La Hacker de los Asahina

Familia Quebrada

Kaname llevaba su traje con una camisa negra abotonada completamente y una corbata morada oscura.

¿Por qué no me llamó "Imouto-chan"?

-¿Por qué estás tan decaído?-pregunté al sentarme a su lado.

-Masaomi me ha contado lo de Ukyo...-explicó.

-Vaya...-suspiré.

-Perdona la mala imagen que se ha creado Ukyo, suele ser más responsable...-dijo despacio mirando al suelo.

-Eso ya lo sabía.-dije algo pensativa.

¿Cómo le podría animar?

-Oni-chan.-llamé su atención.- No estés triste.-le abracé al sentarme en su regazo.

Escuché una risilla que se le escapó.

-Gracias, Imouto-chan sabe animar a su oni-chan ~. -me sonrió más animado.

-Oni-chan, debes saber que odio ver a cualquiera de vosotros triste.- aclaré.- Así que, oni-chan debe sonreír para que yo también pueda hacerlo.

Kaname sonrió mucho y me achuchó.

-Imouto-chan ~.

Estuvo un rato así, achuchándome.

-Gurf.-escuché a Durazno y un movimiento de tierra.

Me separé de Kaname, caí al suelo y miré al peluchito que estaba haciendo un agujero en la tierra.

-¡Durazno, muy mal!- me levanté y lo atrapé.

Le di en el culo y le regañé. Le dejé irse, vi la zapatilla de fútbol negra con naranja babeada, pero en buenas condiciones.

-¡Menos mal!-la zapatilla estaba entera.

-Imouto-chan.

Me giré hacia el rubio, algo cohibida por la escenita...

-Me encanta, no te había visto enfadada.-dijo coqueto acercándose a mí.-La próxima, regáñame a mí cuando estés en mi cuarto.

-¿Eh?- flipé con ese espíritu juguetón de Kaname.

Este rió, me lanzó un beso y se fue a cambiar.

Volví dentro con la zapatilla, me dirigí al salón.

Bajé las escaleras y estaban los gemelos ensayando algún papel.

-¡Hola!-saludó Azusa amable.

-Buen trabajo chicos.-saludé.

Tsubaki seguía algo reacio a hablarme, pero me hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo.

-¿Qué tal la escuela?-preguntó el de gafas.

-Algo extraña.-suspiré y se me encendió la bombilla de las ideas.- Vosotros que sois seiyuus, ¿alguna idea para hablar como presentadora de un programa de variedades?

-¿A qué viene esto?-preguntó Azusa arreglándose las gafas curioso.

-Es secreto~.-susurré.- Aunque os diré que yo actuaré y que no se me ocurre cómo actuar lo más extravagante posible.-aclaré.

-¿Vas a actuar?-preguntó Tsubaki interesado.

-Sí...-dije avergonzada.

Al albino le brillaron los ojos.

-Wah! ¡Mi dulce Megu va a actuar!-canturreó mientras me abrazaba.

-Oi! Tsu-chi!-quería que parase.