Al no llegar la muerte, entreabrí los ojos. Pero para mi sorpresa no vi nada, estaba todo oscuro, ¿la muerte era así? No, definitivamente no había muerto. Corrí hacia el frente, sin ningún objetivo. No sirvió de nada, era como quedarse en el sitio; era una tontería pero... ¿Qué pasaría si corriese hacia algún lado? Pensé: si corro hacia mi derecha igual paso de canal. Como no tenía nada que perder empecé a correr hacia mi derecha, con suerte pasaría a otro canal. No comprendí por qué había desaparecido... ¿Todo? Igual, mi hermano había quitado la película. Esa carrera me animó, esta vez el correr me hizo ver a lo lejos un brillo azul; ¿el cambio de canal? Emocionada corrí más rápido, acelerando por la euforia del momento. Estaba ya a dos pasos cuando volví al punto de partida.
Mi entorno se transformó en un avión y llevando un paracaídas, me llamaron a gritos. Me acerqué al hombre que me llamó, un hombre estaba tirado en el suelo mientras un médico le miraba el brazo. La cara del hombre me resultó familiar, era el presentador superviviente del programa. Me temía lo peor, que tuviese que llevar yo el programa. Yo no tengo experiencia, llámame rara, en deportes extremos.
-Angela,- dijo el hombre del suelo- tendrás que llevar tu el programa. Mi lesión me impide ir contigo, pero Teo te ayudará.
-Pero...- respondí aterrada ante esa idea- ¿Es una broma?-
-Queridos telespectadores- dijo hablando a una cámara- tendréis a la invitada de anfitriona en este programa. Ahora a saltar.-
Ya que no tenía escapatoria acepté, me ataron a Teo, el cámara. El era de una estatura media y con pelo negro azabache.
Saltamos, juraría que el corazón se me quedó en el avión y había sido sustituido por terror. Al aterrizar me sentí muy avergonzada, los telespectadores me habrían visto gritar y las caras de terror que ponía. Habíamos aterrizado en una orilla de una isla, desde esta se veía otra isla más grande. Me gire a la cámara y dije tratando de aparentar seguridad.
-Desde esta playa se ve otra isla más grande, así que tendremos que cruzar a la otra.- señalé la isla mirando hacia ella- Allí tendré más posibilidades de sobrevivir. Lo primero será guardar un poco del paracaídas nos puede servir más adelante.-
Saqué de mi mochila un cuchillo y corte las cuerdas. Enrollé las cuerdas y la tela para meterlas en la mochila.
-Ahora construir una balsa que me permita cruzar la distancia entre las dos islas.- tome aire- Por esta zona hay cañas de azúcar. Las cortaré por la mitad para hacer una balsa.-
Me metí en los principios del bosque, por suerte allí encontré lo que quería. Empecé a cortar mientras Teo se acercaba y lo hacia el. A pesar de que quería intentar sobrevivir por mi misma, me ayudó quitándome trabajo. Una vez cortados, los uní con las cuerdas del paracaídas. Ya tenía el suelo de mi balsa, faltaba un remo pero decidí buscar otra manera de propulsión para ayudarme. No utilicé la tela para una vela ya que podría ser necesaria más adelante.
-Para facilitar le trabajo de remar buscaré otra alternativa- señale hacia la orilla- iré hacia la orilla para empezar. Puede haber llegado arrastrado por la corriente algo que me sirva. No utilizaré la tela como vela ya que puede ser necesaria más adelante.-
Parecía estar rodo amañado, al momento encontré una botella que guarde, una goma y una red. Esa iba ser mi vela, cogí la red enorme y me gire de nuevo a la cámara.
-Voy a utilizar parte de esta red.- volví a la balsa- Esta red me servirá de vela si entrelazo unas hojas. Cortaré más cañas para tener el mástil.-
Teo cortó más cañas y yo hice el orificio por el cual pasaría el mástil. También, entrelacé a duras penas las hojas con la red.
-Ya tenemos la balsa ahora a la otra isla.- dije satisfecha por mi trabajo- Llegaremos más rápido si aprovechamos este viento.-
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Atrapada
FanfictionAventura, romance, acción, drama, angustia...todo por conseguir escapar sana y salva