La Hacker de los Asahina

Megumi Yoshikawa, ahora Asahina.

-¡Señorita Yoshikawa, preste atención en clase!-dijo el profesor enfadado.- Bien... Ahora como demostración de que no le hacen falta mis explicaciones, por eso se distrae, venga a la pizarra a hacer la morfología de estas palabras y la sintaxis de esta oración.
El profe me pilló durmiendo. Perezosamente salí, y en unos pocos minutos la oración"La conferencia del jueves consistirá en la presentación de la obra de Antonio Machado."
Dije las morfologías de "Machado", "consistirá" y "La". Y me senté triunfante ante todos, me gusta joder a los profesores y que ellos no me puedan suspender. Yo no tengo la culpa de que mi trabajo privado sea tan complicado y me toque hacerlo por la noche. Ya los profesores sabían que era superdotada, pero no sabían nada de mi pasado, lo cual me aseguré de borrar de la nube digital para siempre...
-Megu-chan, muy buena esa.- dice Kuma(oso), mi mejor amigo del internado.- La próxima la hago yo.
-Deja esas tonterías que nos echa de clase, ya sería la décima de lo que va de mes...-dije conteniendo una risita burlona.

Al terminar las clases, me fui a mi habitación del internado/escuela/reformatorio (cada vez es más multiusos :'D). Después de una hora, en la que estuve durmiendo, alguien llamó a mi puerta y me despertó...
-¡Pase!- dije molesta, ¡me habían despertado!
Una señora que conocía muy bien entró.
-

¡¿Mi-Miwa-sama?!- dije cayéndome de la cama.
-¿Estás bien?- dijo preocupada ayudándome a levamtarme, y dijo.- Hola Megu-chan, tengo una gran noticia.
-¿Cuál?
-Te vendrás a vivir a mi casa, ¡te he adoptado!- dijo emocionada como una niña pequeña.- Vivirás con mis trece hijos y mi nueva hija, ¿no es emocionante?
-¡¿Quééé?!- grite como una loca, sabía que llegaría este momento, pero no tan pronto.-¿Cu-cuándo me voy?
-Mañana mismo, después de las clases. Por eso he venido ha hacerte las maletas para que puedas despedirte de tus amigos.
-Miwa-sama, no era necesario, yo podía...
-Megu-chan, sé que tienes poca ropa y pocas propiedades, por eso no me importa.
-Ok...

Me fui a ver a Kuma, quien estaba debajo de un árbol durmiendo.
-Ku-kun, des-pi-er-ta.-dije cerca de su oído, a lo que este respondió con un gruñido bajo.-Ku-kun, es importante.
-¿Por qué?- dijo mirándome con los ojos entrecerrados, solo lo miré seria.- Más te vale que sea importante...-se incorporó.
-Ku-kun, mañana después de clases me voy... Y no creo que vuelva a la residencia, solo a clases hasta que termine la secundaria...
Kuma no respondió, noté tristeza en su mirada...
-¿No me engañas?-negué despacio.- Debería haberte secuestrado en su momento...
Era tierno ver así al "Gran Oso", él siempre se enorgullecía de ser fuerte y alto, a parte de guapo, siempre me decía lo que pensaba, y un día me dijo que me quería secuestrar para que nadie disfrutara de mi compañía menos él. Kuma me dijo, aquel día, que estaba profundamente enamorado de mí, pero yo no le correspondía. Por eso a él le di permiso para abrazarme y besarme en las mejillas, ese era el trato no nombrado: no salía con él, pero podía tratarme con cariño...
-Kuma,-era la primera vez que le llamaba sin el sufijo.- ¿seguiremos viéndonos?
-Megumi...-era su primera vez también.- claro que sí, eres mi erizo. Te quiero.
-Kuma, yo te... Te echaré de menos...- dije cabizbaja.
-Megumi...-me cogió del mentón, para alzar mi cabeza, y me depositó un beso en la mejilla. Con suavidad, dulce, tierno... Muy distinto a lo que me tenía acostumbrada...- yo también, pero, Megumi Yoshikawa, no dejaré de pelear por tu amor.
Y entonces una lagrimita cayó por mi mejilla.
-Megu-chan, por favor, no llores.-dijo asustado, raramente lloraba...
-(Snif) No te veré mucho, (snif) no quiero irme, tengo miedo...-le abrazo.
Él estaba bastante impresionado, pero correspondió mi abrazo con uno de sus abrazos de "oso".
-¿Por qué tienes miedo?
-Miwa-sama tiene trece hijos y una hija, ¿y si me odian?
-No lo creo,-me besó la frente.- eres una erizo, solo intenta no hacerte una bolita para que se pinchen con tus agujas; como conmigo.-me enseño su mejor sonrisa.
Paré de llorar, estaba avergonzada, nadie me había visto llorar... Menos él, pero solo una vez, cuando era el 1er aniversario de la muerte de mi padre. Pero eso era otra historia.

En mi habitación todo estaba recogido cuando llegué. Durazno, un perrito al que adopté (sí, un Yorkshire C: ) , salió de debajo de la cama, sus cosas también estaban recogidas. Me fui a dormir, mañana sería un día largo...