10- Si tu supieras

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No tenía ni una idea de lo que pasaría si estuviesen Javier y Marlene en una misma habitacion pero lo que ven mis ojos es la última de las opciones.
Ella tiene los labios hinchados y rojos y un brillo en la mirada. Él está mas o menos igual solo que se le puede agregar una esplendida sonrisa y uno de aua brazos rodeando la cintura de mi mejor amiga.
-veo que lo has logrado-digo al recordar una de nuestras tantas conversaciones con Javier sobre Marlene.
-¿que? ¿que has logrado?- pregunta Marlene exigiendole una explicacion. Javier me mira con evidentes signos de querer matarme, le hago una sonrisa de disculpa pero me quedo callada. -¡Javier Ignacio Tomas, dime de que está hablando!- exige con las manos en jarras. Ella realmente está enojada. Es de la única manera en que le habla diciendole su nombre completo. sino le pone alun mote cariño del estilo animal "osito" o "monito" cosas así de asquerosas y ridículas pero que a él lo hacen sonreir como nunca.
Javier primero me pone mala cara pero luego de sonríe mostrrandole todos los dientes y dice lo que nunca creí que admitiría.
-logré volver a conquistarte-dice mirándola de forma profunda - siempre te quise y cuando tu me pediste distanciamiento me sentí roto en lo más profundo de mi alma y mi ser, sentí que algo me faltaba, me sentí vacío. -dice con una mano en su corazón-y lo más cerca tuyo que tenía era a ella- dice mientras me señala-por lo que hablabamos de ti, máz yo que ella, quería saber como estabas, o como te sentías y al verte tan feliz al lado de otro había decidido alejarme de ti, hacer como que no te conocía, intenté volver a mi antigua vida pero todo me recordaba a ti, por lo que desaparecía unos años hasta que decidí volver a las carreras, lo único que ambos compartimos con locura, lo hacía como una forma de tenerte presente. Porque señorita Marlene Goodley tu has cambiado mi vida, siempre fuiste tu, Mar, siempre fuiste tu-repite cada vez bajando más la voz hasta hacerla solo un susurro apenas audible. Ella con lagrimas en los ojos de avalanza a su cuello y se deboran como si de eso dependiers su existencia y cordura.
Los dejo estar hasta que siento que me voy a acalambrar de tanto estar en el mismo lugar por lo que carraspeo llamandolos a tierra nuevamente.
Se giran y me sonríen en forma de disculpa.
-Javier, gracias por la información-digo señalando la computadora- es muy interesante. Se le iluminan los ojos por mi comentario, suelta a Marlene y se acerca a su computadora. Teclea rápido y luego la gira hacia mi.
Tardo un minuto en entender lo leo en pantalla. Sinceramente esto es imposible.
-Increible-murmuramos con Marlene al mismo tiempo.
Esta nota es de un diario online. Es la seccion de delitos policiales.
Lo que me ha dejado anonadada y sin reacción es el titular de la nota que dice:

    Ha desaparecido el millonario Julian Sprousse.

Miro a Javier esperando a que me de una explicación coherente a todo esto.
-fijate la fecha-dice señalando con su largo y fino dedo la parte superior de la pantalla.
Hago lo que me indica y me quedo totalmente petrificada. Puedo entender que una mafia haga desaparecer a alguien que pueda llegar a complicarlo pero de una mujer que aparentemente es respetable aun no me llega esa información al cerebro.
-desapareció dos días despues de su denuncia- susurro sin poder creermelo aún.
-y mira esto- añade luego de que me quedara por porlo menos dos minutos mirando fijamente y sin pestanear la pantalla. Clickea en alguna parte y aparece una foto de ella en un aeropuerto. - esto es de hace poco más de una semana-dice. Me siento muy cerca de la pantalla y observo detenidamente la imagen. Es ella corriendo hacia el avion que figura en la imagen, pareciera que no quiere ser registrada por nadie, lo mas raro de todo esto es que Max no está en ningun sitio.
-¿y tu ex?- pregunta Marlene a mi lado.
- no está-susurro sin apartar la vista de la pantalla.
Cuando decido que ya tuve mucha informacion para ser que son las seis de la mañana me aparto de la computadora y me despido de Javier.
Tuve que arrastrar a Marlene para que no se quedaran baboseando por ahi.
-oye- se queja-pero estaba bien, no tenías que arrastrarme, se caminar-dice cruzandose de brazos.
-ya, pero no me quiero arriesgar a tener sobrinos, gracias-digo mientras miro por el espejo retrovisor. Ella gruñe en respuesta pero no acota nada máx al respecto y nos mantenemos calladas todo el camino a casa cada cual pensando en su tema.
Yo, por mi parte tengo un millon de preguntas para las que me gustaría tener respuesta pero no tengo abaolutamente nada, solo más preguntas. ¿Que es lo que pretende Antonieta con hacer lo que hace?, ¿Porque se va a casar con Max siendo que él no tiene un solo peso?, ¿porque no viajaron juntos hacia aqui?. Esas y un montón más se me forman en mi cabeza, todas y cada una de ellas sin respuesta cocherente y sensata. Para distraerme miro a Marlene y me encuentro con que está sonriendo como una tonta mientras mira al frente. Niego con la cabeza divertida al tiempo que vuelvo mi vista a la calle justo a tiempo para esquibar a un auto que va en contramano.

*********

-¿Donde se habían metido?- la voz enojada de Sarah retumba en mi hanitacion. Busco con la mirada el origen de la voz hasta qud la encuentro sentada en mi cama con los brazos cruzados.
-la pregunta sería. ¿Que haces tu aqui?- digo señalandola para luego cruzarme de brazos enojada y espectante a obtener una respuesta coherente.
-eso no importa-dice desvíando su mirada hacia otro lado. - lo que importa es que me digan a donde se fueron a estas horas?- pregunta volviendo a su mirada acusadora, olvidandose por completo au esrado anterior.
-querida hermanita melliza-digo sentandome en el borde de mi cama-eso no te importa-aclaro marcando cada palabra.
-ya, pero son las siete y los padres de Marlene ya se han ido-dice como si nada- yo tuve que salvarte el culo- dice haciendo una mueca de satisfacción-por lo que... me debes una muy buena explicación-sanja toda esta discucion con una postura de superioridad. Ruedo los ojos y mirp a Marlene, que sigue mirando el techo con una sonrisa plasmada en su rostro. Es inutil, ella no me es util en estos momentos.
Suspiro frustrada y le cuento todo a mi adorable hermana.
-¡¿QUE?!- grita de tal manera que tengo la pequeña sensacion de haber perdido la audición. Marlene salta en su cama mirandonos desorientadas.
-¿que? ¿que pasa?- pregunta restregandose los ojos.  Sarah la ignora y sigue clavando sus ojos en los míos con esa expresión tan desorbitante.
-nada-le quito importancia, pero ella ya está a mi lado observando el rostro petrificado de Sarah. Se le acerca y le pasa una mano por su cara pero ella no se mueve.
En cuanto despierta de su ensoñación murmura cosas inintelegibles.
-pero que zorra-murmura
-si tu supieras...- añade Marlene.
-Tenemos que seguir averiguando-aplaude Sarah. -Max no se puede cazar con esa, ademas, ¿que quiere de él?- hace la misma pregunta que ronda en mi mente. Me encojo de hombros sin saber que decir.
-pero no podemos hacer nada ahora-interviene Marlene-no puede sospechar- dice ganandose un punto. Los hombros de Sarah se bajan frustrados.
-lo que podemos hacer es tenerla vigilada y buscar mas informacion sobre Max y ella-añado.
-¡que inteligente!- exclama emocionada Sarah abrazandome.
-¿segura que no eres rubia?- pregunta Marlene sacandonos una sonrisa a ambas.
-no, que va, para eso esta ella- comenta ganandose un golpe el su cabeza.
-Auch!, ¿que? ¡Ees cierto!- exclama.
-ya, antes de que sigan... voy a atender a mi hija- digo queriendo evitar su chachara sobre rubias y cabezas huecas. Me levanto y me voy de allí con una sonrisa en mi rostro.
Spn imposibles, pero esta es mi familia y la adoro.

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Siempre fuiste tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora