Cuarenta y Seis Horas

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Por los días que escribí esto, mi madre estaba muy delicada de salud, entonces, no fueron buenos tiempos en mi cabeza y las cosas que escribía no eran lo mejor, pero al igual que al anterior, lo revisé muchas veces y quedó muy largo, no suelo subirlos si tienen mas de cuatro mil palabras -siento que no lo leerían completo- y por lo tanto tal vez datos importantes regados al azar serían obviados, así que lo dividí en dos y aquí lo tienen. Que lo disfruten y ¡¡Feliz día del amor y la amistad!! \u/

STILES SE LEVANTÓ ENSEÑANDO EL CUERPO desnudo, aún se sentía un poco intimidado, por su contraste con el cuerpo de su nuevo novio. Se puso una camisa algo grande de Derek en el tronco, y su bóxer limpio de Batman. Las pantuflas del moreno también se las colocó, eran tan suaves al tacto. Se miró en el espejo del pasillo, ovalado y enorme. Se veía bien, extrañamente, sólo se revolvió un poco el cabello con la mano derecha. Se tomó su tiempo para bajar las escaleras de madera pegadas de una manera imposible a la blanca pared. Bostezó con una mano en la boca y sus ojos se cerraron por completo.
Abrió la puerta de la calle con lentitud y sin preguntar. El día lucía igual que casi siempre todos los días, con el sol sonriendo y las nubes desaparecidas después de las fiestas en la noche. El sol le daba en la cara y entrecerró los ojos un poco pero al mismo tiempo le encantaba que el astro de las llamas pintara su piel con su pincel dorado.
—No has contestado mis llamadas —dijo el joven cuyo ansiedad había aguardado en un cofre de madera enorme un día dentro sí mismo, ya era veintiocho de Diciembre.
—¿Theo? ¿Qué haces aquí? —preguntó Stiles sintiéndose hallado en la misma escena del crimen por la policía, él era el asesino. Sintió el sudor frío, y las piernas temblorosas.
—Pues, como no contestabas y estaba preocupado, decidí venir a verte... ¿Cómo está Lydia? —explicó y después cuestionó el chico Raeken aún contenido, la frustración dentro de su mente, su expresión estaba comprimida—. ¿Por qué estás vestido así? —"¿No es más que obvio Theo?" Se dijo a sí mismo, regañándose por ser tan iluso.
—Falsa alarma con ella, cosas de la fiesta del fin de año, son unos exagerados y... La camisa, es... De Scott, es que, es algo estúpido, estaba, había salido de la ducha, me quedé en calzoncillos y cuando tocaste fue lo primero que vi en el sillón —mintió, siempre le salía tan orgánico, como a su amiga pelirroja, pero ese día, frente a Theo, había sido bastante artificial y sin fluidez, había roto la regla general de las mentiras, dejándose al descubierto.
—¿Me dejas pasar? —preguntó Theo con un pie ya un poco más adelante que su cuerpo, deseaba entrar con muchas ganas, para confirmar que sus sospechas no habían sido más que delirios.
—¿En serio? Es un desastre —tragó saliva y dio un paso adelante también, lo menos que quería era que cuando Theo abriera los ojos, se diera cuenta de que la pesadilla era real.
—Sí, eso no importa —contestó el joven, la luz que siempre habitaba en su angelical rostro, ya no estaba más ahí, ahora sólo había una cara seria, pero linda.
—Bueno... —La cabeza de Stiles iba a estallar pues estaba funcionando demasiado rápido para salvarse el pellejo y que sus novios (pues lo eran) no se encontraran bajo ninguna circunstancia. ¿Cuándo había llegado a ese punto?
Theo iba por delante y Stiles apenas cerraba la puerta de la calle. El joven Raeken abrió la puerta corrediza de cristal por donde se entraba a la casa de Derek. Al entrar se sorprendió de lo grande y espaciosa que era por dentro pues por fuera era muy pequeño el patio de bambúes.
—Creí que habías dicho que la casa estaba en desorden —dijo con voz baja Theo caminando lento por el comedor, examinado cada rincón. Los ojos estaban un poco entrecerrados—. Nunca me dijiste que la casa donde vivían tú y tus amigos fuera así de grande y hermosa.
—No pensé que fuera algo relevante ¿sabes? —tartamudeó, tenía que llegar rápido a la habitación para impedir que Derek bajara o hiciera algo. La sangre se derramaría de los rostros.
—No lo entiendo. —Se puso frente a la columna que estaba a un lado de las escaleras. Vio al castaño con más seriedad que antes. La pared estaba fría en su espalda, era blanca—. No pagaste la casa donde vivían, bueno pues la renta era muy alta para ustedes. Y los corrieron, pero entonces ahora viven en esta casa que debe de ser diez veces más costosa el alquiler que en la anterior.
—Pues, es que en ese tiempo, ahorrábamos para la gran fiesta de este fin de año. —Era la verdad, pero por alguna razón no se sentía como tal. Le quedó una sensación de mugre en la lengua—. Y no podíamos dejar que todo nuestro dinero se fuera así como así y el padre de Lydia... se ofreció a alquilar esta casa hasta enero, finales de Enero.
—Ya veo. —Muy, muy en el fondo, no había creído ni una sola palabra. Pero la parte que sabía eso, no estaba conectada a la mente racional de Theo ni a su conciencia.
¿Cómo podía mentirle de esa forma tan descarada en su presencia? Se interrogaba otra parte de Theo, mientras una pensaba: De seguro es la verdad y todo esto es una cadena de eventos inoportunos y equivocados. Malinterpretados.
—Bueno, eso lo explica —dijo y se acercó al castaño con lentitud—. Mi madre se enteró que ayer no tuvimos nuestra cena especial, así que uno de los motivos por los cuales vine es porque, mi madre nos hará una cena para los dos nada más —informó mientras delineaba con el dedo índice la orilla de una copa de vidrio. Era una mentira, el había organizado esa cena especial, era una falacia inocente y linda a la vez.
Stiles se conmovió, pero no debía olvidar su plan en ese instante.
—¡Qué linda! —Falló—. Deberíamos irnos para allá ahora mismo entonces. No queremos llegar tarde.
— Tenemos todo el día —Anti-Theo estaba de regreso—. Mejor... Deberíamos de tener algo de sexo opulento.
Un ruido se escuchó en el piso de arriba.
—¿Qué fue eso? —preguntó Theo señalando hacia arriba con el dedo índice de la mano izquierda y el gesto extrañado.
—Nada, ya sabes, cosas que hacen las casas de repente. —Se encogió de hombros, con inocencia, tenía que recordar sus aprendizajes en la escuela, sino porque chingados estaba estudiando actuación.
—Tal vez deba ir —se ofreció poniendo un pie en la escalera, en el primer escalón.
Derek se había puesto sus audífonos escuchado música muy fuerte para su salud, se preguntaba si el castaño le estaría haciendo el desayuno, de seguro por eso tardaba tanto, no quería ir a verle y arruinar la sorpresa. Así de grande era su vanidad. La sabana blanca le remarcaba el cuerpo desnudo.
—Sexo opulento suena perfecto —exclamó el de lunares con falsa excitación y se abalanzó sobre Theo con rapidez de un jaguar.
Ambos casi se caen al suelo.
—Stiles no me tomes de sorpresa, ¡pudiste haberte roto la cabeza si nos caíamos, o el cuello, o algo! —exclamó preocupado Theo con el chico Stilinski aferrado a su cuello, apenas recuperado el equilibrio. Su actitud seria –de Theo- se había evaporado de repente.
—Cuando se trata de sexo y Theo juntos conmigo no hay por qué esperar, quiero que sea tan salvaje y rudo como la última vez —siseó como una serpiente tentadora ofreciendo la manzana roja más brillante y jugosa del huerto. Tendríamos a un ángel caído muy pronto.
—Stiles, al parecer ahora sí que te agarró Asmodeo por la espalda —exclamó con un entusiasmo renovado el novio del castaño.
—Yo soy Asmodeo —susurró para después jalar las patillas del cabello y darle un beso.
—¡Auch! —exclamó el joven Raeken agarrando más fuerte a su novio por alguna razón.
—Siéntame sobre de ti Theo —suplicó Stiles mordiéndose el labio inferior entonces.
Y así lo hizo, Raeken y él, se sentaron sobre el sillón más cercano. Stiles no dejaba de ver a los ojos mientras se movía en círculos sobre la polla erecta de su novio, primero normal, luego más rápido, tan rápido que Theo iba a gemir y luego lento y brusco, en círculos mientras que con una mirada lasciva contaminaba el alma de Theo. Como pudo, Stiles se retiró el bóxer apretado de Batman que traía puestos.
—Eso es... —susurró Theo cuando el culo desnudo de Stiles le tocó de nuevo sobre su miembro.
Pero, lo que hacía Stiles, todo era un acto. Se levantó del sillón y salió corriendo, desnudo con Theo sujetando su ropa interior entre las manos, la olió, tan magnifico era ese aroma, como un panecillo un dulce. Stiles cogió las llaves del auto de Peter de la mesa del comedor. Theo decidió seguirle el juego a su novio y salió tras de él. Pero Stiles ya iba dentro del coche del tío.
—¡Súbete! —Le llamó Stiles con un grito demasiado alto—. Me quitaré la camisa, no te quieres perder eso, ¿o sí? —interrogó con un gesto demasiado erótico para un hombre.
—Claro que no. —Y chifló al ver como su novio ya se quitaba el primer botón.
Ambos sobre el coche, avanzaron a toda velocidad.
—Bueno pues... ¿Quisieras darme mis calzoncillos y darme tus pantalones? —cuestionó Stiles ya más relajado pues había logrado salirse de un buen apretón en donde estaba, se estaba gangrenando pero había logrado hacer la sangre fluir de nuevo. La maniobra había sido difícil de efectuar y Theo se la había creído toda entera, era un magnifico actor, de eso estaba seguro. ¡Gracias CalArts!

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