La Hacker de los Asahina

Tsubaki

Eran las seis y media de la mañana. Me daban el alta médica, pero todavía tenía gasas en las hendiduras de mi cuello y la espalda con vendajes.

Según la doctora mi cuerpo se había curado rápido y bien. Lo que más me alegro fue que en vez de tres semanas ha sido dos semanas. La visión de mi ojo había sido completamente sanada.

En ese momento me encontraba en la recepción del hospital junto a Azusa, que estaba con el papeleo.

Este tiempo muerto fue beneficioso para mí, ya que pude reflexionar y averiguar cosas:

-Primero, Saburo no daba señales de vida. Le había intentado contactar y no pude... Al parecer hacía un mes que no daba señales de vida.

-Segundo, mi madre había sido drogada. Una posible sobredosis de fármacos...

Aunque también hice otras cosas en este edificio de ángeles, como dijo Kaname.

En estos catorce días se han intentado quedar uno de mis hermanos conmigo todo el día, aunque en las horas de visitas venían más. La hora de cambio era antes de cenar.

El primer día se quedó quedo Natsume ya que tenía libre, me lo pasé muy bien jugando con su consola portátil y hablando de tecnología. También me visitaron Ema y Louis, quienes no vinieron cuando me ingresaron.

El segundo día me cuidó Hikaru, pero vestido de hombre. Jugamos a las cartas, me trajo revistas de inventos e investigaciones curiosas. Ese día vino Ukyo porque no se fiaba de Hikaru, también el abogado me trajo ropa interior limpia y pijamas, con un sonrojo notable. Esto sirvió a Hikaru para chincharle.

El tercer día, Kaname ansioso por verme decidió quedarse. Me daba a veces vergüenza, ya que las enfermeras que venían se lo trataban de ligar, y este solo coqueteaba con ellas... La verdad, era un host completamente (Host: huésped. Trabajo en el que un hombre tiene la labor de acompañar a las mujeres que piden cita con él, muchas veces coqueteando.) . Aunque como las enfermeras casi no venían, solía ponerse coqueto conmigo y me intentaba ligar. La verdad es que me di cuenta de que sí tenía un monje interior, cosa que me alucinó. También supe que sospechaba algo de mis lesiones. A la hora de asearme él fue quien se ocupó con la toalla mojada en agua caliente de lavarme sin descubrirme el pecho ni quitarme mi pantsus, fue muy delicado y se concentró en limpiarme, sin hacer nada pervertido, quizás solo sea una fachada... Ese día nadie vino.

El cuarto día vinieron Ema y Louis. Con ellos era muy agradable estar, aunque ese día apenas hicimos nada ya que me pusieron calmantes y dormí casi todo el día. Lo único que recuerdo fue que Louis me trató el cabello y me lo peinó, dándome una mejor imagen; y Ema me aseguró que Durazno estaba bien, aunque estaba algo decaído.

El quinto día, me permitieron ir ya en silla de ruedas a dar paseos. Ese día Ukyo había pedido permiso y vino a cuidarme... O a regañarme por mis modales, a tratarme como a un bebé... La verdad, ese día fue duro, aunque me llevó a pasear por dentro del hospital aunque le pedí, le supliqué, le imploré e incluso le lloré que saliéramos fuera. Ukyo me dio de comer aunque podía sola, me ayudaba a todo... Sí, también me ayudó a desvestirme... Menos mal que llevaba vendajes todavía en el pecho...

El sexto día, como era sábado, se pudo quedar Iori. Me trajo flores y estuvimos hablando sobre nuestro pasado común, el accidente. Él se disculpó varias veces al haber tratado a mi tío así, le resté importancia al asunto, no merecía la pena. Estuvimos hablando después sobre temas irrelevantes mientras me llevaba por el hospital y sus terrenos. Vinieron de visita Yusuke y Tsubaki.