medio no tiene ni idea de lo que es eso.
-que es un padre?- pregunta. Con esta simple pregunta me dejó muda. No se como contestarle, que le digo?.
- Un padre es una persona que te quiere mucho, un hombre como yo. Solo que yo no soy tu padre- la voz de Franco me salva de una humillacion ante mi hija.
- entonces tu no me quieres?- pregunta con tristeza, puedo verla al borde del llanto de nuevo. Miro alarmada a Franco y él entiende su gran metida de pata.
- no es eso, reina, yo te adoro... pero yo soy tu tío- dice y ella sonríe acercándosele. Suspiro aliviada y articulo un "gracias".
Alzo a mi hija en brazos y bajamos los tres hacia el comedor.Termino de abrochar el ultimo boton y tocan el timbre. Me levsbto como un rahe y abro la puerta para encontrarme con Max en un estado nervioso. Sin decir nada tomo a mi niña de la mano y cierro la puerta a mis espaldas.
- que era lo que me querías mostrar?- pregunta en un tono muy dudoso, no sabria decir si es curiosidad o enojo. No me atrevo a hablar por lo que comienzo a caminar en direccion a la plaza más cercana. - me vas a contestar?- pregunta bastante cabreado. Lo miro y sigo sin atreverme a decir una sola palabra. En mi interior algo se retuerce haciendo que mi estómago se achique y mis manos comiencen a transpirar. Nunca pensé que reencontrarme con mi ex sería tan raro.
Llegamos a la plaza y me paro de golpe. Tapp a mi hija con mi espalda e inspiro profundamente.
- Bien- largo todo el aire- se que esto es raro, inexplicable y se puede interpretar de cualquier manera, pero esto no lo hago por mi.... lo hago por ella- susurro lo último- esto... emm...- no se como decirselo.
- podrías hablar? la intriga me mata- me apura.
- tu eres el padre de Alexa- digo y me corro a un lado mostrandole a su hija. La mira y luego a mi, cuantas más veces intercambia la mirada sua expresiones van cambiando. Primero asombro, luego confusion, incertidumbre, y luego nada. Pareciera que estuviera atando cabos, lo que mas me pone nerviosa es cómo los está atando.
-tu eres mi padre?- pregunts Alexa con voz tierna.
- asi parece- dice y por un segundo devía su mirada en mi y logro ver su ultima expresion. Furia y decepcion, mezcladas.
- entonces me quieres?- pregunta ilucionada. Vuelve a subir la mirada pero hacia mi pero ya no encuentro lo que habia cinco segundos antes, ajora hay odio.
- claro que te quiero- había algo de él que me habia olvidado. Es muy bueno mintiendo y fingiendo. Max sonríe con convinccion.
- mi cielo, ve a jugar allí- le indico los juegos de la plaza.- tu padre y yo tenemos que hablar- le sonrío con dulzura, ella corre hacia los juegos. Apenas se va mi hija Max me zarandea por los brazos.
- porque nunca me has llamado?- pregunta un tanto histérico. De todo lo que pensé que haría, diría o preguntaría, es lo que nunca me había imaginado. No sabía que había estado pendiente de mí. Pero esa simple pregunta me genera furia y dolor.
- si te llamé!- grito transformando mi voz en algo casi inaudible.- pero tu nunca contestaste, siempre daba ocupado. - digo elevando ambos brazos en signo de exasperacion.
- no te creo, cada vez que intentaba llamarte me daba como inválido- dice con mirada dolida. Todo ese odio se ha esfumado de su mirada.
- No me crees?- pregunto estrechando mis ojos. - pues vas a tener que creerle a las evidencias- digo furiosa, saco mi celylar del bolsillo y se lo entrego - mira, comprueba que tan mentirosa soy- digo al colmo del enojo.
Me arranca el celular y lo chequea. Puedo ver tristeza y arrepentimiento en ellos.
- de hecho te he dejado mensajes de voz- digo instandolo a que continue mirando.- fíjate, escuchalos. - le animo.
Teclea en mi celular y pone el alta voz.
- Max, es la quinta vez que intento comunicarme contigo pero no me dejas.- se oye un suspiro- necesito decirte algo, y no es para que vuelvas o te sientas culpable. Es para que sepas porque no quiero cargar con esto sola. - mi voz habla con pena y esperanza. - vamos a ser padres, me he enterado poco despues de que te fuiste y no me animé de decirtelo por miedo. Solo... llámame, necesito saber que piensas. Si me crees o no- recuerdo cuando mi voz se quebró en esos momentos. - Adios, Max, y que tengas buena vida. - digo dando por terminado el mensaje.
- Y?- pregunto.- contento?- me cruzo de brazos.
- lo siento.... pero yo nunca he recibido nada, mira- me extiende se celular. Si, nos conocemos bien, solo así le creeriamos al otro. Somos demasiado miedosos.
Es mi turno de arrancarle el celular de las manos. Tengo una mínima esperanza de que me haya mentido. Pero no, no lo ha hecho.
- es extraño- digo susurrando hacia el celular.- me figura como enviado y tu no has cambiado el número. Tal vez lo has eliminado- digo aún esceptica a que no lo haya escuchado.
- de verdad me crees capaz de borrar un mensaje tan importante como ese?- pregunta con cierto dolor en la mirada.
- te soy sincera?- digo poniendo una mano en mi pecho - ya no se en que creer, pero te puedo asegurar que esa niña es tuya. - digo señalando hacia los juegos.
- te creo- dice haciendo que abra mis ojos enormes.- no te puedo negar que senti odio hacia ti por no habermelo dicho pero escuchando ese mensaje comprendí que tu no tienes la culpa- dice poniendo una mano en mi hombro. Una corriente electrica recorre todo mi cuerpo.
Le hago una sonrisa complacida y al mismo tiempo triste.
- y tu mujer? - pregunto cambiando de tema.- sabe que estas aqui?- le enarco una ceja desafiandolo.
- no es mi mujer- dice con un vrillo osvuro en sus ojos y con los dientes apretados- y no, no aabe que estoy aqui- dice mirando hacia los juegos. - por cierto, quiero pasar tiempo con mi hija- dice mirándola.
- claro, eres el padre, pero tienes horario- digo de repente seria. No quiero que se separe de mi.
- tu decides- dice alzandose de hombros.
- mientras yo trabajo- digo- despues del almuerzo- aclaro.- yo te aviso.
- tu trabajas?- pregunta alzando una ceja, cruzandose de brazos y mirandome divetido.
- si, yo trabajo- digo haciendo caderas, cruzando mis brazos en mi pecho y mirandolo indignada. - que sea rubia no significa que sea inutil- le miro enojada. Él se ríe pero es interrumpido por la llegada de Alexa. Ella llora por lo que ambos nos agachamos sorprendidos, ella no es de llorar.
- mi cielo, que sucede? porwue lloras?- pregubto destapando sus ojitos que se los refriega con ambas manitos.
- yo...yo- hipea- quise jugar con un niño y me pegó- vuelve a llorar.
- pero será desgraciado- gruñe realmente furioso Max.
- donde te pegó mi niña?- pregunto con dulzura.
-aqui- dice tocsndose la mejilla.
- mira, ya pasó, no pasa nada- digo acariciando su mejilla y besandola. - sana, sana colita de rana, ai no sana hoy sanará...- interrumpo mi cantito sanador para que ella lo complete.
- mañana- termina medio sonriendo.------------------------------------------------
Holaaa!! Como estaaan??
Espero que les haya gustado.
Ese cantito es famoso en Argentina
Gracias por leer!!.. No se olviden de votar o comentar!!!.. o ambas... jeje..
ESTÁS LEYENDO
Siempre fuiste tu
Romance¿Que pasaria si te enteras que estas embarazada de tu ex? Ademas,que se ha ido a vivir lejos . Se reencuentran luego de tres años de no saber nada del otro considerando que está comprometido con una mujer peligrosa y misteriosa. Y... ¿que pasaria si...