Siempre fuiste tu

12- Solo tu y yo.

Todos se emocionaron a la llegada de Alex.
Si antes le tenia odio a esa arpía, ahora con mayor razón. Cuando entré a la habitacion de mi niña la encontré acurrucada y llorando, en cuanto me vio se lanzo a mis brazos y me suplicó que nunca más la dejara con esa mujer. Resulta que esa mal nacida le había pegado por que ella había interrumpido su charla con Max. ¡Le pegó a una niña de dos años! ¿pueden creerlo?.
Me costó mucho tiempo tranquilizarla. Pero lo logré y ahora tengo un plan en mente.
Marco el número de mi mejor amiga.
-Mar-llamo.
-Lu, ¿que pasa?-pregunta aguantando la risa, supongo que alguien le está haciendo cosquillas.-Jav, ya basta-se escucha en la otra línea.
-necesito que cuides esta noche a Alexa, tengo que ir a las carreras-digo en tono de urgencia.
-que? porque? que ocurre?- logro percibir su seriedad.
-necesito hablar con Max, sin distracciones-digo demasiado seria como para que se le ocurra otra de sus bromitas.
- Vale, yo la cuido.

Hoy es sábado de noche, lo que significa que toda la escoria humana está aqui, en estas carreras ilegales.
Diviso a Max junto con unos viejos amigos. Pido que hagan silencio y me lo llevo a rastras hasta un lugar apartado y obscuro.
-Mierda, Lucia, ¿que quieres?- me trata un poco brusco.
-que alejes a Antonieta de mi hija-digo seria.
-¿celosa?- pregunta ladeando la cabeza y los labios. Enderezo mi espalda y me cruzo de brazos.- no, no estas celosa-confirma. -y por cierto, es NUESTRA hija-remarca.
-ya que es tuya tambien, haste cargo de lo que le hace tu mujer a mi hija-digo cada vez más enojada y frustrada por no poder besarlo, ser como antes eramos.
-¿que le hizo?- pregunta realmente curioso.
-¿no lo sabes?- pregunto entrecerrando los ojos-tu mujercita abofeteo a mi hija -digo con todo el odio posible.
-no es mi mujer-remarca.- la unica mujer que siempre va a estar en mi corazon eres tu. -dice acercándose y rozando con las llemas de sus dedos mi mejilla.
-pero tu estas comprometido y me dejaste en el mejor momento de mi vida.-le reprocho.
-yo.. no lo sabía, lo siento-dice, parece realmente arrepentido.-si lo hubiese sabido habria vendido esos pasajes, no me iba a ir.-parece demasiado confiado en lo que dice.
-¿ de verdad hubieses hecho eso?- pregunto esperanzada de que sea cierto.
- de verdad- dice tomando mis manos y poniendolas en su pecho-yo aun te amo.- susurra contra mis labios. No me deja contestarle, me besa. Es un beso cargado de amor, cariño, miedo y nostalgia. Deja de tomarme las manos  para hacerlo con micintura y pegarme a él, yo por mi parte aferro au nuca a mis manos para sentirlo mas cerca, estoy muy necesitada de él. Siento su enorme ereccion contra mi parte baja, eso hace que mi necesidad sea aun mayor.
-yo tambien te amo-digo agitada, luego de una increible sesion de besos.
El silencio que le sigue a esto es comodo, tan comodo que me permito recostarme sobre su pecho, sintiendolo de nuevo. Sintiendo su olor, su esencia de nuevo, recordando esos viejos tiempos en los que sentia que nada me pasaría mientras lo tenga a mi lado, y por muy extraño que parezca aun sigo sintiendo eso.
-¿Alexa donde esta?-pregunta volviendome a la realidad.
-en casa de Marlene-digo contra su pecho, no me quiero despegar de ahi.
Necesito hacerle un pregunta que me esta dando vueltas desde hace días.
-Max, ¿porque te comprometiste con ella?- pregunto en un susurro elevando mi cabeza para ver esos hermosos ojos miel que tanto quiero.
-porque... no lo se-se da por vencido.-Nos comprometimos en Las Vegas, pero no recuerdo nada de ese momento, lo único que se es que al día siguiente aparecí con un amillo en mi dedo y en el de ella. -acaricia mo rostro al tiempo que habla com gran pena, como si eso le carcomiera el alma.
-Sabes cuando va a ser la boda?-pregunto tímidamente.
-Dentro de dos meses-dice automáticamente, sin humor alguno.
Minguno vuelve a hablar o moverse. Nos quedamos asi por un buen rato hasta que los altavoces del lugar lo llaman.
Sonriendo con picardía volvemos a nuestros lugares.
Al encontrarme con la mirada cómplice de Javier me di cuenta que él me vio arrastrarlo y probablemente tambien vio toda nuestra escenita, eso provocó que un ligero rubor subiera a mis mejillas y apartara rápidamente mi mirada hacia abajo.
-¡tú,Max!-grita Javier-¡No tienes pareja, hombre!
Lo miro como si se hubiese vuelto loco, eso es prácticamente un pecado en estas carreras.
- Lu, ¿me acompañarías?- susurra en mi oído. Engancho mi mirada con la suya sosteniéndola y meditando si está bien lo que me propone. -como en los viejos tiempos, esos en los que solo estabamos tu y yo-dice extendiendo una mano para decidirme si aceptar o no.
Vuelvo a inspeccionar su acaramelada mirada y no hay manera en este planeta que me niegue a no cumplirle sus deseos.
Tomo la suya y entrelazamos los dedos como sellando una promesa implícita. Ojala fuera así.
-¡Ya tengo mi pareja!-le grita a Javier provocando que un murmullo cada vez mayor se genere en torno a nosotros.- ¡Es Lucía Fox!-le grita al anotador.
-¡Wow amigos, esto va a ser interesante!- grita Javier desde el micrófono-¡Dos reyes de las carreras van a competir juntos y sin matarse!- dice haciendo reir a la muchedumbre-¡¿Quien se atreve a enfrentarlos?!- Grita instando a la gente a que hagan sus apuestas.
-¡Yo!- grita alguien de por ahi. Todos, absolutamente todos giramos nuestras cabezas en busca del osado que quiere morir en el camino. Cuando lo encontramos es casi imposible evitar soltar una exclamacion en cuanto lo vemos. Sinceramente no conozco su nombre, pero todos susurran cosas del estilo: " la Bestia" "Ha regresado" " ¿pero ese no estaba exiliado?".
Busco una explicacion en el rostro de Max pero lo único que encuentro es indiferencia.
-¡Ah, pero aqui tenemos a nuestro ex ganador invicto y ex convicto, nuestro famoso Fransisco Shadoon!-Grita Javier presentando a nuestra competencia.
-ya, no es necesario que publiques mi vida - le hace callar este tal Shadoon. Todos rien.
Nos acercamos al frente para estrechar nuestras manos con nuestra competencia. Estechamos las manos con miradas mordaces y al mismo tiempo autosuficientes. Luego se nos aparece su acompañante, que es una mujer toda tapada como si no quisiera ser reconocida, al menos que sea árabe.
Al momento de estrechar su mano y mirar su rostro veo algo que se me hace familiar en su mirada y postura pero que con tanta cosa en el rostro no puedo distinguirla. Su apretón fue demasiado duro, intencional diría.
Nos metemos en nuestros coches.
-¿Quien maneja?-pregunto.
-tu eres nuestra ganadora nacional, hazlo tu-dice sediendo su lugar.
Luego de acomodarnos y esperar a que la chica con el banderín aparezca, me preparo mentalmente para cambiar mi táctica.
Al bajar el banderín acelero a todo lo que da mi coche, haciendo que quede atrás mi competencia, pero en un momento en el que estoy distraída me chocan por detras haciendo que pierda ep manejo del volante y me vaya contra el borde.
Juegan sucio, ai siguen así ganarán.
Paro el coche para ordenar mi cabeza y mis próximos movimientos.
-¡¿Pero que haces?!- grita alterado Max-¡Nos van a ganar!
-gracias por preocuparte por mi-digo palmeando su hombro de forma sarcástica. -y déjame pensar que con tu histeriquismo no vamos a llegar a ningun sitio-digo haciendolo callar.
Me acabo de dar cuenta de que ellos no saben que al tener rastreador se por donde van, ya que mi coche es ultima gama y es computadorizado, es decir, que se sus movimientos. Enciendo la computadora y activo su ubicación. Como había pensado, se han relajado, van lento.
-¿estas listo para una carrera a muerte?- pregunto de forma siniestra.
-¿de que hablas?-pregunta un tanto asustado.
-tu solo responde-
-pues si, lo estoy.
Hagp un asentimiento de cabeza y acelero a máximo viendo al mismo tiempo como nos acercamos a su coche.
Hago una maniobra super rara que he aprendido y coloco el coche en dos ruedas haciendo que colicione con el otro rayándolo pero nosotros nos adelantamos a ellos, volviendo a la normalidad sigo mi camino a toda velocidad hasta la meta.

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