19- Decision tomada.

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POV MAX
Durantre estas tres semanas estuve ansioso, tanto que hasta Antonieta lo notó, pude ocultarlo a base de pensar en Lucía.
Desde hace tres semanas estuve  indeciso en que decisión tomar pero ya lo tengo decidido.
Tengo una decision tomada.
Sonrío mientras espero a que la novia llegue al altar, hago todo el ritual de mirarla sonriendo y tomarle la mano cuando llega.
Ella me devuelve la mirada, intento pensar en Lucía, pero no puedo, ella no es lucía, ella no es la madre de mi hija, ella no es la mujer que yo amo.
El cura dice un montón de palabrerías inútiles hasta que llega el momento crucial.
-Antonieta Carter¿ acepta como esposo hasta que la muerte los separe?-pregunta el cura.
-si, acepto-dice lo mas sonriente que puede.
-Maximo McCartney¿Acepta a Antonieta Carter como esposa hasta que la muerte los separe?-pregunta. Hago silencio, tardo en responder pero la decision ya la tengo tomada, no es por miedo.
Miro fijamente a Antonieta y contesto.
-no, no acepto-digo y me largo de allí mientras todos gritan abucheos y expresiones de horror.No me importa el plan de Marlene en este momento me quiero ir. Ir a buscar a mi amor, a mo vida. Miro hacia el altar donde el cura me mira asombrado y donde ya no está Antonieta. Sonrío realmente aliviado y me voy cerrando las puertas de la iglesia.
-Bien hecho-me felicita una mujer, logro reconocerla. La madre de Lucía.-ahora,ve, ve por ella y recupérala-pide palmeandome un hombro.
-no se donde está-digo.
-llama a este número, él si sabe, se llama Alex-dice.
Ese nombre me suena, Marlene lo nombró. Celos invaden mi cuerpo pero me contengo, tengo que ir a por ella, si el sabe bienvenido sea.
Marco el número y llamo. Me atiende una voz grave y un llanto apagado. Mi hija, ese llanto lo reconocería en cualquier parte.
-¿Quien eres?-pregunta.
-Soy Max, el padre de la criatura que está llorando, si no te importa cálmala, no me gusta que llore-digo.
-¿ya te casate?-pregunta haciendo caso omiso a todo lo que le dije.
-no, no me casé, me negué-digo orgulloso de mi.
-bien, macho-dice, puedo imaginarlo sonriendo-ahora dime, ¿quien te dio mi número y para que me llamas?-pregunta de repente serio.
-mi futura suegra me dio el número  y lo quiero para que me digas donde se haloja mi mujer-digo decidido. Suspira y luegp de um largo silencio vuelve a hablar.
-esta bien, y solo porque mi amiga está shckeada te doy permiso a venir, y te aviso al primer indicio de que ella lo pasa mal te mando de regreso a tu pais.-dice con un evidente tono de advertencia.
-si señor-me burlo de él. Se ríe y vuelve a suspirar.
-recibiras un mensaje con todas las indicaciones.
Corta y emseguida me llega su mensaje. ¿Que obseción tienen todos por los mensajes?

Me dirijo casi corriendo al aeropuerto,le hablo rápidamente al cajero que me mira como si me hubiese vuelto loco.
Luego de eso corro al lugar donde abordan los aviones y me subo volando a mi asiento, espero impaciente a que despegue. Intento cerrar los ojos y tranquilizarme pero no puedo todo lo que tengo en mi mente es la cara de Lucía.
El viaje se me hace eterno. ¿Porque tuvo que elegir el Caribe?¿No pudo elegir otro lugar más cerca?.
Sin pegar ojo espero a que el piloto hable por el micrófono. Salgo pitando por el pasillo del avion, bajo la escalerita de dos en dos y continúo mi carrera hasta salir del aeropuerto.
Le pregunto al priner ser humano que encuentro en la calle donde queda la calle que me dijo Alex. Despues de ubicarme en donde debo seguir comienzo una carrera veloz hasta el hotel que está cerca de la playa al otro lado del aeropuerto, en quince minutos llegué, todo desalineado y transpirado pero llegué al hotel.
Abro la puerta y me encuentro con una recepcionista, una mujer fea y vieja, con un rodete y unos anteojos que le cuelgan por la nariz. Estoy por preguntarle algo cuando escucho en medio del silencio una puerta cerrarse, giro mi cuerpo para encontrarme con mi amada Lucía con cara lívida mirando la nada, parece ida. Corro a abrazarla sin importarme lo que ella me diga luego, necesito tocarla, saber que ella está aqui, que no estoy soñando.
-He venido a recupar lo perdido-susurro contra su pelo. No me contesta y eso me asusta, siempre tiene algo que decirme, pero no lo hace, se queda ahí contra mi pecho como si aqui se sintiera segura y protegida. -lu, ¿Que te sucede?-pregunto.
-no me llamo Lucía-dice con voz neutral.
-¿Como?-pregunto sonriendo,temiendo que ella se haya vuelto loca o que esté borracha-tu te llamas Lucía, Lucía Fox-digo separandome un poco de ella.
-no es cierto, todo este tiempo viví en una mentira-dice-no me llamo Lucia Fox, me llamo Abril Lamas Lorenzo-dice y me mira con ojos llorosos.
Frunzo el ceño confundido, ella no está loca, y no está borracha, está diciendo la verdad.
-Cuentame- susurro.
No me contesta pero toma mi mano y me llev hasta su habitación.
Ahí está un hombre con mi hija en brazos, puedo suponer que ese es Alex.
-Al fin llegas Max, soy Alex-se presenta y me extiende una mano mientras con la otra sostiene a mi hija.
-lo supuse-digo y la estrecho. Sin previo aviso tomo a mi hija en brazos, está dormida. -gracias-susurro.

Escucho la puerta cerrarse y supongo que estamos solos.
Me siento en el borde de la cama esperando a que ella comience a hablar.
Cuando comienza a hablar no para hasta el final y lo hace con una rapidez que me tengo que centrar al maximo para entenderle todo.
-y hay mas-dice suspirando y tocándose el estómago.
-¿más?-pregunto alzando ambas cejas, pero si esto ya es mucho.¿Que más puede haber?.
-si, y es que... creo que estoy embarazada-dice con un hilo de voz.
Vale, si que hay más pero esto tampoco me lo esperaba. Ella no me miraba pero al ver que no reacciono me mira sin expresión alguna pero sigue acariciando su estómago plano.
-¿t-u... c-como lo sabes?-de golpe las palabras se atoran en mi garganta. Saber que tengo una hija a la que no conocí hasta tres años despues es una cosa, pero poder ser partícipe de un embarazo en el que soy co-protagonista es otra cosa muy distinta.
-He tenido vómitos, náuseas, mareos, mal humores, cambios de humor muy rápido y antojos que solo los he tenido cuando estuve embarazada de Alexa. -dice mirandome con una sonrisa tímida y espectante a mi reacción. Yo no puedo hacer más que mirarla. - por más de un mes-continúa. -Eso ya es mucho, nunca estuve enferma más de dos semanas. -dice mirándome.
-pues hagamos la prueba-digo haciendome cargo de la situación.

Siempre fuiste tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora