Un plan

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-¿Qué quieres, Hikaru?- en la cafetería él me invitó a un refresco.

-Quiero que la investigues.- propuso Hikaru en voz queda.

Le miré y bajé la mirada a mi bebida.

-Ya lo hice...- admití.

Hikaru me sonrió satisfecho.

-¿Has encontrado algo para demostrar que solo le quiere por interés?- me cogió una mano entre las suyas con ansiedad.

-He encontrado una especie de patrón económico con sus maridos...- susurré mirándolo a los ojos.- Siempre va a por ricos millonarios, les hace perder tanto dinero que acaban en la miseria, ahí es cuando encuentra a otro.- comenté.- Los números de ingresos de las cuentas bancarias de sus víctimas no bajan de los 9.500$ por mes.

Hikaru rió suavemente.

- Sí que has hecho tus deberes...- me miró alegre y sus manos comenzaron a acariciarme el dorso de la mano.

-Pero no solo estafa a sus maridos,  sino también a los amantes incautos.- añadí.

-Oh, mi linda Megumi, eres oro.- sonrió más ampliamente.

Cuando terminamos, pagó y nos fuimos a casa.

-Se lo contaré a todos.- me volvió a sonreír el pelirrojo escritor.- Eres la mejor.- me besó la frente y corrió por los pasillos.

Se me soltó una carcajada.

-Ay, me alegro por ellos.- sonreí amargamente y dije para mí misma.- Sus lazos son más fuertes que los míos propios...

Mis ojos se aguaron, pero me limpié con mi mano. Yo también debía mantenerme fuerte.

Acabó el fin de semana y volví a la vida real. Las chicas se lo curraron de verdad, las coreografías eran fantásticas...

- Muy buena, Luz.- exclamé cuando terminó su actuación.

-Gracias, Megumi.- esa chica se había suavizado bastante del primer día.- ¿Qué tal llevas lo tuyo? Espero que no te haya metido Tsuki mucho texto.

-No, ya me lo aprendí.- sonreí victoriosa.

-¡Waaaah!- se quejó Rous.- Eso no es justo...- puso morritos.- A mí no se me queda.

-Si quieres te ayudo.- Hayami, ultraresponsablemente propuso su valiosa ayuda a la bajita y risueña morena.

-Awwww... Gracias~.- agradeció muy contenta.

Sally, Tsuki y Kuma discutían sobre temas algo más técnicos.

-Bien, muéstrame lo que sabes hacer.- Me dijo Luz, estuve con ella dialogando sin parar nuestro texto en común.

Al final, Tsuki nos dio nuestras coreografías para empezar a practicar.

Tras una mañana agitada, volví a casa.

-Bienvenida Megumi.- me llamó una suave voz de cierto pediatra.

-Llegué a casa, Masa-nii-san.- sonreí, me relajaba el ambiente distendido del exterior.

-¿Qué tan el día?- preguntó interesado.

- Bien, cansado.- sonreí.

Este se acercó preocupado a oscultarme rápidamente con la mirada.

-Ten cuidado con los sobresfuerzos físicos, puede que no puedas seguir el ritmo.- me acarició la mejilla.- Ten, te ayudará a recuperar fuerzas.

Me dio una piruleta morada.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2018 ⏰

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La Hacker de los AsahinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora