24- Respuestas

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Seguimos andando con un magullado Javier siguiendonos los talones hacia algún lugar que nos diga donde estamos.
Seguimos caminando hasta llegar a una luz, un sala blanca, super blanca y sin nada, ni sillas ni televisores, ni nada.
Mi celular suena.
-diga- no me he fijado quien llama.
-ay, hija, hija hija-suspira cansado. Rodeo los ojos y pongo en alta voz.-no sabía que eras tan imprudente.-dice riendose.
-¿Que quieres decir?-pregunto suspicaz.
-quiero decir -hace una pausa- que si no me entregas a mi hermana ya mismo puedes despedirte de su adorable hermanita.-dice y me corta.
-¿Que coño hacemos?-pregunto mirando a todos esperando una respuesta coherente y que no sigifique la pérdida de nuestras cabezas.
Max me quita el celular, marca y espera a que alguien atienda.
-Escúchame ser despreciable, si no dejas de molestarnos nos veremos obligados a llevar todas las pruebas que tenemos a la policía-dice y corta ganandoss una buena reprimenda por nuestra parte.
-¿Que pruebas?-pregunta Marlene.-¿Las tienes?- vuelve a increparlo.
-no-dice simplemente.
-¿Te das cuenta en lo que nos has metido?- se molesta Javier.
-puede matarnos-susurra.
-Joder, que tiene a mi hermana- le recuerdo furiosa.
-no sabemos si es cierto, tal vez todo sea una amenaza.
-no se arriesgaría a mentirme asi sabiendo que estoy con ella.
-¿Quieres confirmar?-pregunta. Marca y pone en alta voz.
-Diga-la voz adormilada de Ofelia me tranquiliza. -¿chicos?¿han encontrado algo?-pregunta despabilandose de golpe.
-si,lo hemos recuperado-digo. -¿y mi hija?
-aqui, al lado mío jugando con Franco.-dice
-por favor, cualquier cosa rara que veas me lo dices, no te guardes nada, por mas insignificante que sea-pido suplicando.
-si, claro-dice y cortamos.
Siento el cargar de un revolver en mi nuca. No me animo ni a moverme.
-hola hija-escucho a la voz de mi padre.
Solo moviendo los ojos me doy cuenta que no soy la única que está siendo amenazada, todos lo estamos.
-Gracias Alex, puedes irte-dice Octavio. Me es imposible no abrir los ojos enormes y girar mi cabeza violentamente.
-¡¿QUE?!-exclama Javier-eras mi amigo, mi mejor amigo, ¿Como pudiste?. ¡Eres una basura!-grita.
-todo este tiempo... ¿nos estuviste haciendo una cama?- afirmo mas que pregunto pero aún tengo la esperanza de que todo sea mentira. Él no responde solo md mira muy profundo.-no lo puedo creer, pero... tu me ayudaste No te entiendo-digo negando con la cabeza.
-tenia que disimular-dice encogiendose de hombros.
Escucho la risa satisfecha de Octavio.
-¡Caminen!-nos gritan. Me dejo hacer, aun tengo el sabor amargo en mi garganta como para poder comprender lo que me está pasando.
De esa habitación blanca nos llevan a un lugar que no reconozco hasta que unos grillos automáticos me encierran los tobillos, a todos nos dejan estáticos en nuestros lugares, luego bajan del techo fierros que nos aprisionan dejándonos separados unos de otros, pero al mismo tiempo cerca.
-Bien, comencemos a dialogar-dice sentándose en una silla en frente de nostros y acomodándose la corbata. Pone ambas manod en su rodilla cruzada sobre la otra y nos mira. Centra su mirada en mí y luego sonrie.
-Fue muy facil engañarte-dice-pero yendo a lo serio, ¿De verdad creiste que tu eres hija mía?¿Que tú serías de mi sangre?.-Se lo que intenta, trato de no poner ningun tipo de cara pero no lo logro. La ira me consume. Trato de moverme pero caigo al suelo impactando en mis manos que escuecen. Su risa macabra resuena en todo el lugar. -como no te estuviste quietita y revolviste todo tu pasado, voy a hacerte lo mismo que le hice a tu estúpida e inocente madre. Encarcelarte y tenerte aqui hasta que te mueras de angustia. -dice y sonríe.
Mira a mis amigos y luego vuelve a sonreir. -a ustedes les va a pasar algo peor por ayudarla, y a ti Max, a ti te voy a torturar-dice y se le acerca acariciando los barrotes.
-¡No!-no pude evitar solta ese grito desgarrador que sale de mi garganta.
-y lo mejor, tu,Abril, serás testigo de cómo su gran y único amor muere muy lentamente. -finaliza yendose.
Del horror todos nos quedamos mirando el lugar por donde salió es monstruo repulsivo.
La puerta vuelve a abrirse y esta vez es Alex quien entra. Marlene le gruñe como león enjaulado. Alex ni se inmuta, va directo a Javier y le entrega un plato con comida, se gira y está por irse cuando Max grita.
-¡Alex!, has algo bien y haz que coma Abril, está embarazada-pide, hace una pausa, se aferra a los barrotes y susurra-por favor.
Alex solo lo mira y se va. Javier no toca el plato.
Acaricio mi panza pensando en ellos, ellos son los que me hacen capaces de soportar esto. Ellos, Alexa y Max.

Intento sacarme estos grillos pero som computarizados, necesito una clave de un ordenador que lo debe tener Octavio.
-Estamos muertos-susurro.
-no, no lo estamos-responde Javier con una extraña sonrisa que ninguno entiende.
Ante la negativa a contestar a ninguna de nuestras preguntas me siento en el suelo con la cabeza apoyada en los fierros y mirando la nada.
-llevenlos-se escucha la voz de Octavio.
Unos guardias se acercan a las celdas de Javier y Marlene, los grillos se van solos. Los toman de los brazos y los empujan.
Detras de ellos viene Alex con un gran plato de comida, lo pasa por debajo de mis rejas acercándolo más que puede a mi. Lo miro con asco y ni digo nada.
Todos se van dejándonos solos.
-Lo siento-digo mirando a Max con lágrimas en los ojos. -lo siento-repito metiendo mi cabeza entre las piernas realmente arrepentida de no haberle hecho caso.
-no lo sientas, hiciste lo que creias mejor y gracias-dice, siento un cosquilleo en mi estómago. -gracias por estar aqui, podré resistir- dice sonriendo con una gran tristeza encima.
Mi panza cruje y me abalanzo al plato.
Comienzo a comer hasta que siento un papel en mi boca, lo saco con repugnancia y descubro que está escrito.

Lo siento, resistan por favor. A

Eso es todoo que dice la nota. Esto es un rayo de esperanza. Tal vez todo sea mentira o tal vez sea otro engaño más. Necesito respuestas.

Siempre fuiste tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora