Capítulo 30

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Mis dedos rozan la fina arena de la playa. Le he dicho a mi madre que iba a dar una vuelta por el barrio, y no me lo ha impedido; sabría que aunque me lo prohibiese, no me haría caso. A lo mejor ya es consciente de en donde estoy. Él me sonríe al verme y, entonces, todo se desvanece. Ya no existe nada ni nadie más, pues él es lo único que importa. Me acerco con cuidado, esperando no asustarlo. El sol le ilumina la cara y le forma unas sombras preciosas bajo los pómulos. Está ahí, de pie, como un cuento hecho realidad.

-¿Sabes? -comienza él, con su sonrisa torcida y su agradable naturalidad-. Cuando estaba en coma, oí tu voz. Te oí cantar y por un momento pensé que estaba en el cielo, contigo.

Río y nos quedamos en silencio. 

-Pero estás bien -continúa, cogiéndome la mano-. Estás viva. Y eso es todo lo que me importa. Saber que podré volver a tocarte, a perderme en tu mirada.

-Will -lo interrumpo-, me temo que no puedo quedarme.

-No digas eso...

-Si vine hoy era solo para despedirme -tomo aire-. Y para decirte que yo también te amo, pero no vamos a poder estar juntos.

-Te esperaré -dice decidido, buscando mis ojos.

-No, no lo hagas; no puedo pedirte que lo hagas.

-No me lo estás pidiendo -dice, pícaro-. Katie, no me pidas que te deje ir sin más; no puedo dejar escapar un sueño cuando lo tengo tan cerca.

-Quédate cerca -río-. No tiene sentido.

-¿Acaso el amor lo tiene? -pregunta, divertido-. Disfrutemos mientras que no lo tenga; de lo contrario, nos habremos hecho mayores y amaremos como adultos.

-Will, que sepas que no importa la distancia que nos separe. Estés donde estés, siempre tendrás el pedazo de corazón que me robaste.

Me acerca a él y me abraza. Rodeo su cuello con mis brazos y nuestras narices se rozan.

-¿Hay alguna forma de hacer que te quedes? -pregunta.

-No. Que me vaya es lo mejor para todo el mundo.

-¿Y a quién le importa el mundo? ¿Qué hay de mí? ¿Qué hay de ti? ¿Qué hay de nosotros?

-Te juro que ni la distancia ni el tiempo matarán un "nosotros" -y por una vez, digo una promesa verdadera.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque la persona que menos me esperaba me ha capturado en sus brazos -contesto, perdiéndome en el brillo de su mirada-. Me has hecho saber que el amor es la razón por la cual uno sigue a tu lado, a pesar de que podría haberse ido. Y de todas las personas que hay en el mundo te he escogido a ti para amarte en un presente y en un futuro, sin quedarnos estancados en un pasado.

-Te quiero -susurra.

-Te amo -respondo.

Me eleva, agarrándome por la cintura. Junta sus labios con los míos. Cierro los ojos y me imagino una vida con él. Le acaricio el pelo y aguanto su cabeza con la mano. Me libera y me da seguridad. Oigo su corazón acelerarse con el mío. Todo se borra de mi mente y en su lugar, él susurra "Quédate cerca".


Quédate cerca #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora