Durante los días de la baja Tsubaki me evitaba, cosa que preocupó a sus "compañeros de tripa". Ambos me interrogaron incansablemente, pero no les dije nada y pedí a Ukyo que no lo hiciera también.
Y, aún con ese mal sabor de boca al tener a el seiyu albino sin hablarme, estuve en casa al cuidado de mis hermanos. Masaomi, aunque era muy estricto con mi reposo, era muy agradable que me revisara.
Y pasaron unos pocos días y volví al instituto a la semana de exámenes, que estudié muy poco... Al llegar a clase, vi a Kuma en su sitio como siempre.
-Buenos días Kuma.- saludé aún con la voz tomada.
Él no me miró, es más, bajo la mirada. No respondió.
-Kuma, perdona si no he podido ir al baile... He tenido un accidente.-me disculpé.- Pero aún así no creo que sea justo tratarme así...
-Para.-me ordenó.
-¿Eh?
-Creo que deberías ir a sentarte, el profe va a venir.
No utilizó un tono muy amable, parecía estar de muy mal humor.
Me senté en mi sitio, algunos alumnos vinieron a recibirme y a preocuparse por mi estado hasta que llego el profe. Tuvimos tres exámenes algo difíciles ya que no estudié casi. En el recreo me acerqué a él, que estaba recogiendo sus cosas para irse.
-¿Sigues enfadado?-pregunté.
-A veces pienso que no eres tan inteligente como anuncias.-me soltó sin mirarme.
-¿Qué bicho te ha picado?
-El que debió hacerlo hace años.
-Kuma no veo qué te he hecho, además yo debía ser la que estuviera enfadada. ¿Cómo has podido pasar de mí cuando he estado en un hospital ingresada?-mi irritación crecía junto a la confusión.
-¿Cómo?-sonrió despectivo, pero sin levantar su mirada.- Porque ya no te quiero.
-¿Qué?-me congele ante esas palabras.
-Lo que escuchas, ya no te necesito más.-dijo cruelmente.-Me he dado cuenta de que sin ti soy mucho más popular y bueno en los estudios. Te dejo, olvídame Erizo-chan.
Eso fue lo último que hablé con él ese día. El resto de la jornada seguí haciendo exámenes atrasados. Me pude ir pronto ya que mi tutora me permitió salir antes dada mi salud.
Voví a casa confusa, herida y contrariada. Abrí el portal y me metí en el ascensor. Hoy volví la primera, se suponía que estaríamos Kaname, Iori, Subaru, Yusuke, Ema y Wataru. Me dirigí al salón, encendí la televisión y me concentré en ella. Debía evitar pensar en ello... Pero... ¿Cómo?
Apagué la tele y me deslicé al suelo, quedando mi espalda apoyada en el sofá. Durazno se sentó a mi lado.
Sin poder aguantar más, estallé en un llanto incontrolable.
Lloré como nunca, desahogaba todo el dolor que guardaba desde hacía tiempo y que la ruptura con Kuma saturó y rompió mi barrera de aguante.
Gritaba y lloraba tan fuerte que seguro me escuchaba alguien. Mi pequeño amigo aullaba en consecuencia de mis berridos.
Mis manos me agarraban la cabeza como si algo pudiera caerme encima, mi cuerpo temblaba fuertemente. Estaba sentada de rodillas.
Los lagrimones mojaron mis mejillas, recorrieron mi barbilla y humedecieron el cuello de mi uniforme.
-¡¿Megumi?!-me llamó Subaru.
Al verme así bajó las escaleras corriendo y me arrulló en sus brazos.
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La Hacker de los Asahina
FanfictionViene de un colegio/reformatorio, es hija de un temido hacker, ahora muerto por un "accidente"; su apariencia torpe resulta ser su tapadera perfecta. Miwa-san, ¿crees que es bueno juntarla con tus hijos? Los Asahina, Ema y la ardilla no son de mi cr...