Nuevos amigos

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La espada se acerca rápidamente, cierro los ojos y espero de nuevo la muerte. Pero se oye un grito ahogado, abro los ojos y veo que Carlos es lanzado hacia atrás por el tributo compañero de Amanda. Esto de que me vayan a matar y en el último momento lanzan al asesino por los aires o que desaparezca, es una mala costumbre; aunque lo prefiero antes de que me maten. Carlos cae con tan mala pata que se clava la espada en la pierna así que huye por una de las aberturas que tiene la cueva. Me levanto ligeramente pero me vuelvo a caer, el traspiés de antes me ha hecho daño en el tobillo. Cuando esta vez que me maten ocurre algo totalmente inesperado.

-¿Estas bien?- me pregunta el  tributo tendiéndome una mano, aunque sujetando con la otra una espada-

-¿Qué?- pregunto sin entender nada-

-Oh, claro...- dice guardando su espada en el cinturón- Soy yo, Carlos. Soy el hijo de George.-

-Entonces el era...- entiendo lo que pasa, no debería haberme fiado de él- ¿Era el autentico cantante?

-No, cuando he oído lo que decíais lo he tenido claro.- dice serio- No te he salvado antes porque no sabía que era él. Es un camaleón el copia identidades por eso no se sabe quien es o como es.-

-No pasa nada- digo sonriendo mientras me froto el tobillo- Lo que importa es que no tengo clavada una espada.

-Ya te ayudo- dice ayudándome a levantarme, colocando mi brazo sobre sus hombros- ¿Crees que podrás andar?

-Sí, con ayuda claro- digo sonriendo- solo es un pequeño golpe.

-Vamos pues- dice devolviéndome la sonrisa-

Ahora que me fijo más en el, sus ojos no son tan fríos como los vi el otro día. El pelo cobrizo lo lleva más revuelto que la última vez y su sonrisa es muy bonita. Es alto y musculoso y parece que los años con su padre le han hecho mella en su forma física. Sin embargo esta herido lleva el antebrazo vendado.

-Necesito el arco- digo acordándome de que el maldito lo había lanzado-

-Ya voy yo- responde sentándome en una roca y corriendo a cogerlo- Aquí esta.-

Mientras salimos de la cueva, tras rellenar las botellas me acuerdo de Sky; la pobre se va ha llevar un gran disgusto, se notaba que sentía algo por Carlos. Caminamos un rato siguiendo lo que recordaba como la ruta que habíamos seguido, esta es confirmada correcta cuando encontramos los arbustos enormes.

-Voy a silbarles para que sepan que hay problemas- digo sentándome entre los arbustos- Paremos también, que tienes que descansar de llevarme.

-No pasa nada, es un placer- veo que juzgué mal a Carlos. Silbo con todas mis fuerzas y no tardo en oír una respuesta lejana-

-Parece que me han oído- digo susurrando- Podría ser otra persona mejor esperamos, mira a los arboles estarán ahí.

Repito mi silbido, este respondido un poco más fuerte. Tas unas repeticiones las ramas sobre nuestras cabezas se mueven y veo a Niall buscando. Sky esta en otro árbol y mira en otra dirección.

-Aquí- digo lo suficiente alto para que sepan donde estoy- Bajad, pero no pasa nada no os preocupéis y dejad que explique.

Niall empieza a bajar hacia nosotros, Sky por su parte se queda en su sitio vigilando. En el suelo, Niall mira a los lados pero no nos ve.

-Aquí en los arbustos- digo susurrando-

-Voy- dice mirándonos, se recoloca el tridente en el cinturón y entra apartando ramas torpemente-

Aquí estas... ¿Que?- dice al ver a Carlos junto a mi- Sky baja, corre.

-No pasa nada- digo bajando el tridente que ha sacado y esta poniendo en la cara de Carlos- Es amigo, este es el verdadero hijo de George.

AtrapadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora