Adoptada por los Malik

Manchester

-Respira profundo.

-No puedo -chilló él.

-Sí puedes -le digo.

-No.

-Felipe Peterson, si no respiras profundo -empecé a amenazar-, no lo tocarás. -De inmediato, él empezó a respirar profundo y a fingir tranquilidad.

Matilda sonrió y le dio el visto bueno al muchacho.

Él cerró los ojos y Matilda abrió la puerta. Le hice caminar unos pasos y le dije:

-Listo. Abrelos.

Pip abrió los ojos, gritó y corrió hacia Harry.

-¡Oh, por el Ángel, eres Harry Styles!

Lo abrazó como si fuera su ídolo. Tal vez porque lo es. Cállate.

-Eres... eres... -y dio un gritito. Es por eso mismo que dicen que es un afeminado y posiblemente gay. Pero no, señores, Felipe Peterson puede ser muy machito cuando quiere... pero como muy pocas veces lo quiere de verdad...

Y aun así, la mitad del tiempo tiene a chicas detrás de él. Pero si lo quieren tener, ellas deben aceptar el paquete completo: Un directioner boy+dos chicas guapas que son sus amigas que también son directioners.

Oh yeah.

-Mis... costillas...

-¡Suéltalo! -gritó Louis, separando a Felipe de Harry-. Hazza, ¿estás bien?

-Salvo por el hecho de que es posible que me rompió una o dos costillas, sí, estoy bien.

MMM... Sí, dilo. Larry, bitches ;)

Louis se puso a reír... y Pip lo embistió para darle un GRAN abrazo. El pequeño Pipe se sentía como niño en navidad, lo conozco demasiado.

-Ya, niño, mucho -dijo Louis, tres segundos después-. Yo no soy un oso de peluche.

-Louis, tratalo bien -le reprendio Liam-, él es un fan más.

-Sí, pero es de su grupo -y me señalo.

-¿Qué quieres decir? -dijimos al unísono los tres.

-Nada -dijo él.

Idiota.

Entrecerramos los ojos. Louis retrocedió un paso. Ganamos.

-Hola, Zayn. -Zayn lo saludó con la mano. Ellos ya se habían visto.

-Liam James Payne, un gusto. -Liam y Pipe se estrecharon las manos.

-El gusto es mío.

Él le dijo algo al oído. Liam abrió los ojos como platos y tragó. Se me había olvidado decirles eso de él a los chicos. ¿Qué? ¿Que le gusta amenazar? Eso mismo. Tranquila, ya se dieron cuenta.

-Y tú... -Felipe apuntó a Niall que abrió los ojos se le abrieron y me miró-. Debes venir conmigo.

Nuestros ojos se conectaron y yo asentí. Niall asintió y miró a Felipe.

-Está bien.

-¡No le hagas daño!

En el momento en que Felipe abrió la puerta, entró, como si nada, un muchacho de quince años. Lewis Navarro, el hermano adoptivo de Matilda, le hizo el quite a Felipe y a Niall y se fue al lado de su hermana, masticando una manzana de un brillante color rojo.

-¿De dónde sacaste esa manzana? -le preguntó Matilda, extrañada, al adolescente.

Él se encoge de hombros y le dice: