—¿Qué sucede? —preguntó preocupado—. ¿Pasa algo? —insistió.
—No... Voy al sanitario, aguarda aquí no tardo —dijo nervioso el de ojos whisky y se fue sin entender las palabras de su novio.
Iba caminando. La vista cenital habría hecho ver cuanta gente les rodeaba. Stiles caminaba entre niños y adultos con comida en sus bandejas. Estaba decidido a hacer todo lo posible para que la salida resultara lo mejor posible.
Llegó hasta donde estaba Derek asegurándose de que Theo no le viera. No haberlo visto en muchas horas le había hecho a su cerebro atrofiarse hasta tal grado que su sola imagen era más bella que antes.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Stiles con el ceño fruncido. Fingía estar enojado, debía de estar enojado a la vista.
—Te he estado buscando —se hizo oír con un tono de molestia. Mostrando sus dientes más que de costumbre.
—No, no. ¿Quién te dijo? ¡Nadie sabía! —exclamó en tono bajo. Habían revelado su secreto cuando lo había tenido tan oculto. Así se debía sentir cuando les pirateaban los álbumes a los artistas antes del estreno.
—Ven conmigo —ordenó el moreno con un tono exigente.
—No quiero, vete de aquí, ahora mismo o te odiaré para siempre —aseguró el castaño empujándolo con fuerza, pero no era suficiente.
—¡Te digo que vengas conmigo ya! —espetó cada vez más fuerte y más cerca del muchacho. Quería llevárselo pero al verlo de nuevo el deseo de tenerlo contra su piel le agobiaba.
—Vete a la mierda —culminó el castaño y se dio media vuelta.
Vio al chico irse, y la cabeza le dio muchos algoritmos, la mayoría con resultados erróneos e hizo lo único que tal vez, podía funcionar. Le jaló del brazo y le atrapó con el otro contra su cuerpo. Le besó los labios al castaño con fuerza. Stiles luchaba por liberarse de aquel beso ladrón, pero el moreno puso su mano en la nuca del chico impidiendo una bifurcación. Los puños del castaño golpeaban con instancia el pecho del otro muchacho, pero poco a poco, entre respiraciones densas, sus palmas sólo se relajaron y se quedaron depositadas sobre los pectorales de Derek. Stiles ya no luchaba para nada, pero tampoco se dejaba llevar por sus primitivos deseos. Sus labios le habían dado un poco de espacio a los otros, pero no se movían, permanecían con indiferencia a pesar de que los otros músculos hacían su mejor esfuerzo siendo al final de cuentas, ignorados.
Derek se separó primero y le vio a los ojos con rapidez. Quería ver algún destello de aprobación en ellos pero Stiles miraba el suelo impidiendo ver su alma. Aun así sus mejillas estaban rojas.
El tenerlo contra sus labios había sido tan reparador. Para ambos. De pronto todo se quedó en silencio para ellos.
—Vámonos de aquí Stiles. Ven conmigo —pidió el moreno sin toda la energía negativa que le había asaltado minutos atrás. Su mirada era sincera y preocupada. Stiles jaló aire con la boca entreabierta, era un amor imposible. Ahora que por fin debían estar juntos, ya no era posible.
—Es tu culpa —susurró el castaño con voz baja, apenas el moreno le escuchó.
—Perdón por haber tardado tanto tiempo —se disculpó poniendo su frente sobre la otra, quería ver que era escuchado—. ¿Al menos lo pensaste una vez? —Stiles no le miraba a los ojos.
—No —mintió y eso le hirió un poco su propio corazón, y al de Derek también, entonces, éste puso sus labios en la mejilla del chico y la besó.
Estaba demostrando con eso que sus sentimientos no eran una farsa o una trampa... Ante ese tacto el castaño cerró los ojos, no se había dado cuenta lo necesitado que estaba hasta ese momento. Se permitió por un momento imaginar que podía ser tan real y que no había nadie y nada ahí, más que ellos dos.
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DECEMBER
FanfictionYa es Diciembre en el pueblo de Valencia, lugar de residencia de Stiles Stilisnki y sus amigos, ademas de uno que otro personaje complicado. Stiles Stilisnki hace poco acaba de comenzar una relación con alguien pero ha estado enamorado de otro desde...