Él le tomó por los brazos y le obligó de nuevo a volver a la cama, no quería que fuera a la escuela por alguna razón o más bien por muchas razones, y en realidad cuando iba a la escuela no hacía nada más que quedarse con sus amigos rodando por toda la escuela, le importaba muy poco sus estudios desde el día que le empezaron a surgir invitaciones a fiestas, y a otras cosas... Lo importante es que, ahí estaba en la cama de su novio, siendo ya las doce de la tarde, para la mayoría de los adolescentes no era una hora muy avanzada del día para levantarse, para los adultos ya era muy exagerado para aún estar en la cama pero, lo que nadie de ustedes sabe hasta ahora es que Stiles Stilinski entra en el turno vespertino de la escuela más prestigiada de arte de toda California -o bueno al menos sí de Santa Clarita, condado cercano a Los Angeles, para ser mas exactos, el barrio de Valencia- y también creado por Walt Disney, llamada CalArts por sus siglas en inglés, y que además de eso también entra a las dos de la tarde para empezar su turno. En verdad que sí quería ir a la escuela porque, ahí además de todas esas invitaciones a fiestas y ver a sus amigos, Stiles Stilinski podía ver aunque sea alguna vez al día a, Derek Hale, un chico de cabellos negros y seria mirada de ojos verdes selva, y ese era un buen motivo para salir de casa e irse a la escuela y perder el tiempo por alguna razón estúpida que lo motivaba.
—Ya déjame tío, tengo que ir a la escuela —protestó el chico de largas pestañas y cabello corto, Stiles Stilinski, mientras fruncía la cara y se jalaba del brazo del otro chico.
—Que no te voy a dejar ir pequeño mío, no quiero que vayas a la escuela, de todas maneras nunca vas a hacer nada. —Un buen rostro con un divino cuerpo, de ojos coquetos y peinado perfecto habló, para hacer saber sus quejas y casi ordenes impulsados por el perfecto amor que le tiene al castaño. No compartiría con el mundo a un precioso chico de hermosos lunares, cuando lo podía tener para él todo el día, todos los días.
—Theo Raeken, te lo advierto por última vez o sino voy hacerte pagar muy caro, ¿me entendiste? —reclamó el castaño con el dedo de la mano derecha a la cara de su novio.
—¿Ah si? ¿y qué vas a hacer al respecto?
—Voy a... —Se quedó pensando unos segundos en ello, Theo se enamoraba siempre de su expresión dubitativa—. A patear los bajos con la pierna, y no sólo eso, voy a pisarlos con mis pies hasta que grites de dolor y me dejes ir —exclamó finalizando su diarrea verbal.
—Pues yo tengo a miles de soldados del amor en mis labios listos para ir a la guerra y atacar primero y más rápido —argumentó el otro chico, sus contestaciones eran menos agresivas que las de Stiles, y por supuesto siempre acompañadas de una mirada llena hasta sus órganos tridimensionales y visuales, de amor casi puro cual sustancia casi llena de diamantes liquid0s. Y sólo esa mirada tan sensual fue algo que por más que quiso, Stiles Stilinski no pudo resistir.
De un momento a otro, la mano que tenía sujetado a Stiles fue jalada hacia atrás y justo los labios de Theo fueron posados en los delgados y entre abiertos labios del castaño. Al sentir ésto, Stiles cedió todas sus defensas hasta hacerlas polvo. Ambos se besaban con mucha pasión, o bueno algo así como amor intenso con cariño devastador que Stiles no fingía. Theo separó al chico de su cuerpo y lo empujó con estilo hacia atrás.
—Ya corre que se hace tarde —dijo Theo medio sentado en la cama.
—Gracias —agradeció Stiles dando la vuelta, por fin listo para entrar a la ducha y prepararse para ir a la escuela.
Theo Raeken no pudo evitar mirar la retaguardia de Stiles y en la espalda baja los mínimos lunares para después dar una nalgada en las nalgas del castaño haciendo que su ropa interior demasiado holgada color verde de cuadros se estrujara.
—¡Auch! —exclamo el castaño un poco molesto posterior a esa nalgada mientras Theo se reía con dicha.
—Es que ese trasero que te cargas estaba gritándome para que lo hiciera —bromeó Theo dejándose caer en la cama de nuevo con las manos abajo de la cabeza.
—Claro que no, ¿estás siendo sarcástico o algo así? —reclamó ya casi saliendo del cuarto con las manos puestas en la puerta blanca.
—No, estoy siendo por completo sincero. —Y era verdad, a Theo le encantaba esa retaguardia.
—Sólo porque no tengo tiempo. —Y con eso Stiles dejó claro que no le iba a patear las bolas esa vez por "burlarse" de sus pocos atributos traseros.
Stiles al salir del cuarto del chico, estuvo con ambos pies desnudos en el pasillo de alfombra roja bien colocada en el suelo de madera. Caminó hasta la sala y después al comedor para llegar hasta la puerta trasera y prender el calentador para poder ducharse con agua caliente. Justo ahí estaba su suegra y la progenitora de su hijo Theo de nombre Cara Raeken, regando algunas cosas de su patio trasero con piscina.
—Buenos días señora Raeken —saludó un poco nervioso Stiles al hacerlo.
—Tardes —corrigió a Stiles y no había día que no lo hiciera—. Y ya te había dicho que no me digas señora Raeken, sino por mi nombre Cara.
—Sí, siempre se me olvida —mintió Stiles pero es que cuando se quedaba a dormir en casa de su suegra y prácticamente casi viviendo ahí, ademas ser casi un mantenido, decirle a ella "de tú" era casi como un abuso de confianza, y una patada comenzando por la traición.
—Bueno no hay problema cariño, ¿vienes a prender el calentador? —habló ella olvidando lo anterior mientras mirando al castaño castaño con interés oculto se le acercaba.
—Sí, a eso vine —dijo el otro mientas se rascaba la cabeza porque estaba casi desnudo frente a la madre de su novio, a sabiendas de que todos sabían que él y Theo habían dormido juntos.
—¿Bueno a que horas entras hoy? —preguntó ella cortando una rosa roja con unas tijeras muy grandes, se escuchaba el delgado tronco de la planta tronar.
—Hoy salgo a las... —se confundió Stiles de los nervios mientras prendía el calentador—. Hoy entro a las dos de la tarde, sí.
—Bueno, será mejor que te des prisa, sino quieres llegar tarde —apresuró coqueta la mujer.
—S', mejor me voy a bañar ya —exclamo saliendo de ahí o mas bien entrando a la casa una vez que ya estaba prendido el aparato.
A lo que la mujer sólo rió encantaba, el novio de su hijo le parecía muy gracioso, por no decir hilarante, pero tampoco era un chiste andante.
Cuando Stiles entró al cuarto cerró la puerta detrás de sí. De pronto sintió un cuerpo en la espalda, estaba cálido contra su piel pálida, y experimentaba aventuras frescas a través del cuerpo y el sentido del tacto. Theo ya lo tenía presionado entre sus brazos con el miembro creciendo en la retaguardia de Stiles.
El castaño sólo se vio limitado a cerrar los ojos un poco, y mordiendo su labio inferior mientras una mano se esforzaba por apretar el cuerpo de Theo contra el suyo todavía más, y con la otra dirigía la cabeza y rostro de su novio para besarse. Los labios de ambos chicos se fundieron, entre los músculos de estos y lo forjaban con fuerza. Era fantástico, Stiles no mentía cuando le decía a sus amigos que en verdad quería a su novio, a pesar de el tono de voz que usaba cuando le decía hacia que no fuera creíble incluso para él mismo.
—Déjame bajarte las bermudas con la boca por favor —suplico Theo en la oreja de Stiles.
—Theo no sigas con esto —imploró Stiles con los ojos entonces cerrados, pero con expresión preocupada y aferrado de temor al cuerpo de su novio.
—Oh por Dios, sabes que quieres esto... —susurró, ya bajando por la espalda del chico sin despegar los labios de la piel nívea del castaño disfrutando con exceso y locura de aquella mítica sensación.
Los labios de Theo reposaban tan abajo acariciando la espalada baja, y con los dientes mordiendo la ropa interior justo en el ancho resorte.
Cuando terminó, puso por fin sus manos en la retaguardia de Stiles, poniendo su lengua en la entrada limpia de Stiles, éste sólo pudo estrellarse contra la pared verde oscuro, sosteniéndose como podía sintiendo como su sexo crecía y se acariciaba por si solo con cada centímetro que crecía.
—¡Theo! —exclamó bajito Stiles empezando a extasiarse de la maravillosa sensación de la boca de Theo succionando justo abajo de sus testículos, apretando entre sus labios la parte más baja y oculta del miembro de Stiles.
—Stiles ¿ya te estás bañando? —gritó la madre de Theo. No le incomodaba la idea de que su hijo y otro chico estuvieran a punto de tener sexo dentro de su casa pero en verdad quería el bien del novio de hijo y quería que fuera responsable.
Los chicos detuvieron su ajetreo del golpe, pero se quedaron en la misma posición esperando que Cara se fuera pero ella ya sabía sus mañas.
—¡Theo tengo tu ropa limpia, voy a entrar a ponerla en tu ropero! —Y los chicos habían olvidado poner el seguro.
Una vez la madre de Theo entró, éste estaba en la cama con las sabanas en la cabeza, fingiendo aún estar adormilado. Stiles ya estaba en el baño con el pecho subiendo y bajando de lo rápido que entró.
La madre del novio del castaño le dio una revisada satisfecha a la habitación, Theo maldecía bajo las sabanas, la madre de éste sonreía con los labios mientras acomodaba las prendas en el ropero y Stiles, que otra vez iba a llegar tarde a la escuela y que su suegra estuvo a punto de descubrirlos en un momento íntimo, a pesar de éso, tenía una amplia sonrisa mientras recuperaba el aire.
Hasta ese momento nadie dudaba de que fueran una pareja feliz y que todo parecía perfecto, porque en la cabeza de Stiles, la situación que estaba viviendo era todo lo contrario.NOTA DE AUTOR:
Quería decir algo pero no recuerdo lo que era, creo tal vez era lo de que cada día voy a subir capitulo hasta el 25 de diciembre. Comenten, me encantaría que me comentaran su opinión acerca de esto y así, disfruten de este nuevo proyecto. Los amo. Y en el enlace externo podrán ver la portada de la historia en alta calidad.
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DECEMBER
FanficYa es Diciembre en el pueblo de Valencia, lugar de residencia de Stiles Stilisnki y sus amigos, ademas de uno que otro personaje complicado. Stiles Stilisnki hace poco acaba de comenzar una relación con alguien pero ha estado enamorado de otro desde...