Los enfermeros pervertidos

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Me dolía todo, ayer corrí muchos kilómetros. No abrí los ojos, pero noté a alguien en mi habitación...
-Durazno-kun, Imoto-chan estaba muy cansada, luego jugamos contigo...-dijo Kaname.

Abrí los ojos despacio, vi a Kaname sentado en mi cama con Durazno en brazos, acariciándolo. Me incorporé.

-Buenos días oni-chaaaaaan~-bostecé al final.

-Buenos días Imoto-chan.-sonrió Kaname.- ¡Qué bonita eres!

-Gracias, tú también...-me paré, no debía decirlo, es más mayor que yo.

-¿Qué termina esa frase?-dijo encantadoramente.

-Te enfadarás...-dije, pero él me sonrió.- Quería decir que también eres guapo, oni-chan.-dije sonrojada mirándole.

Él rió muy complacido.

-Eso es de lo mejor que podría escuchar de ti, Imoto-chan.

Me sonrojé mucho. Me di cuenta de que seguía con el uniforme puesto, sin chaqueta ni zapatos.

-¿Qué ocurrió después de que me desmayara?-pregunté.

-Nos pegaste un buen susto... Primero Ukyo trajo aquí y Masaomi te quitó la chaqueta y los zapatos y te examinó de pies a cabeza. Vimos que estabas algo sudorosa y tenías dibujos extraños en los antebrazos, Tsubaki dijo que eran...

-Lo eran.-dije sabiendo a lo que se refería, los dibujos extraños que me hizo Kuma en matemáticas ( --: esto para ser exactos).

Kaname rió por lo bajo.

-Azusa e Iori se alarmaron mucho. #ejem# Por lo cuál pensamos que estabas cansada y que esa era la causa. Hace unas horas dijimos a los demás que ya estás en casa y resulta que todos tenían cosas que hacer por la mañana, y te has quedado conmigo y con Hikaru-nii.-dijo con una cálida sonrisa.- Y Ukyo te devolvió el móvil.

-Bien, vete fuera, no creo que quieras ducharte conmigo.-dije levantándome y abrí el armario para coger ropa limpia, yo olía fatal.

-No me importaría bañarme contigo en absoluto.-dijo en mi oído detrás mía.

Me sobresalté.

-Jajaja, mejor en otra ocasión, ¿ne, Imoto-chan?-dijo divertido.- Y ya nos contarás donde estuviste hasta tan tarde.-se fue.

Preparé mi ropa limpia fuera, me desvestí y fui a ducharme. Luego de salir con una toalla, me encuentro a Hikaru mirando mi sujetador y mis panties.

-Buenos días~- iba vestido de mujer.- ¿Qué tal?

-B-bien, ¿por qué no te vas?-dije cubriéndome más con la toalla.-Me tengo que secar y vestir...

-Es interesante ver la ropa interior de los demás, así sabes como son... Y la tuya es muuucho más interesante aún.-dijo mirando mi brasier.- Así que un reductor, ¿eh? Por eso no me lo contabas tranposilla... Una 100-D...-dijo pensativo.- ¡Espléndido!

-¡Hikaru-san, no lo mires!-dije avergonzada.

Intenté arrebatárselo, pero él me esquivó.

-Y tus braguitas son muy kawaii.-dijo con ellas en sus manos.

-¡Para, es vergonzoso!-dije como un tomate.

En ese momento, entró Kaname.

-Imoto-chan, pensaba que eras más vergonzosa.-dijo pervertidamente.

-P-pero ¡si sólo intento quitarle a Hikaru mi topa interior!-dije muriéndome de la vergüenza.

-Usa reductor, además de que no es un sujetador bonito; y sus pantsus son de niña pequeña.-dijo Hikaru sonriendo maliciosamente a Kaname.

La Hacker de los AsahinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora