-¡¿SE PUEDE SABER QUÉ COÑO TE PASA?!
Matthew está que hecha humo por las orejas mientras que Bailee intenta no echarse a reir.
Ahora mismo estamos enmedio del hall del instituto, ha sonado la campana y hemos entrado prácticamente corriendo, solo que Matthew, la strawberry y demás nos han parado a causa del manotazo que le ha soltado mi amiga al chico.
-¿A mí? Nada, ¿por?
Matthew se pone rojo de rabia y casi le da un golpe a Kylie, una chica de nuestra clase que se tira el día pegada a él, ella dirá que no, pero está colada por Matthew, cuando intenta calmarlo.
-No sabes con quien te metes, niña.
-No sabes con quién te meted tú.
Con eso se gira, provocando que su pelo le de a Matthew en toda la cara, cosa que hace que no pueda aguantarme más la risa.
Antes de subir veo como la ahora ex de Jarvis sale por la puerta llorando y a él... bueno, cómo se describe a alguien en su situación?
La única que queda conmigo ahora mismo es Liv, quién lleva una cara de muerta que no es normal.
Intento hablar con ella, pero me hace un gesto con la mano diciendo que lo deje estar.
Al final del día Liv sigue con el ánimo por los suelos y Matthew no ha parado de intentar ahogar a Bailee con la mirada. Jarvis ha desaparecido antes de volver a clase, no sé si ha ido detrás de la otra o no, pero más le vale no hacer llorar a Liv por él.
Cuando llego a casa lo primero que oigo es a Ashton gritándole al teléfono y a mi madre con una cara de cabreo increíble.
-Mamá, ¿qué pasa?
-Tu hermano no piensa con la cabeza, eso pasa.
-Mack ha llegado, ya hablaremos.
Cuando cuelga suelta un gruñido y se pasa la mano por el pelo.-Mamá...
-Ahora no, déjame pensar, Ashton.
Él mueve su mirada de mi madre a mí y viceversa.
-No se lo digas aún.
-¿Decirme qué?
-Nada, no preguntes.
-Chicos, me voy a trabajar. Y Ashton- mi hermano segira a mi madre y pone cara de arrepentimiento, cosa que no hacía desde que tenía 10 años.- Ya hablaremos.
Él baja la mirada y sube las escaleras prácticamente corriendo.
No me gusta nada que me oculten cosas.
Nada de nada.
Subo detrás de él, no quiero que pierda los nervios, por lo que después de llamar a la puerta de su cuarto abro despacio y entro sin hacer mucho ruido.
-¿Bubú?
Ashton me mira y se le acumulan lágrimas en los ojos.
-Mack, no me llames así...
-Te encanta que te llame así.
Bubú es una especie de mote que se le quedó a Ashton a medida que fuimos creciendo, cuando empecé a hablar él tenía 3 años y medio e intentó por todos los medios que dijera su nombre, pero lo único que sabía decir era la sílaba "bu", por eso cada vez que él decía 'Ashton' yo le contestaba 'bubu', llevando a que él empezara a responer a ello y que yo le llamara siempre Bubú hasta que cumplí 9 años.
-Hoy no.
-Ash, ¿que ocurre?
Se endereza y ya no veo ni tristeza ni nada parecido en sus ojos, sinó ira.
-Vete.
-Ashton...
-Fuera, no te lo repetiré.
Se me hace un nudo en la garganta y le miro intentando controlarle.
-No me iré hasta que dejes de esconderme cosas.
-Te he dicho que te largues.
-¡No!
Ashton se levanta y me coge del brazo para sacarme de su habitación, está enfadado, y lo sé, pero también se que no es conmigo.
-Ashton, para.
-Lo que pase o deje de pasarme no es asunto tuyo.
-Nunca me habías escondido nada.
-Las cosas cambian, no voy a contarle mis problemas a mi hermana pequeña, eres una cría.
Noto como me empieza a arder la garganta y lágrimas acumulándose, eso me ha dolido más de lo que me gustaría admitir.
-¿Qué es tan malo para que me trates así?
-Cállate.
Aprieta su mano en mi brazo, furioso.
-Ashton me haces daño.
Mi voz ya es casi un susurro, noto la boca salada por las lágrimas y me duele el brazo por el agarre de Ashton.
Este no es mi hermano mayor.
-¡Te he dicho que te calles!
Un dolor agudo me recorre la espalda y por un momento no sé lo que esta pasando hasta que me caigo al suelo.
Ashton me ha tirado contra la pared.
Le miro, con miedo, y él me devuelve la mirada, pero esta vez si que está llorando y ya no está cabreado.
-Mack...
Intenta agacharse pero me levanto antes.
-No me toques.
Corro a mi habitación y cierro la puerta con pestillo. Oigo un portazo, supongo que ha vuelto a su cuarto, mejor así, no quiero verle ahora mismo.
Miro el móvil, que no ha parado de vibrar en todo el tiempo y veo que están hablando del sábado, casi se me olvida que tenemos que celebrar el cumpleaños de Bailee y las gemelas.
Genial.
Para celebraciones estamos.
Apago el teléfono porque ahora mismo sólo quiero llorar y comer helado, pero como no quiero arriesgarme a salir y encontrarme con mi hermano me conformaré con llorar.
Me meto en la cama y dejo que salga todo lo que tiene que salir hasta que me quedo dormida.
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Nerve Cell
RandomLa vida de un alumno de último curso en el instituto no es nada fácil, y sinó, que se lo cuenten a nuestro grupo de amigas. Descubre la historia de 12 chicas, probablemente más parecidas a ti de lo que tu piensas, cada una con su personalidad y sus...