Martes

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Martes.

Ya estamos a Martes y yo me quiero tirar por una ventana.

Los martes son días inútiles, el lunes piensas en lo que has hecho durante el fin de semana, pero el martes está tan lejos del anterior y del próximo que debería ser eliminado.

Muerte a los martes.

-¡BU!

Doy un grito cuando Jessie me viene por detrás y me asusta.

Muerte a Jessie.

-¿Estás tonta? Casi me da un ataque al corazón.

-Eso por todas las veces que me has asustado tú a mí.

La miro mal y saludo a Elizabeth, que viene con ella.

Caminamos en silencio hacia la entrada del instituto, hay sueño, deberíamos estar durmiendo y no aquí.

Muerte al instituto.

Durante las clases no pasa nada interesante, lo de siempre: hablar con Lydia, molestarla cuando me aburro, ahogar las ganas de ahorcar a algunos... lo típico.

Durante la hora de patio voy a comprar algo de comer con Bailee, Lea y Jenna.

-¿Sabéis qué?

Bailee, Jenna y yo nos giramos hacia Lea esperando que diga algo, pero lo único que hace es seguir andando como si nada hasta que Jenna la llama.

-Lea, ¿qué pasa?

-Ah, creo que a Jarvis le gusta Liv.

-Pero eso ya lo sabiamos todas.

-Bueno, pero me han dicho que ayer vino la novia y discutieron delante de todos.

Mientras Lea le cuenta a Jenna lo que pasó miro a Bailee, que está mirando su móvil y parece nerviosa.

-Oye, ¿te encuentras bien?

Levanta la mirada de golpe, como si no se hubiera dado cuenta de que la miraba y se guarda el teléfono enseguida.

-Si, ¿por qué iba a estar mal?

-No lo sé

-Pues ya está.

Dicho esto se mueve y se cambia de lado, dejando a Jenna y Lea en medio de las dos.

Eso me sienta un poco mal, sólo quería saber si le ocurría algo, al fin y al cabo es mi amiga y quiero que sea feliz.

Bajo la mirada y en todo el tiempo que compramos y volvemos al instituto, no digo nada.

Al llegar Lydia está hablando con una chica de nuestra clase, Diana, están hablando de no se qué de un salón de manga, son dos frikis.

Últimamente Diana y dos chicas más, Nia y Brooke, se han unido a nuestra pequeña familia. El año pasado hablabamos con ellas, pero no eramos, por decirlo de alguna forma, amigas. Este año han pasado de la gente con la que estaban por razones que no voy a contar.

Las hemos acogido a las tres porque son adorables, bueno, Nia es adorable, Brooke es más bien tímida, pero cuando coge confianza es abierta y no tiene ningún problema en meterse con los demás, pero como ya dijimos... ¿qué son las amigas sin el bullying?
Diana en cambio es la persona más rara que te puedas encontrar. En el buen sentido. Está loca, es espontánea y divertida y, a su manera, es un amor.

El caso es que ahora somo doce, y a pesar de que ellas tres llevan pocos meses con nosotras y yo tan solo las conozco a las once desde hace un año, las quiero a todas como si las hubiera conocido toda la vida.
Nunca me había sentido realmente parte de algo hasta que las conocí.

Brooke me pasa la mano por delante de la cara y salgo de mi trance.

-¿Estás aquí?

-Claro, ¿no la ves?

Brooke se gira a Jessie, quién le sonríe de la forma más inocente del mundo.

-Jess, eres tonta.

-Gracias Bailee, yo también te quiero.

Casi me caigo por las escaleras en las que estamos cuando Stacy pasa por mi lado y me da en el hombro. Me giro con cara de pocos amigos, cualquier día la mato.

-Ve con cuidado.

-Pues no te pongas enmedio, que ocupas todo el espacio.

Se me hace un nudo en la garganta mientras Elizabeth y Jenna se ponen delante de mí. Alice se pone a mi lado y Elizabeth le coge el brazo y evita que se vaya.

-¿Qué has dicho?

-Que tu amiga obstruye el paso.

Jenna se planta delante de ella y por un momento temo que le suelte un manotazo en la cara.

-Tenías todo el otro lado, no tenías por qué hacer eso.

-Pasaré por donde me de la gana, pero dile a la gorda que no se ponga enmedio.

Brooke también se levanta, es la más alta de todas y en un momento tengo una barrera de chicas delante separándome de Stacy.

-Retira eso.

-¿Por qué? Es cierto.

Noto como se me acumulan las lágrimas y cómo Alice me coge de la mano intentando reconfortarme, pero lo único que consigue es que empieze a llorar. Salgo corriendo hacía el baño mientrad oigo como Liv grita mi nombre y la risa insoportable de Stacy.

Me meto en un cúbiculo, cierro con pestillo y me echo a llorar como una niña pequeña, creía que tenía todo esto superado, pero lo que ha dicho Stacy simplemente me ha tocado el corazón.

Escucho tres golpes en la puerta y la voz suave de Alice preguntando si estoy ahí. Intento controlar el llanto y normalizar mi respiración, pero noto como me falta el aire. Abro la puerta, sigo llorando e intentando que me entre aire en los pulmones. Alice no dice nada, simplemente me abraza y me deja llorar en su hombro. Al poco tiempo entran Liv y Nia, tampoco dicen nada y se lo agradezco mucho, no tengo ganas de hacer nada y mucho menos de hablar de esto.

Liv se agacha delante de mi cuando me separo de Alice.

-Sabes que lo que ha dicho no es cierto, ¿verdad?

No me sale la voz, así que sólo niego con la cabeza y me pongo a llorar otra vez.

-¿Todo bien?

Miro a la puerta y están Jarvis e Izan mirándonos, escondo la cara en el cuello de Liv porque no me gusta que la gente me vea llorar y Nia les dice que si.

Izan niega con la cabeza y se marcha mientras Jarvis me mira con lástima.

-A Stacy le encanta la pelea, no le hagas caso.

No espera a que le conteste, mira a Liv y le sonríe un poco antes de irse y ella se tensa un poco. Bajo la mirada al suelo y me seco las lágrimas con la manga.

Me levanto y me lavo la cara, veo a las tres mirándome através del espejo.

-Estoy bien.

Mentira.

Cuando salimos del baño suena el timbre y en un minuto los pasillos se llenan de gente.

Menudo día.

Nerve CellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora