Capítulo 19

28 4 0
                                    

Oigo la voz de mi madre. Debería estar muerta. Estoy hablando sin decir nada. Alguien me aprieta el cuello, seguramente sea Rachel. No puedo respirar.

Me despierto asustada, con gotas de sudor frío recorriendo mi espalda. Solo un sueño, un horrible sueño. Pero también es parte de mi realidad. Mi madre está viva y mi padre, posiblemente, esté relacionado con el narcotráfico. Andrew está con Abby, quien sigue junto a mí el ejemplo de mi padre. Si todo esto es correcto, todas las visitas que ha tenido desde hace no sé cuánto tiempo, también están metidas en esto; incluido el padre de Will, cuyo antiguo mejor amigo es el jefe del grupo, en el que nos incluimos Abby y yo. Lo más seguro es que Michael ordenara matar a Abby -intento fallido- y Rachel está deseando quitarme de en medio. Mas sé que Andrew hará lo posible para proteger a Abby y Will... Will quiere protegerme -insensatez- y para ello tendrá que ir en contra de su padre y de Michael, si es que mi hipótesis es cierta. ¿Estará dispuesto de verdad, a ir en contra de su padre solo para defender a una insignificante chica que conoce desde hace unos tres o cuatro meses? No quiero volver a dudar de él después de lo que ha hecho por mí. Sinceramente, ya no sé de quién puedo fiarme. Lo peor es que en medio de todo este escándalo, está Andrew, con su eterna inocencia de niño, quien aún encima apoya a mi padre. Pero tampoco puedo decirle algo sin soltarlo todo. Al menos, mi padre no sabe que yo estoy metida en esto, lo cual puede darme cierta ventaja.

Quedan muchas preguntas que responder. Por ejemplo: ¿por qué mi madre fingió su muerte y se separó de nosotros? ¿A qué se debe su reaparición ahora? ¿Por qué se fue ayer tan de repente? ¿Sabrá mi padre lo que realmente pasa o será mi "difunta" madre quien me aclare todo?

-Te odio -me digo a mí misma en alto, para escucharme bien- Has caído tan bajo que incluso sospechas de tu propio padre.

Pero es aún peor la idea de manipularlo para sacar información a mi favor.

Me levanto de la cama, aunque pensar que tengo que ir por obligación a pasar el día comprendida entre personas con quienes no me siento identifica, hace que me vuelva a tumbar. Lo único que me podría levantar el ánimo sería... Nada. Bueno, no sé. No; nada. De repente, alguien me golpea tres veces la puerta. Es Andrew.

-Pasa -grito desanimada.

Él entra decidido, no como otras veces. Ya está listo para salir, o al menos para bajar a desayunar. Me levanto y finjo estar eligiendo la ropa, sacando prendas al azar de mi armario. Él observa cada uno de mis movimientos. No se fía de mí, lo sé. Lo noto en su mirada.

-¿A dónde fuiste anoche? -pregunta; me ha descubierto.

-¿A qué te refieres? -contesto sin dejar de mirar mi armario.

-Lo sabes perfectamente. -hace una pausa- Vi como entrabas en tu habitación con los zapatos llenos de barro.

-Vaya, vaya... ¿Así que ahora te dedicas a espiarme? -pregunto, con un tono un poco amenazante. Él se pone recto. Así es mucho más alto que yo. Yo me estiro lo máximo que me permite mi cuerpo; sigue siendo mucho más alto que yo.

-No, -miente- simplemente me despertó un ruido, me levanté a ver que pasaba y, ¡sorpresa!, te encontré corriendo hacia la puerta de tu habitación.

-¿Y llegaste a ver lo que sucedía en el piso de abajo? -pregunto. Ahora la conversación me parece más interesante.

-No. Bueno, sí. Vi a papá con unos chicos -duda.

-¿Y esos chicos les estaba dando algo...? -continúo mi interrogatorio- ¿Algo así como un... violín? -tal vez haya sido demasiado directa.

-Sí, puede... Pero eso no importa -"¡Claro que importa!", grita una vocecilla dentro de mí- Lo que quiero saber es a dónde fuiste.

Quédate cerca #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora