Esa nota me intriga mucho pero no comento nada. Si Octavio es capaz de hacerme esto, no me quiero imaginar de que sería capaz si alguien lo traicionase.
Seguro estamos siendo vigilados, me como el papel para que no haya rastros de nada.
Alguien abre la puerta y aparece Alex, lo miro frunciendo el ceño y el entiende que lei la nota.
Se acerca a mi reja y tira una llave.
-Es magnética- susurra- te quedan cinco minutos para poder salir de aqui sin ser registrada- dice y luego le extiende a Max una llave. -Esperenme fuera, en una esquina. -dice y sale corrriendo.
Nos miramos sin entender mucho pero nos apuramos en deshacernos de los grillos. Una vez los grillos ya no estan tambien desaparecen los fierros.
Nos tomamos de la mano y salimos corriendo ocultándonos en una esquita tal como dijo Alex.
-¿Y si es una trampa?-pregunta Max desconfiado.
-pues, si lo es, nos defenderemos como los reyes del kaewondoo que somos-digo guiñandole un ojo.
Me envuelve la cintura y besa mi cien, luego mis labios. Un carraspeo nos separa.
-no hay tiempo para explicaciones-dice antes de que se me ocurra abrir la boca. Hago una mueca y pongo los brazos en jarras.-huyan de aqui-susurra.¡Ya!-grita.
-no conocemos el camino-digo. Mira su reloj apurado y suspira.
- tomen mi celular-dice y nos lo entrega. -ahora vayanse, es peligroso.
-Alex, los chicos, por favor haz algo-pido tomandole de los hombros.
-tranquila, ya me encargaré-diciendo esto corre mirando de nuevo su reloj.Enciendo su celular y lo primero que aparece es el GPS.
Pareciera que ya esta lzisto para nuestro uso. Guiandome por rl punto verde salimos hacia la superficie donde nos espera alguien que creí que no volvería a ver. Alan Sprousse.
Pestaneo confundida.
-vamos querida, no hay tiempo-nos apresura. Sin soltarnos corremos hacia él que nos espera apoyado en el capó de un auto.
Apenas nos metemos arranca y conduce a gran velocidad sin abrir de nuevo la boca. Apoyo mi cabeza en el hombro de Max moentras el acaricia mi rodilla.
Así estuvimos todo el viaje.
Aparca en frente de la casa de Javier.
-Al fin llegas- el suspiro de alivio que emana del pecho de Ofelia me deja atónita.
Se saludan con un abrazo, como si ya se conocieran, como si compartieran cosas.
Mi hija sale de detras suyo y corre hacia nosotros.
La alzo en brazos y con ella riendose miro a un sonriente Max que acaricia la espalda de nuestra hija.
-¿tu como lo conociste?-le pregunto a Ofelia.
-A traves de Alex-dice cortamente y se mete en la casa. Una vez dentro nos aseguramos que Antonieta siga donde tiene que estar y nos sentamos a comer.
-Alex nos dio ordenes de llevar a Antonieta a ese lugar-dice Franco.
-¿entonces Alex no nos traicionó?-pregunto.
-pues claro que no -exclama Ofelia con el ceño fruncido y mirandome mal. -él ya te lo explicará.- Mira a Alan y alza ambas cejas antes de preguntar.- Tu lo conocías, ¿Que hay que hacer?
-Esperar-dice y se mete un trozo dd pastel de carne en la boca. Toda esta sequedad me tiene intrigada.
Me levanto de la mesa y llevo a mi hija al patio trasero.
La siento en la grava y comienzo a jugar con ella que inusualmente está callada.
Escucho la grava crugir, miro rápidamente hacia atras para encontrarme con mi hermana parada en la puerta.
-pasa, yo no muerdo- le reprocho.
-lo siento-susurra.
-¿pero que tienen todos con esa frase? ¿que?¿Alex tambien te dijo que repitieras eso en vez de hablarme de una jodida vez de que va todo esto?- le pregunto mirando sobre mi hombro mientras juego con mi hija.
-mami, no te enojes-es la primera frase que escucho de mi hija desde hace varios días. Le sonrío y acaricio su mejilla.
-¿porque mejor no vas con papá?-la invito a irse. Me mira feliz mientras se levanta y corre hacia su papá gritando su nombre.
-lo siento-vuelve a repetir. Me levanto del suelo y me cruzo de brazos realmente enfadada.
-si vuelves a repetir esa frase te largas ya de aqui- le digo señalando la puerta.
-vale, ya se que estás enojada, siempre te enojas conmigo-dice enfurruñandose como una niña pequeña.
-¿porque sera?-pregunto retóricamente.
-por favor entiende-pide piendo sus manos en forma de plegaria sobre sus labios-no puedo decirte nada. Alex me pidió que siguiera el plan al pie de la letra-dice.
-aha, ¿pero porque yo no tengo que saber nada?¿cual es el plan?-pregunto tratando de que afloje.
-lo siento, no puedo decirlo. Lo único que tienes que saber es que él te está protegiendo.
-¿De qué? si se puede saber?-no alcanza a responder, un portazo nis hace olvidar de nuestra ravieta. Nos miramos alerta y corremos hacia la entrada.
Al ver a mis mejores amigo aqui no pude menos que correr abrazarlos. Ambos me devuelven el abrazo. Lloramos y reimos al mismo tiempo.
-Ahora si, ¿Puedes explicarnos que es lo que sucede?-exije Marlene. Por lo visto no soy la única que no está enterada.
-lo que sucede es que... Octavio es mi tío-dice Alex. Todo se vuelve lento. Alex es pariente de un nazi que quiere destruirnos, Alex no es malo, Alex nos está ayudando. - pero me quiero vengar de él-continúa- él y su hermana, Antonieta, asesinaron a mis padres. Asesinaron a su hermana. -nos mira como pidiendo disculpa. Mi boca está ligeramente abierta.-Él único que sabe a ciencia cierta todo mi pasado es Javier. El resto, Alan. Ofelia y Franco solo saben mi pequeño plan de venganza. -dice con una sonrisa.
-¿Como haces para que Octavio no desconfíe de ti?-pregunto recuperando el habla.
-sencillo, disimular-dice.-por eso mismo, necesito que sean ustedes quienes lleven a Antonieta al cuartel. En cuanto Octavio se entere que ustedes no estan va a enpezar a averiguar y pronto lo va a descubrir. -explica. -A ti, Max, te iba a torturar mañana, asique hasta mañana no se entera de nada-dice
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Siempre fuiste tu
Romance¿Que pasaria si te enteras que estas embarazada de tu ex? Ademas,que se ha ido a vivir lejos . Se reencuentran luego de tres años de no saber nada del otro considerando que está comprometido con una mujer peligrosa y misteriosa. Y... ¿que pasaria si...